Idol

3.11.

Nos quedamos callados y serios, solo se escuchaba mi sollozo de vez en cuando, la puerta sonó y Yoongi fue quien atendió, regreso a los pocos minutos.

YG: la señora Chang preguntó si te vas a bañar -asentí y me puse de pie con cuidado, fui a buscar ropa cómoda y odiaba el hecho de no poder si quiera estirar el brazo sin que me doliera, claramente Min Yoongi alcanzo mi bata de baño, me la paso y fui al baño, la tina ya estaba a la mitad y no veía a la señora Chang por ningún lado, normalmente me baño en la regadera y claramente eso me causó confusión.

YG: yo llene la tina -estaba buscando a la empleada, me sorprendió.

DH: oh... -respondí tapando mi cuerpo desnudo.

YG: yo te voy a ayudar... -me ofreció su mano para entrar a la tina con dificultad, ya en ella comenzó a empapar mi cabello, no sabía el porqué de esto, pero a pesar de que había un silencio ensordecedor no era tan incómodo, al contrario creo que es algo muy íntimo, se esfuerza por que el jabón llegue a cada rincón de mi cabeza y masajea mi cuero cabelludo, es demasiado relajante y satisfactorio, puedo sentir las cosquillas que me da al sentir nudos de estrés deshacerse, mis sienes y cerebelo lo agradecen, incluso creo que se me aclaró más la vista y un cansancio me asalto de repente.

Aclaró un poco sin ser perfecto y está vez sentí el agua en mi espada, estaba perfecta, un suspiro de placer se me escapó.

YG: ¿esta fría? -busco mi cara, lo sé porque al abrir los ojos me estaba viendo fijamente.

DH: no, esta muy bien -conteste ronca debido a la pereza.

Con el jabón líquido que huele a chicle comenzó a pasar la esponja por mis hombros, pecho, espalda, piernas, no pude evitar soltar una risita cuando tallo la plata de mis pies y comenzó a masajearlos, siguió con mis chamorros, creí que tenía otras intenciones cuando sus manos se deslizaron a mis muslos, pero ni siquiera tocó mi intimidad, continuó con la espalda y el estrés comenzó a irse poco a poco, mis hombros ya no pesaban, cobre la conciencia de la mini siesta que tome al escuchar la regadera.

YG: pasa aquí, te ayudaré -mis piernas temblaron debido a la relajación.

DH: aaaay! -grite al sentir el agua fría, helada a -50 grados, mi cuerpo se entumecio y se me fue el sueño.

YG: me dijeron que esto te ayudaba con tus dolores, espero que puedas dormir sin quejarte entre sueños -con los brazos cruzados intentando darme calor y el agua cayendo a chorros sobre mi lo vi ahí parado sin intención y ordenando los productos, me entraron unas ganas inmensas de besarlo por tener ese detalle conmigo, que fui hasta el para agarrar sus mejillas y besar sus labios.

YG: estas fría -se quejo al contacto de mis manos con su piel.

Torpemente sin saber que hacer o como reaccionar en este momento, le tomó unos segundos seguirme el beso debido a mi pasión y decisión, chocando dientes, interrumpiendo mi lengua, cuando por fin nuestros labios danzaron a la par acoplandose a la perfección me acerco a él sin hacerlo del todo pues sabía que tenía que cuidar mi herida la cual estaba cubierta aún por el rectángulo de cinta médica, tuvimos que parar el beso si no queríamos terminar en el hospital, ambas miradas eran intensas y no había ni una pizca de vergüenza.

YG: termina de bañarte, aún tengo que curar tu herida -sus mejillas tomaron un color rosado de la nada y se dio la vuelta para seguir con lo suyo, dejó ir el agua de la bañera, cuando sentí mi cabeza completamente limpia cerré la llave y deje que me arropara con mi bata de baño, me acompañó al vestidor, el prácticamente me vistió de la parte de abajo, es un poco vergonzoso para ser sincera, sobre todo cuando mi braga se hizo rollito y batallo para acomodarla y poder subirla sin problema.