Theodore Nott se encontraba en su habitación en el Château Nott. No era la más grande de la propiedad, su padre siempre se aseguró de eso, dándole una más grande a su hermano gemelo Ambrose. Bueno, tal vez no era una sorpresa que su padre tuviese favoritismo, después de todo.
Ahora, si bien estaba en su habitación, sabía que no debería estar aquí, pues hace un segundo se encontraba en los brazos de su Draco, moribundo.
Ah, así que esto es el inframundo, y pasaré el resto de la eternidad en esta pocilga, pensó Theodore con amargura. Aunque... volvió a pensar, y salió corriendo a donde sabía que se encontraba su posesión más preciada.
La caja de metal en forma de corazón que su madre le había regalado a los cuatro años, que estaba escondida debajo de una madera floja en el suelo de su habitación. Su madre, antes de morir, se la había dado diciéndole que allí guarde lo que pertenecía en su corazón. Y Theodore hizo exactamente eso, pues allí colocó la fotografía que su Draco le había enviado el verano pasado, junto con las demás que tomaron luego.
Pero... allí, debajo de la madera floja, no había nada.
Theodore cayó de rodillas al suelo. No solo estaba muerto y había dejado solo a su ángel, sino que tampoco podría verlo. Nunca más. ¿Saben lo que es estar consciente de tal cosa y no poder hacer nada al respecto? Sería una suerte si no se volvía loco.
Crowley, de verdad estaba muerto, ¿eh? Bueno, siempre supo que, de alguna manera, esto iba a ocurrir, aunque siempre pensó que sería de la mano de la ira de su padre al enterarse la verdad, no siendo asesinado por el que consideró su mejor amigo en el verano. Bueno, seguían siendo amigos, pues Percy no tenía la culpa de haber estado bajo la maldición Imperius (él mismo no pudo resistirla cuando el Moody falso lo puso bajo ella en clases, y esa era otra de las razones por las cuales admiraba tanto a su Draco). El único que tenía la culpa aquí era Gideon Selket, y la odiosa de Lamia, por hacerle la vida imposible a su ángel.
Su ángel... ¿cómo estaría allí arriba? Probablemente sea devastador para él, pero era fuerte, sabía que algún día lo superaría. Draco, más que nadie, merecía ser feliz. Había pasado por tantas cosas que nadie debía haber pasado: madre muerta, hermanos muertos, amigos muertos, y múltiples amenazas de muerte sobre su linda cabecita. No, merecía mucho más que eso. Tal vez había sido un iluso al pensar que podía llegar a casarse con él, pero si podía brindarle la felicidad que él necesitaba, él haría todo lo necesario para dársela.
Pero, no se arrepentía de haberse interpuesto entre esa espada y él. Bueno, tal vez Draco tenía más probabilidades de sobrevivir que él, ahora que lo pensaba en frío, pero no quería que su ángel sufra ni por un segundo más. Si moría de algún modo, estaba feliz de haya sido salvando a su amado y no de otra manera.
Después de todo, le había prometido que sería su caballero de armadura brillante hasta la muerte. Simplemente no sabía que iba a ser más temprano de lo que había pensado.
De pronto, la puerta de su habitación se abrió, dejando ver un vacío estrellado. Theodore alzó la vista desde su lugar en el suelo, y vio que había una mujer que lo invitaba a pasar con un gesto de la mano. A pesar de que no la había visto en su vida, inmediatamente supo de quién se trataba. Se levantó con determinación, y se aclaró la garganta.
―Mi señora Nix... ―dijo Theo, sorprendido de que podía hablar, y volvió a arrodillarse, como una muestra de respeto.
La mujer tenía el cabello completamente negro, y sus ojos también lo eran, pero... tenían un halo blanco rodeando el iris, similar a la luna. Tal como los de Theo. Sin duda era familiar suyo. Además, llevaba puesta una túnica griega azul oscura, que tenía destellos blancos, y no dudaba ni por un segundo que no eran personificaciones de las estrellas, sino ellas mismas. Era la diosa de la noche, después de todo.
ESTÁS LEYENDO
OUROBOROS: Into The Draco-Verse
FanfictionRecopilación de historias del multiverso Ouroboros. Incluye: oneshots del pasado, presente, futuro; POV's de otros personajes; historias de un universo alterno ("What if...?"), ¡y muchas otras cosas más!