Cuando Max volvió en si lo primero que noto fue al joven delgado que lo observaba con mucha atención, a través de sus pálidos ojos azules semi ocultos entre su larga cabellera negra. El joven lo miraba desde el marco de la puerta, en el cual estaba recargado.
- ¿dónde esta mi maleta? -pregunto el hombre con urgencia a pesar de su débil estado
- disculpa ¿que?- fue la respuesta del chico.
- la maleta que traía conmigo, donde...-
- si te escuche -lo interrumpió Robert- lo que pasa es que no puedo creer que eso sea lo primero que preguntes después de... A propósito ¿que paso allá afuera y quien eres?
- niño no estoy de humor para esto, solo dame mi mochila y listo ¿quieres?
- esta bien, esta bien -dijo tratando de quitarle tensión al momento, mientras sacaba una mochila negra de tamaño considerable de debajo de la cama sobre la que reposaba Max- toma
En cuanto el hombre la tuvo en sus manos, no perdió el tiempo y a pesar de su estado logro erguirse y abrir la maleta para buscar dentro de ella- todo en orden- anuncio aliviado para si mismo
- pues me alegro por ti viejo, ahora si no te importa me podrías decir por lo menos quien eres- volvió a insistir el chico. Estaba impaciente por conocer la identidad de su nuevo inquilino
- o podrías dejarme en paz...- propuso Max de mal humor
- ah claro, te salve la vida arriesgando la mía y así me lo agradeces...
- de acuerdo, que irritante eres... ¿Qué quieres saber?
- que tal tu nombre...
- Max
- Max... -dijo Robert invitándolo a decir su apellido
- solo Max y punto, siguiente pregunta
- ¿a que te dedicas?
- a sobrevivir y ¿tu? -respondió como si estuviera más que claro
- no, me refiero a tu...
- ¿ocupación?- interrumpió -antes de la epidemia era militar. Sabes, me estoy cansando de esto, así que has tu última pregunta y terminemos
Robert medito por un instante antes de decidirse - ¿que paso allá afuera?
- ¿no es obvio?- bufo- me encontré con un grupo de muertos, me atacaron, casi logran matarme pero de alguna manera tu lo impediste... No hay que ser muy listo para saberlo, por cierto, ¿como lograste sacarme de ahí?
- yo...
- no es importante, ahora si me permites... -Max intento incorporarse pero un agudo dolor en su pierna izquierda lo impidió- ¡diablos!- se quejó del dolor llevándose las manos a la parte dolorida
- ¿que te paso ahí?- cuestiono Robert con interés
- me dispararon, no lo entiendo, la herida ya había cicatrizado al menos que con la pelea se haya...
- ¿que? ¡Te dispararon! ¿Cuando? ¿Quien?- pregunto exaltado
- niño, tus preguntas son algo estúpidas ¿lo sabes no?
- tal vez un poco- dijo restando importancia al comentario de Max -sucede que desde que empezó todo esto he estado solo y sin encontrarme con otras personas, incluso llegue a creer que era la última persona en la tierra, y ahora apareces tu de la nada... Es normal que tenga curiosidad
- espera, has sobrevivido todo este tiempo solo, ¿tu? Por seis meses...
- ¿no es obvio?- lo imitó Robert
- la verdad si, se nota que te desacostumbraste a hablar con otros
Estuvieron un momento en silencio sin saber que mas decir. Fue Robert el que rompió el silencio
-tengo un poco de desinfectante y algunos analgésicos, los últimos que me quedan de hecho, te los traeré
- no, no hacen falta
- claro que si, los necesitas
- créeme estoy bien
- vamos viejo déjame ayudarte- insistió Robert
- ya hiciste suficiente por mi, no gastes tus recursos en mi, solo los desperdiciarías. Ya no puedes ayudarme- esto último lo dijo casi susurrando
- ¿por que dices eso?- pregunto confundido
Max no dijo nada. Sentado en la orilla de la cama procedió quitarse el abrigo de ternera que traía puesto, para después arremangarse la camisa a la ultra de su hombro derecho
- por esto- anuncio señalando una fea herida a medio cicatrizar en la parte expuesta. Una mordida
ESTÁS LEYENDO
Tumbas rotas: el diario
Science FictionRobert Parsons era el último hombre después de la pandemia zombi, hasta el día en que por casualidad encontró a Max, otro sobreviviente de la hecatombe mundial, junto con su diario y otros objetos personales. Después de la muerte de Max comienza a...