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Y00NGI

Jungkook se había ido rápidamente, frunciendo su ceño con preocupación mientras se vestía y enfundaba su arma.

―No intentes nada. Taehyung te cuidará hasta que regrese.

―¿A dónde vas?

Había dejado la pregunta sin responder y salió a la sala de estar a hablar con Taehyung en voz baja.

―¿Por qué no me puedes llevar contigo? ―Lo había seguido y puse mis manos sobre mis caderas.

Su mirada se deslizó lentamente por mi cuerpo, y mi miembro se pusu alerta. Había cruzado mis manos sobre este, pero no antes de que él obtuviera un buen vistazo de mi creciente ereccion.

Se lamió sus labios llenos.

―Porque debes quedarte aquí mientras enderezo todo esto.

―¿Vas a matar a Woosung? ―Mi tono parecía más a una exigencia que una pregunta. No sé cuál de los dos estuvo más sorprendido.

Entrecerró sus ojos.
―Tal vez.

La amenaza en su voz había enviado mensajes mezclados a través de mí. Mis muslos se acaloraron, aunque el miedo galopaba por mi corazón.

―B-bien. ―Me había dado vuelta, esperando que no hubiera visto el sonrojo subiendo por mi cuello y hacia mis mejillas, y regresé al dormitorio.

Cuando Jeongguk se fue, Taehyung me llamó.

―Sal de ahí. Pediré el desayuno.

Entré al armario de Jeongguk y saqué una camisa de botones, colocándola sobre la camiseta que había usado en la noche. Cayó hasta el medio muslo y me dio un sentido extra de seguridad, porque olía a Jeongguk. Aunque inhalé un poco más profundo de lo que debí.

Entré a la sala de estar y me detuve para admirar la vista de Gangnam-gu. Los arboles hace mucho habían perdido sus hojas por el invierno, pero el parque todavía daba color al pavimento y al centro de concreto. Parches de nieve todavía persistían en el paisaje. No del todo un paisaje de invierno, pero todavía una vista placentera.

―Te gusta el tocino, el omelet, muffin, ¿qué? Voy a orden. ―Taehyung se inclinó sobre la isla de la cocina con el teléfono en el oído, aunque sus palabras
estaban dirigidas a mí.

―¿Un muffin de banana y nuez? O arándanos. Tocino y café.

Caminé hasta la ventana del extremo y miré mientras el sol se elevaba por el río, los perezosos rayos de luz proyectando sombras hacia mí. Mi tenue reflejo mostraba el pequeño vendaje en mi nariz y las medias lunas oscuras bajo cada ojo. No era mi mejor apariencia, pero había estado peor. Sanaría.

―Sí, apúrate con eso y doblare la propina. ―El reflejo de Taehyung se acercó más mientras volvía a la sala de estar.

Me tensé. Incluso a la luz del sol, el sótano todavía atormentaba mi mente.

Necesitaba salir de aquí, volver a la tienda y a mi apartamento. Si necesitaba irme, lo haría.

―Estarán aquí en quince minutos, como mucho. ―Se dejó caer en el sofá y pasó un brazo a lo largo del respaldo―. Ven a sentarte. Estar de pie en la ventana podría ser malo para tu salud.

Miré hacia él, y me sonrió de forma amigable. Parecía como de mi edad, cabello oscuro, ojos afables, rasgos apuestos, más bajo que Jeongguk, pero constituido, y... por lo que recordaba de la noche anterior, una boca ingeniosa. Pero me había ayudado, trabajó con Jeongguk para sacarme del nido de víboras.

The protector ; kookgi +16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora