Historia del autor

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Fue una tarde de un 2018...

Miradas, sonrisas, coqueteos, saludos, besos, caricias, lluvia, colegio, fiestas, locura.

Niña inmadura, vacía e ingenua al "amar", loca, inquieta, sonriente, egoísta, donde la presión social la estaba consumiendo por siempre tratar de encajar. Llantos, confusiones, diversion, tristezas la consumían.

Desde pequeña anhelaba tener una gran conexión y amor con una persona, verle fijamente a los ojos, donde mi sentir hacia esa persona sería ver a la más maravillosa e increíble del universo. El orgullo de tener a una persona conmigo siempre estuvo presente.

Mi persona soñada, lo que yo más adoraría, y que delante de mis ojos sería mi gran super estrella. Y así fué..

Crecí con admiración al amor, el arte del romanticismo, la conexión, la pasión entre dos seres, almas gemelas, sincronicidades, aventuras, coqueteos, con esas ansias de experimentar y de querer formar ese vinculo amoroso con alguien, de entregarle mi corazón, mi alma, mis letras...

Tuve pocos amores antes de encontrar a la persona que hoy en día me hace escribir toneladas de letras y poesías.
Fué una historia abrumadora, donde empezaba a crear un vinculo amoroso pero, aún era novata, y mi corazón estaba presionado. Decidí cortar, soltar y alejar situaciones, porque, mi corazón quiso conocer a la chica linda, a esa chica morena, maravillosa, dulce, con su altura característica, inexperta, con sus ojos radiantes y su sentido carismático me hacía bien,... llegó como si ya nos hubiésemos conocido desde hace mucho, la estaba esperando desde mis vidas pasadas.

Tuvimos una super conexión desde el día uno, aunque no se esperaba la manera de cómo pudo comenzar y al terminar todo. Coincidimos en muchas ocasiones, tuvimos muchas cosas en común donde nos saltamos la etapa de la vergüenza, y pudimos ser una sola en dos cuerpos.

Cuando la conocí, tuve los días y los dos años más confusos de mi vida, no estaba preparada ante al peligroso amor, no supe cómo amar, pero  desde que vi su sonrisa y su mirada, me entregué, tuve seguridad de conocerla, porque sabía que con ella mi felicidad podría complementarse por completo. Fué el acto de valentía más grande que pude haber hecho, a pesar de estar consciente de todo lo que tenía desechar para liberar el camino al darle el paso al amor.

Decidí escribir éste libro, porque fué una historia que me marcó la vida de muchas maneras, completamente, una historia que quedará siempre en mi vida. Mis letras, mis poemas y todos mis escritos siempre llevarán un recuerdo de la persona que me enseñó las vueltas del amor, principalmente, me enseñó sobre el amor propio. Sólo una historia más en mi línea del tiempo, donde algún día podré recordarle con mucho cariño, respeto y admiración. Quedará éste escrito siempre conmigo, que al leerlo me sacará mil sonrisas y muchos recuerdos llenos de lágrimas de felicidad.

Agradecimientos

A mi mejor amigo, Brandon Mora.
A mí mamá por hacerme ver el mundo de otra manera y soportar cada noche de llantos y felicidad.
A las pocas personas que estuvieron en el proceso.
Principalmente a M.

Amarte es mi mayor melodía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora