Hay muchas cosas a las que debo de temer en vida, dejar de existir es solo convertirse en polvo.
La vida es despiadada, y eso da miedo.
Brotando pensamientos sobre mi cabeza, las palabras que rozan mi cuello me hacen susurrar cada parte de amor que he podido entregarle.
Cada noche, cada estrella me hace recordar el sentimiento de algo extraño dando demasiadas vueltas por mis entrañas.
¿Qué es ésto?
Dije, con temor y con una voz que me quebraba por dentro.No ahora, no joven.
-He sentido amor,
encontré a la chica ideal,
en el momento equivocado...Tantas noches, tantas lágrimas tratando de explicarle a mi corazón que quería que fuese ella.
Lágrimas tras lágrimas, consumida por las críticas de la gente, confundida, abrumada, queriendo que las cosas fuesen distintas.Desde el día uno que la ví, juro por mi vida que quería conocerla. Quería dejar todo atrás por estar solo con ella.
Al principio me era difícil dejar entrar a alguien tan rápido, estaba en la etapa de querer jugar barato, no podía expresar mis sentimientos, no sentía nada, pero un acto de amor me hizo entrar en razón y darme el acceso a ilusionarme.Pasaban los días, mi cabeza atormentada, el sentimiento de querer arriesgarme me estaba inundando. ¿No es acaso ideal que alguien esté verdaderamente enamorada de mí? ¿No es acaso maravilloso que una muestra de cariño y atención me esté despertando felicidad? Fueron las preguntas que me hicieron seducir, enredarme, perderme.
Tuve que dejar atrás muchos sentimientos hacia otras personas para darme un empujón de querer invadirme el corazón y tener mi mente dando muchas vueltas con ella. Mujer carnal, sabía cómo seducirme a la perfección.Día tras día, esas miradas de coqueteo me seducian, su mirada tan profunda me hacía sentir nerviosa. Crecían mis deseos por conocerle. Su personalidad me llevó a sus pies. Sus palabras dulces me penetraban las entrañas, el furor de mi alma enloqueció por completo.
Crecían mis deseos.
Ese deseo oscuro de bailar en los brazos de la luna me invadía, al ritmo de la música, abrazadas, almas juntas, fusionadas en una sola.
La encontré en el momento equivocado, pero la amé hasta quedarme sin fuerzas. Me exprimí tanto de amor, que siento que le dí hasta el universo.
Me enamoré de ella, pero, ¿como se siente el amor?, quizá es el sentimiento que describen las personas como un cosquilleo en el estomago, mariposas revoloteando una y otra vez, la sensación de nervios que al verle se detiene todo al rededor o quizá es el "nunca había sentido esto" tan real.
Cada día mejor, conociendo cada parte de ella.
Susurrandole a mi corazón palabras de valentía para vivir la vida, junto a ella.
Su risa, su maldita risa era mi vicio de todos los días. He visto sus expresiones y créanme que las recuerdo cuando estoy sentada en un escritorio cuándo necesito recordar el por qué sigo enamorada de su mirada fija y brillante; de esos labios, atravesando las barreras de un posible sueño, forman sonrisas y delirios, que delinean palabras y graban recuerdos con su inigualable voz.
Verla sonreír, feliz, con sus ojos brillantes, achinados al mostrar su alegría era la razón por la que me levantaba todas las mañanas para sentirme orgullosa de tener un tesoro. Me encantaba esa sonrisa cálida que hasta mi alma se enamoraba, por el contrario esa mirada intensa provocaba que mi corazón pudiese temblar.
Cada piedra de tropiezo la quitaba del camino, si o sí quería que fuese ella la dueña de mis pensamientos.Mostró su vulnerabilidad, me hizo sentir cómo cuándo un bebé es acurrucado por su madre.
Me abrazó, me cobijó el llanto, me hizo sentir la persona más feliz y amada del planeta.Todo era ella, mi pensar, donde pisaba ahí estaba. Cada árbol, cada gota de lluvia, ahí estaba.
Me perdía en sus ojos cada vez que le veía en su lugar de estudio, nuestras miradas se conectaban, ahí justamente mi corazón brincaba de felicidad, mi furia crecía cuándo se acababa el día. Cuando tomaba sus brochas con su maquillaje, mis ojos plenamente podían verle tan perfecta, ella sentada en su coqueta, con sus brochas sobre su piel tan suave y perfecta de su rostro, donde mis ojos veían que no necesitaba nada para que tuviese esa belleza que consumía la locura de los demás. Sus inseguridades la hacían sentir insuficiente, lo que no sabía es que, ella es la mujer más hermosa del planeta, la chica que todos quisieran estar. Esa chica única, inigualable. Era tan suficiente que me hacía amarla cómo una reina.Horas eternas, minutos rápidos, y vivir la vida junto a esa chica.
Su olor, su perfume, su dulce aroma, me enloqueció, me hacía volar, abrazada fuertemente a su sudadera, traerla a casa fué la mejor opción, dormir toda la noche en un sueño que no quería despertar, cerrando mis ojos, con su aroma me imaginaba la vida con ella.
En mi imaginación, volaba en el sentimiento de quererla conocer, amar, abrazar, de dejar todo eso que no me dejaba avanzar.Cada mañana, mi motivación era de verle sus ojos, ojos cafés como el café listo por las mañanas. Era esa motivación de despertar todas las mañanas y desearle un día maravilloso, como la maravilla de sus ojos. Era despertarme y desear escuchar su voz en una nota de audio, era el sentimiento que me hacía buscarla desesperadamente para saciar mi sed de enamoramiento y enriquecer el amor tan sincero que me hacía amarla.
En cada pasillo, en cada rincón, ahí estaba, esperándome, viéndome, con su rostro nervioso y feliz.Era mutuo, juro que sí.
Siempre buscaba la manera de verla, de toparla de frente, pasarle al lado, pero mi intención era verla para saciar el amor, la ilusión, era sensación deleitable de verla a los ojos y hacerla reír, donde en cada sonrisa quedaba enamorada de su dentadura.
Tan sólo respiraba y mi corazón se estallaba de locura por amarla cada maldito segundo.
Ella era esa fantasía que anhela mi piel, que deseaba mi mente y que perseguía mi corazón cada instante de mi vida, buscándola por todas partes. Porque no había momento del día en que no quería perderme en ella y volver locos todos mis sentidos con el sabor de sus labios y el olor de su piel, y su presencia divina que me hacía estremecer; todo mientras me hacía fundirme entre sus brazos al escuchar de ella esos sonidos que exclama su corazón al ser una llama de fuego en la intimidad, en la soledad y mientras decía su nombre, deseaba mucho más de ella y de mí, conviertiendonos en una sola, siendo las dos en completa y divina libertad, sin que nadie interrumpa éste deseo y pasión desenfrenado y muy caótico entre ella y yo llamado "perfecta perfección".
Quería que fuese ella, sólo ella.Mi corazón, abatido, abrumado,
fallarle no era mi intención.
La presión que me daban no me dejaba quererla de buena manera, jugué con fuego, mientras mi deseo era amar y conocer a M, y aún así dejé todo atrás.
Día a día crecían esos sentimientos llegando a un punto donde desbordan de mi corazón y después de haberse desbordado se regaban por todo mi cuerpo, pero mi cerebro es tonto, no sabía cómo manejar algo tan bello, tan perfecto, algo tan real, no pude coordinar mis brazos para darle un abrazo o mi boca para decirle un "te amo" sin nervios, incluso si lograra hacerlo correctamente sentiría que nunca es suficiente para darle sólo eso, quería darle todo. Yo sólo era una ingenua enamorada que no recibió un manual para el amor, sin embargo, me puse a pensar detenidamente, ¿quién ha obtenido uno?, aunque quisiera darle algo perfecto, lo especial de esto es ir dando tropiezos, pero saber mejorar con el tiempo, aprender a amar, conocerla tanto al punto de saber sus gustos y debilidades.
Quería que supiera una cosa, que le quedara ésto en su corazón:
"Nunca había estado así por alguien, nunca me había enamorado tanto de una persona, nunca me había sentido tan vulnerable. Sé que tuve errores, se que fallé, y acepto todo eso malo que pasó, pero te elegí siempre, porque en mi mente darle el mundo era mi motivo de seguir, mi mente aunque algo tonta, seguía tropezando, porque quizá así era la única manera que aprendía a querer."
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Amarte es mi mayor melodía
Storie d'amoreUn corazón, un cuerpo, un alma rodante llena de amor y pasión por el romanticismo. Expreso entre versos y letras mi poder de amar, mi dolor, mi libertad, mi fantasia, mi condena; mi bendición, mi ilusión, mi acción de querer intensamente. Un viaje...