Desvaneciendo

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Sé que nuestro amor aún sigue vivo en éste libro, esté libro que, esté donde esté siempre me recordará a ti. Quizá estés libre por el campo, tomando las flores más bellas de tu jardín, pero sabemos que una rosa con espinas jamás será una opción para tus manos.

Ella, tan sensual, suave como el pasto recién cortado, tan dulce cómo la mermelada de fresa del pan de mis mañanas.

"Y aún en la infinidad del tiempo quedarás plasmado en cada uno de mis poemas que todo van dirigidos a lo que nunca pudimos ser" .
-Dahe.

Vivirás dentro de mis novelas, mis poemas, mis canciones, mis dibujos, guardaré con dulzura las cartas que no pude entregarte, vivirás en mi memoria con amor siempre, todo eso que te describe vivirá siempre en mi vida, en cada brisa, en cada fragancia vivirás en mí en cada una de mis sonrisas.

Con el tiempo me he dado cuenta que amar no es destructivo, lo dañino es destruir el corazón de la mujer que más amó en el planeta. Me di cuenta que amarte fue una de las cosas más gigantes que pudo hacer mi pequeño corazón, tomar coraje y valentía, aún sabiendo que al final iba a ser quebrantado. Porque, así es el amor, es un cerrar de ojos te pueden destruir completamente.

Desvaneciendo gotas sobre mis mejillas, intento ver el rostro de tu recuerdo, pero no puedo, simplemente desaparece aquella noche cuándo te fuiste, increíble, aún no caigo en razón. Elegiste amar a otro ser, y yo, aún te seguía eligiendo.
Ver aquellas fotos con tu nuevo amor me desvanecía el corazón, ese sentimiento de querer quebrar mi móvil con las manos llenas de sudor, con furor, con dolor donde el frío gritaba desde mi alma, porque había un picor que estaba atravesando mis entrañas.

Lo entendí.
Comprendí.
Aprendí.
Te amé, te solté..
Cada vez que te ibas, mi corazón desvanecía.
Desvanecía.
Y aún así te elegía.

Mi mente daba vueltas sobre los campos llenos de flores que se habían marchitado,
Pues, tú...
Eras el agua viva que podía mantenerlas a salvo.

Mi corazón en llanto, te llamaba, aún así mi voz estaba muda por completo, tratando de callar mi mente, con todas las letras que hoy se han escrito..

Y, ¿tú?
-Amando a otro corazón.

Dime, ¿qué podría hacer yo, si mis piernas no podían moverse, ni siquiera en mí habitación? Aquella noche morí, aquella mañana desperté, tomé mi móvil y caí en la realidad... Ya no estabas, ¿que había pasado? - me pregunté. ¿Acaso es real que la persona que ayer me decía que me amaba hoy se ha marchado?. Mi sentir era como esa resaca cómo si la noche anterior estuviese tomando litros de alcohol. Sin recuerdo, sin aliento, sin fuerza.
Claramente no te olvidare nunca, ni te podré sacar de mi vida, o así es por ahora. Sé que mereces tantas cosas en esta vida, mereces que te canten al oido, que te besen la mano, la mejilla y la frente. Qué te acaricien el cabello y perciban tu aroma único en el mundo capaz de embriagar a cualquiera, mereces un amor que quiera verte crecer y, te acompañe; que sepa cuando algo te falta o cuando algo te sobra y si es necesario actuar o sencillamente escucharte. Mereces que te hagan sonreír, que tus días se vuelvan mejores cada vez, aunque haya algunos que duelan a veces.
Mereces ser la fuente de inspiración de una obra de arte.
Mereces admiración, mereces calma, mereces comprensión, mereces experiencias gratas, mereces paz, mereces cielo, montaña, mar, río, llanura, bosque,
Mereces un lugar que te ofrezco conmigo y aunque ahora se que no puedes, aquí siempre estará este lugar.
¿Será necesario recorrer un camino largo primero para poder tenerte?
Si es así, te estaré esperando. O quizá siempre esté para tí, aún así estés con otro amor. Porque, así es mi corazón, ama sin piedad, sin angustia, sin rencor.

¿Porqué te dejaste llevar? Los comentarios de la gente nos hizo perder la razón.
Eligiendote en cada mañana, cada amanecer, atardecer, anochecer, eligiendo amarte desde el primer segundo, escribiéndote poemas, líricas, rimas, para tratar de explicar el amor tan puro que me hacías sentir, ¿aún así te dejaste llevar? Estoy confundida, el amor me había confundido aquella tarde lluviosa, verte sonreír con alguien más, mientras yo moría por besarte y abrazarte cada maldito segundo, me mataba por dentro, lentamente, despacio, con fuerza.

Pero ese día pude entender que el amor es ésto. Estar roto es una opción.
Aquella noche comprendí que amarte, era dejarte ir, dejarte ser.
Aprendí que poseer no es sano, y si el amor que te tenía era verdadero, mi corazón estaba listo por verte ir.

Mujer, dulce chica, te fuiste y buscaste tu propia felicidad. Mi mente estaba dispuesta para verte sonreír con otro amor, pero mi corazón estaba en guerra, porque cada una de mis arterias estaban estallando al latir tan fuerte y bombear, como si tuviese una taquicardia.

Desvaneciendo aquella noche, las estrellas me susurraban al oído recuerdos tan únicos que sólo están escritos en universo. Desvaneciendo en mi habitación, la sensación de verte sonreír me llenaba de alegría, pero mi corazón aún estaba egoísta.

Esa chica,
ella estaba rota,
necesitaba unos brazos que la calmaran,
unos brazos donde podía ser ella, una simple guía para aprender lo que debía de hacer y lo que no,
necesitaba un lugar,
un refugio,
una casa dónde sanar y desprender sus alar,
y yo,
yo fui la razón que ella entendió que podía ser amada y que no era un problema,
fuí la razón,
la lección donde entendió lo que merece,
lo que vale,
lo que puede lograr.
Y,
por esa razón,
fué que me dejó,
se alejó,
porque ya estaba lista para amar, porque ya estaba sana,
como un pajaro cuando aprende de su vuelo.

Se fué,
voló,
lista,
con sus alas extendidas,
con una lección,
con el corazón sano,
con sus ganas tan sanas de amar a la persona que algún día sería,
el amor de su vida.

Desvaneciendo pude soltarte, y ahora tu recuerdo sólo puede sacarme sonrisas de aquel tiempo donde pude entregarte todo mi ser.

Amarte es mi mayor melodía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora