[15/7] - AU A/B/O
[16/7] - Big brother
[17/7] - Tit fucking NSFW
°Ni los personajes, ni los fanarts aquí usados son de mi creación, actualmente los personajes son de Horikoshi en su obra Boku No Hero Academy. No los uso con fines de lucro, apoyen la...
🌻 No ahondaremos mucho en qué es el omegaverse, basta con saber lo básico🌻
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—Estoy listo.
Tamaki estiró su cabeza lo más que podía, giró hacía la izquierda y sus ojos se encontraron con los de su esposo, seguido de eso cerró sus párpados y los dedos del contrario se pusieron en marcha.
El agua empezó a caer, tibia, contrarrestante al frío que embargaba todo su cuerpo, temblaba sobre los azulejos del baño, su piel desnuda estaba erizada, temblando suplicante a terminar con esa tortura que decía llamarse "tomar una ducha en invierno".
—Descuida, ya casi termino.
Mirio puso un poco de shampoo en sus manos, talló sus palmas y luego esparció el líquido espeso sobre el negro cabello de Tamaki. Tallaba el cuero cabelludo de su pareja con cuidado y cariño, lo que menos quería era jalar o lastimarlo, también estaba conciente que no podía demorarse mucho, puesto que el frío podría hacer enfermar al mayor y ahora no se podían permitir gastos médicos.
Una vez terminado todo el proceso, abrazó a su esposo en una toalla, lo sintió temblar debajo de sus brazos y por un momento mordió su lengua para no soltar una maldición por su suerte.
Amajiki se soltó y con la toalla sobre su cuerpo corrió descalzo a la recamara, se puso la ropa que tenía ya preparada sobre la cama, después subió sobre esta y se arropó con las tres colchas que tenían para esa época de frío.
—Oh dios, este invierno realmente está siendo muy cruel.
—No le restes importancia a lo friolento que eres.
—Oye... —Tamaki molesto le lanzó la almohada que utilizaba el rubio para dormir.
Una carcajada de Mirio rebotó por las paredes del cuarto.
—No miento, ¿Quién es el Omega que pone sus pies fríos en mi espalda cada noche?
—Espero ser yo. —Refunfuñó Tamaki.
Mirio se acercó a él y besó su frente.
—Por supuesto que eres tú.
Tamaki abrazó su cuello y lo acercó a él, casi tumbandolo sobre la cama, Mirio repartía besos por toda piel expuesta que se encontrara, incluso sobre esa herida no tan reciente que marcaba a su esposo como su pareja para toda la vida.
—Vamos a acostarnos. —El Omega ronroneó somnoliento.
—No puedo, has dejado un desastre en el baño y si en un rato uno de los dos quiere ir, se va a encontrar con agua fría regada.