Boda Gustacio (P1)

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— Despierta Mariconetti —Escucho mientras alguien abría las percianas de la habitación donde había dormido.

Intenta abrir los ojos, fallo su intento cuando impacto toda la luz del exterior en su rostro. ¿Quien pensó que era buena idea poner la ventana en dirección directa a la cama? ¿Quien puso ahí la cama?

— Dejame en paz, cabron. —Hundió la cabeza en la almohada, cerro los ojos con fuerza y se cubrió por completo con la manta.

— Gustabo, es el puto dia de tu boda.

Abrió los ojos de golpe, olvido por completo la luz de la ventana y tomo de inmediato su movil, 7:20 AM, sin llamadas y varios mensajes de Horacio.

— Aun es temprano —se sentó de inmediato en la cama y estiró el cuerpo.

— Horacio me advirtió qué te levantará a las 7. Te movi y hable un poco, pero al ver que no reaccionabas tuve que recurrir a esto —levanto calcetines qué encontró tirados en el suelo y acomodo las botas de Gustabo— tuviste suerte de que no encontrará ningún balde al cual ponerle agua.

— Pues me conocen muy bien —dijo al levantarse y ponerse a recordar el orden del itinerario— cuando vamos por los anillos?

— Deberían tenerlos listos ya, pero iremos por sobre las 10. Mientras tanto vete a dar un baño y ponte algo decente, también debemos ir por el traje.

— Por supuesto, gracias —tomo su movil y agradeció de camino al baño.

Miro los mensajes.

Despertaste? Le dije al viejo qué te levantara.
Estas ahí?
Estoy nervioso, tu estas nervioso?
Estoy temblando.
Si golpeó a Volkov lo lamento, será para quitar tensiones.
Tienes tu traje?
Perdón, ni siquiera estas despierto.
Te amo.

Sonrió de medio lado.

No se sintió nervioso hasta que vio los mensajes. Se casaría, sé casaría con Horacio. Tardo 5 minutos más para leer los mensajes y procesarlo. De verdad lo haría, las manos le empezaron a sudar y el corazón le daba vueltas. Estaba nervioso y emocionado, eso mostraba la gran sonrisa que ahora tenia.

Tuvo que respirar profundamente para poder responder los mensajes.

El viejo casi me lanza agua para despertarme.
Si estas muy nervioso te puedo llamar.
O golpeas a Volkov.
O haces un atraco, lo que te apetezca.
Iremos en un rato por el traje, a las 10 por los anillos.
No te preocupes por nada.
Te amo.

Termina dandose un baño para intentar relajarse. Tomando grandes respiros, jugando un poco con el agua, lo que necesite.

Cuando termino volvió a revisar su celular, no tenia ninguna respuesta.

Los nervios volvieron.

Le paso las manos a la cara y salió para vestirse con el lock qué el titulaba como Original.

Decidió salir de la habitación sin ningún avance. Encontró a Conway, su padre (lamentablemente) y el hombre que lo había despertado, en la cocina, moviendo varias cosas a un millón de lados. Cuando el hombre lo vio, le dijo:

— Sientate a comer antes —le señaló el asiendo de la barra qué conecta a la cocina y al salon— no querémos que te desmayes en el altar. —hizo lo que pidió, empezó a comer del huevo revuelto qué tenia en el plato— es peor si estas nervioso —lo miro de reojo.

— No estoy nervioso. Seguro tu lo estas, tal vez llores en medio de la bods

— No puedes engañar a un hombre que estuvo casado, Matty. Cualquiera qué sé case estando enamorado esta nerviosos y emocionado. —se sento al lado suyo— Seguramente las manos te suden y tiemblen, el corazón te lata a mil por hora, estes al pendiente de los mensajes de tu amado a todas horas, de la hora que es —exactamente lo que le pasa ahora— lo vez, le pasa a todos. —levanto su vino coml haciendo un brindis.

" A tu madre le encantaba el vino —dijo de forma suelta, divagando.

A su madre, una persona que no conoció. Una madre y una hermana qué no conoció, totalmente desconocidas para sus sentidos pero que Conway recordaba a todas horas. A ese punto, Gustabo prefería no decirle nada, pareciese qué Conway se perdía más en sus pensamientos y la vejes le rendía cuentas. Ahora se siente mal de decirle cualquier reprimenda sobre qué lo llame Matty, o hijo, que mencione a las dos mujeres más desconocidas pero más mencionadas en su vida.

A este punto deja el pasado atrás, Horacio le enseño a dejar el pasado atrás.

No estaría en la misma mesa qué su padre de no ser por el, no aceptaría su comida o cualquier cosa. Vivió toda su vida odiando a unos padres sin rostro, que cuando lo tuvieron, los odio aun más. Pero Horacio sabia que habian vivido grandes momentos con Conway, no podían dejarlo atrás simplemente porque Conway habia tomado a su esposa y a sus hijos por muertos por Rusos, Alemanes, Chinos o los que sea con los que Estados unidos estaba en guerra en ese entonces y la razón por la qué tuvo que ir y destruirse en la guerra.

Entonces Conway se había resignado muy temprano y no descubrió qué al menos su hijo había sobrevivido, sé había cambiado el nombre dos veces y ahora se llamaba Gustabo García, está residente Español y el inglés se le daba fatal.

¿Como saberlo? , le decía siempre Horacio, y realmente, ¿Como saberlo? Entonces con eso, ya no importaba, algunas veces incluso creía que era mucha más vergüenza como hijo qué Conway como padre.

— Pero llorarás? —retomo la conversacion.

— A mares. Pero lo disfrutare.

{{...}}

— EL PUTO TRAJE ESTA SUCIO —grito Gustabo a todo pulmón— COMO COÑO VOY A PRESENTARME EN LA BODA SUCIO.

— Disculpe señor, sabemos que debe estar enojado, pero lo estamos solucionando.

— QUE LO ESTÁN SOLUCIONANDO? ME CASARE POR LA TARDE, NECESITO EL PUTO TRAJE AHORA. — Los gritos sonaban hasta el exterior del local, tanto que de inmediato Conway entro al lugar.

— Qué coño esta pasando?

— MI TRAJE ESTA SUCIO, MIRALO —lo extiende. Se mira perfectamente el antebrazo de la manga derecha con un color gris— Se supone que voy a vestir de blanco, BLAN-CO, yo soy quien va a entrar al altar, soy quien va a caminar frente a todos y frente a Horacio. No quiero verme como UN PUTO DALMATA. Debo verme fantastico, perfecto, impecable. Horacio no quiere casarse con vagabundo, quiere casarse conmigo, con mi bello rostro y bella personalidad, no con un tío que no supo elegir al menos un traje blanco de mierda. —espero unos segundos.

— Terminaste? —asintio— y decías que no estabas nervioso. Bien, el traje es una mierda —se dirigió a le dependiente— porque? Y que sigue?

— Lo lamentamos mucho, hemos dejado qué el nuevo se encargo del traje, fuimos poco profesionales —bufó y se mantuvo en silencio, con un rostro que claramente daba a entender que no tenia suficiente y esperaba la siguiente respuesta— oh, ah, no es muy complicado de solucionar y sientamente podemos arreglarlo, solo llevara un par de horas.

— Ese traje será totalmente blanco? —asintió— Bien, es suficiente para ti? —Se dirigió a Gustabo, quie asientio en respuesta con un rostro familiar.

Como cuando era niño, cuando lloraba a mares después de ir al pediatra o cuando lloraba a mares por caerse aprendiendo a caminar o por no levantar bien las piernas o dejar qué Danielle de diera muchas vueltas al columpio y terminar cayéndose.

Luego de ese llanto llegaba el, dándole un fuerte abrazo y ofreciéndole un dulce para que se tranquilizara. Ese era su rostro ahora, con los ojos lagrimea dos y rojos, con claros signos de que paso una tristeza que apenas se estaba acabando, con la clara esperanza e ilusión en el rostro de encontrar una solución o almenos algo que lo haga olvidar el tema.

Una vez más se puso a pensar en el tiempo perdido, en lo mucho que le hubiera gustado ver ese rostro crecer a lo que es ahora y como le gustaría tener a toda su familia ahi. Pero ya no era cosa suya, ahora ese rostro sorprendería - y como siempre a sorprendodp- a Horacio, todos los días de su vida.

Gustabo ahora tendría, desde la mañana a la noche, alguien con quien compartir todas las facetas de su rostro. Pues que aproveche.

— Entonces vámonos, volveré yo en cuanto acaben y cuando debas prepararte te daré el traje, no te preocupes por eso. —le palmeo una mejilla y camino delante suyo a la puerta— ahora hay que ir por los anillos.

Gustabo lo siguió, y antes de salir, en voz baja se dirigió a le dependiente.

— Buen día.

Arrastrando un poco los pies y con casi un rostro de perro regañado, entro al auto de su padre, cerrando la puerta y poniendose el cinturon después de que se lo pidieran.

Un paseo callado y con buena música ochentera.

Los anillos, en este caso, estaban en perfectas condiciones, brillantes y con las medidas exactas de sus dedos - o espera qué al menos las de Horacio estén bien-. Rwcuefda qué justamente en ese mostrador estaban parados, buscando un buen par de anillos qué exprese la personalidad de los dos al mismo tiempo.

Unos bellos anillos de oro, con piedrecillas de distintos colores incrustados, tres diamantes poco más grandes que las piedrecillas en fila pero que no se levantaban para evitar quedar atrapados en alguna tela. Dentro, las bellas palabras de "Es momento de convertirnos en Gustacio" dada por la letra de Horacio, porque para Gustabo no hay manos más bellas qué las suyas.

Una fortuna de anillos, claro que si. Pero tan brillantes como ellos y el amor que se tenían.

Por supuesto que el anillo le quedaría , había sostenido su mano un millón de veces como para no saberlo, sería perfecto y son los mejores anillo qué pudieron haber elegido aun siendo poco llamativos.

Volvieron al auto con Gustabo totalmente enfocado en los anillos, olvidando el traje y lo qué sería lo siguiente.

— Mierda.

— ¿Qué pasa? —pregunto Conway asustado mientras conducía— Tienen algo malo?

— No, no —Los guardo en una caja negra donde se los habían entregado— Hay que ir a la iglesia y revisar todo.

— A eso vamos —dijo con simpleza

— No, ese no es el problema. Pero tenemos que ir por los animales para que entreguen el anillo.

Conway no entendía a lo que se refería, pero tenia que claro que seguramente no tenían a nadie de confianza - por el terniml qué utilzo- para entregarlos.

— Puedo hacerlo yo. —Se nego

— Horacio quiere que lo haga Pablito —Rio en respuesta.

— Pero si están en el fondo del mar, capullos. Quieren que traiga si cadáver? Estará más podrido qué mi abuela —Dijo en burla.

— No el muerto, cara verga. El cerdo —se terminaron las risas.

— Como? Quiere que su cerdo lleve unos anillos al altar? —asintio— es mucho más fácil que lo haga el perro qué el cerdo, sois retrasados? —los regaño.

— Bueno, Horacio lo ha pedido con mucha ilusión. Hasta consiguió un entrenador, la idea es que pase Pablito y luego perla detrás. Nosotros solo tenemos que hacer la última prueba y revisar qué todo ese bien con el entrenador.

— Suena bien, si lo tienen resuelto.

— La parte difícil sera vestirlos, sobre todo a Pablito, perla no mucho, así que me encargaré de ella. —quiso dejarle lo dificl

— Quieres que yo vista al cerdo?

— Hombre, yo visto a unos tu a otro, así es más fácil y rápido.

Lo objeto, lo objeto muchas veces, no tiene la edad para ese tipo de cosas y sobre todo la condición física como para pelear con un cerdo solo por vestirlo. Tal vez terminaba con la espalda rota o algo parecido. Gustabo pensaba otra cosa, que ni una roca podría con el y esas chorradas para convencerlo.

Al final logro qué las cosas fueran a la suerte con los dados, Gustabo pares, Conway inpares. 3 puntos. Gustabo perdió y se encargaría del cerdo.

— Si me rompo la cadera en el día de mi boda, será cosa tuya.

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Gustabo termino de vestir a Pablito en menos de 5 minutos. Conway, por otra parte, tenia una gran discucion con perla en la habitación de al lado, escuchaba a los dos correr y gritar por todos los lados de la habitación.

— Te he dicho que te quedes quieta —obtuvo un ladrido de respuesta, después de eso escucho las pequeñas patas de Perla moverse muy rápido. Corrió a algún lado de la habitación de nuevo.

A ese punto, Gustabo prefería ver como terminaba la discusión y no involucrarse amenos qué escuchara una emergencia.

Permaneció sentado al lado de Pablito, mientras este daba vueltas en su propio sitio listo para sentarse también.

Permanecieron los dos en silencio hasta que Gustabo recibio unos mensajes.

No, prefiero escuchar tu voz cuando llegue el momento.
Ya le he dejado el brazo mal a Volkov.
Creo que también ya está viejo.
Qué bueno que no me case con el.
Espero todo este perfecro

Pues claro, por eso el único que lo aguanta es el otro viejo.
Pero si mueren mejor que lo hagan otro día.
O si se rompen algo.

Se tanteo escribirle lo del traje, pero mantuvo la esperanza y lo alijero.

Los anillos están perfectos.
Mi traje tuvo un inconveniente pero me dijeron que todo estaría bien en un rato.
Contigo?

Recibió otros mensajes.

El local esta bien.
Todo esta listo para la fiesta
Solo me falta revisar las cosas del pastel y empezar a organizar las mesas.
Me llevara bastante tiempo.

No te preocupes, tomatelo con calma.

Si tu lo dices lo haré.
Volkov me dice que lo ayude.
Cualquier cosa te aviso
TE AMO 😍😘

Ve, ve
También te aviso.
TE AMOOOO MÁS 😍😘😘😘😛♥️♥️

no obtuvo respuesta después de eso. Permaneció viendo los mensajes un rato y luego Pablito de palmeo la mano con la cabeza e hizo un sonido.

— Lo siento, amigo. Estaba hablando con tu padre —hizo de nuevo un ruido— se me notaba? Seguro, ese hombre me hace sonreir aunque no quiera —hizo un ruido más insistente— si, si. Tu y Perla también, no duden de ello —le acaricio la cabeza.

Se quedo hablando un poco de como seria la boda mientras escuchaban los gritos, algunas veces le decía preguntas en las que inventaba en su cabeza las respuestas, tampoco es que Pablito pusiera objeción en ello, es realidad estaba encantado. Le gustaba mucho Gustabo, lo conocía desde hacia muchos años y siempre la pasaba bien con el, cuando lo visitaba en casa de Horacio siempre juegaba con ellos y era mucho mejor su compañía qué incluso estar solos con Horacio.

Aunque no entendía lo que implicaba el matrimonio y que eso llegaba la emoción de tener a Gustabo las 24/7, no dudaba de que fuera algo bueno, por la expresión qué tenían todos al hablar sobre eso.

Y Gustabo la pasaba bien, podía hablar de lo que quisiera con ellos, estarian encantados de escucharlo si despues les acariciaba el regazo.

Entonces seguía hablando después de 10 minutos, con Pablito apoyando su cabeza entre las piernas del humano, y ya sin gritos, solo las patas y ladridos de una perro joven.

Después Gustabo llego al punto de la platica donde no sabia que sería de el. Y aunque se pensó un minuto en hablar de ello, concluyó qué si para poder desahogarse.

— Tendremos una luna de miel, sabes?... Estaremos fuera de la ciudad, en España, de ahí venimos. Los cuidarán bien los viejos, estoy seguro —bufo el animal— creeme, los tratarán bien, pero sean buenos con ellos.

" — también tendremos una noche de bodas, te lo digo por que ya no eres un niño... Aunque no se siquiera si entiendes lo que te digo... Y ni siquiera ese era el punto. —se paso la manos a la cara por unos segundos, para quitarse la frustracion— El punto es que soy asexual, y Horacio Bisexual. Osea que no es asexual, entonces a el le encanta el sexo. Yo lo odio, digo, no me da asco, pero me parece incomodo aunque mi cuerpo diga lo contrario. Puedo fingir qué me gusta, para ayudar a estimularlo o así, pero tampoco me gusta fingir porque lo he hecho casi toda mi vida.

" — y digo, al final voy a terminar estimulado por que el cuerpo es así aunque no quiera, pero estoy seguro que no es igual por que no es que lo esté gozando. Y, bueno, tal vez debería hacer un gesto, o cualquier cosa. —se pensó bien lo que decia— Qué estupideces te estoy diciendo, ya lo hemos hecho, no se porque me porto como qué no. Solo, pense qué podría hacerlo más especial. Pero, estoy bien con satisfacer lo, sabes? Podríamos hacer qué yo no reciba nada y el lo reciba todo, puedo sonreir, y besarlo, al final lo voy a hacer por el. Me incomodaria si fuer hacia mi, pero puede ser solo hacia el, y me gusta su rostro, si el esta feliz yo lo estoy. Me excita sentimentalmente. Si.

Permaneció callado y volvió a acariciar a Pablito, había obtenido una respuesta satisfactoria para el y estaba contento con eso. Así que sonrió hasta que volvió a escuchar un grito de Conway.

— No me muerdas malditasea —después de su silencio fue totalmente impactante, lo asusto y asusto a Pablito al punto de tener que levantarse y colocarse de inmediato detrás de Gustabo.

— Te prometo que no va ha ser así en nuestra ausencia —lo acaricio de nuevo para tranquilizarlo y luego de unp segundos, entro a la habitacion— Qué coño esta pasando?

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— Komo? — Pregunto Gustabo.

— Qué tendremos que atrasar una hora su boda, señor —le dijo el monaguillo.

Después de la sesión de Pablito y Perla en la entrega de los anillos - qué por sierto, salio sensacional y fueron totalmente sicronizados-. Tenían que encargarse de hablar con el Padre y preparar el lugar.

— Porque?

— Haremos la ceremonia de un funeral, después de eso les daremos el tiempo faltan te mientras realizamos un bautizo.

— Porque?

— Se lo acabo de decir, señor.

Estaba totalmente desenfocado y asustado. Sería el quien le diera las malas noticias a Horacio? Si, tendría que ser el porque odiaría a alguien más si no. Conway se quedo hablando con el chico mientras Gustabo se iba fuera a tomar aire. Se estaba sintiendo asfixiado. Fuera estaban Pablito, Perla y el entrenador. Quienes al verlo hicieron qué sé sintiera más ansioso, prefirió ir a la parte trasera de la iglesia y empezó a fumar.

Hacia mucho tiempo que no fumaba.

Debian publicar qué sería una hora tarde la boda también. Debían difundir la noticia y disculparse con las personas que llegarán antes.

Debian modificar los horarios de todo cuando pensaban que se casarian en dos horas. Pues ahora serian tres. Ya estaba lo suficientemente ansioso como para saber eso.

— Estas bien? —escucho a su padre y asintio— me dijeron que como empezarían ahora, al final solo serian cuarenta minutos. Nos dará tiempo para informar a los invitados y yo poder ir por el traje. —no obtuvo respuesta— date un baño, Matty. Relajate y yo me encargo de todo eso. Cuando pase la media hora te llevare el traje para que estés listo y empecemos a organizar las cosas —silencio— le diré al entrenador qué sé los lleve ya a un veterinario, para que estén bien mientras terminamos las cosas y que solo venga media hora antes. —de nuevo— Matty? —lo llamo— Estas bien? —no repsondio— Hijo? —le dio un empujón.

— Como? SI —suspiro— estoy bien, solo será media hora no? —volvió a tomar del cigarro— me iré a bañar para quitar el olor, llamaré a Horacio en cuanto llegue, el le dirá a sus conocidos y yo lo publicare en Twitter. —apago el cigarro— dile al entrenador qué le daremos un adicional, por el tiempo extra y que tenga que cuidarlos más, y que si pasa algo nos llame. —se dirigio a el— Gracias, viejo.

— No tienes nada que agradecer —le palmeo la mejilla y sonrieron— Anda, ve.

Le hizo caso, pidió un taxi qué llego de inmediato y se dirigio a casa de Conway. Cuando llego le fue difícil encontrar la copia de sus llaves, pero al encontrarlas no dudo en abrir y cerrar de inmediato.

Coloco la cabeza en la puerta, cansado, y tomo su movil entre las manos buscando el contacto de su prometido.

Con miedo, inicio la llamada.

Escucho un pitido, dos, tres. Contesto.

— Gusnabo? —escucho del otro lado— me escuchas?

— Si, si —intento no demostrar lo cansado qué estaba— tu a mi me escuchas?

— Si, de maravilla. Qué pasa? Esta todo bien? —Espero unos segundos.

— La boda se tendrá que atrasar unos treinta minutos.

— Como? Porque?

— Por un velorio, luego un bautizo, pero parece que nos dejaran organizarnos el el bautizo.

— No me jodas. Eso es mucho.

— Lo mismo digo. Mejor dile a los invitados qué conoces qué lleguen cuarenta minutos después, que en realidad me habían dicho que cuarenta pero ya pasaron 10 de eso.

— Y tardaste 10 minutos en decírmelo? Qué gilipollas.

— Bueno pero te vas a casar con este gilipollas, así que no te quejes.

— No tendré de otra, pero te he soportado por varios años, unos más no son nada.

Fanfics de GTA RP nunca terminados que pueden leer y usar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora