3. Las damas

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CELINE

Ha pasado una semana desde aquél glorioso baile que organizó Ryle en su palacio, Mer me había dado una calida bienvenida esa noche, muchas personas quedaron fascinadas conmigo.

Pensé en él, y sus ojos azules aguamarina sin dejar de verme toda la noche. Todo parece ir bien, mis padres se alegraron al ver que nuestro primer encuentro haya sido un éxito.

Pero, ¿en verdad le gusté? ¿abre sido muy atrevida?

Mi tía y yo hablamos de eso ayer por la noche, ella me dijo que le parecía muy apuesto, aunque algo prepotente, me límite a reír de su comentario.

Esta es mi tercera visita a Mer, he estado recorriendo los alrededores del castillo, hasta dar finalmente con la biblioteca.

Las palabras de Ryle vinieron a mi mente.

"Este lugar es tuyo".

Pasé mis dedos sobre los libros de política, mío... a partir de ahora esté lugar se volverá mi favorito en todo el palacio.

Faltan pocos días para la boda, he oído que vendrán personas de otros reinos, hadas, elfos, etc.

¿Será que veré un dragón? ¿como debería comportarse uno frente a un dragón? ¿será verdad que son bestias orgullosas y muy sabías?

Siempre me parecieron majestuosos, pueden volar, ir a donde quieran cuando quieran.

Miré a la ventana soltando ir un suspiro y arrugando el entrecejo.

Libertad.

Seguí caminando, recorriendo el lugar me topé con la sección de libros de magia. Se supone que los Mer pueden hacer magia, según su elemento: agua.

Por ahora no he visto a Ryle hacer magia, pero oí que es poderoso, tampoco lo he visto en estos días, como líder de la Corte no debe ser fácil su deber.

De repente oigo algo, no, alguien. Dos personas.

¿Risas?

Camino un poco más escuchando cada vez más fuerte el origen de aquel sonido.

Exclame sorprendida llevando mi mano a la boca, eran dos mujeres. Una era más baja que ella, tenía el pelo rosado y corto y el frente largo hasta el mentón y suaves ojos verdes.

La que estaba a su lado, tenía una belleza más ruda que busca enamorarte e intimidarte, sobre todo su mirada café, su piel morena inmaculada y un largo y ondeando cabello negro que terminaba de llegar a la cintura. Pude notar que ambas llevaban vestidos blancos como las damas de compañía.

La morena dio un paso firme al frente, vaya que si es alta.

-Hola, señorita- su voz era profunda y fuerte, mientras hacía una reverencia y su acompañante imitó el gesto -Permita que me presente, soy Circe Faheem y seré su dama de compañía.

La más baja se acerco a mi con una gran sonrisa.

-¡Yo soy... -emitió un quejido de dolor.

Circe le dio un codazo mientras su mirada se volvía más afilada, la de pelo rosa solo volteó los ojos y se dirigió a mí.

-Yo soy Jane Alstroemeria, su dama de compañía ¡bienvenida!

Dediqué mi mejor sonrisa.

-Muchas gracias por tan cálido recibimiento.

Una PASIÓN más PROFUNDA (0.5) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora