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DIAN POV

La tarde-noche con D y los mellizos fue muy divertida, Dennise es una mujer fuerte y lo es tanto dentro por fuera. Ella es la tercera mujer a la admiró, estar lejos de la personas que amas es duro, pero seguir tu sueño mientras ese hombre te apoya al 100 es algo que a muy poca gente le sucede, pero si alguien merecía eso claro que era ella.

Denisse- Ya era hora que se durmieran esos terremotos - dijo arrojándose al sofá agotada - ahora ... ¿cuéntame como estas? - D me miraba expectante

Dian- Pues bien, hoy tuve una sesión de fotos y...

Denisse- No me refiero a eso y lo sabes - Me reprochó  la pelinegra

Dian- pues - encogí los hombros- Normal, No quiero darle más tiempo al pensar en él, sufiente tengo con soñarlo mientras duermo y ahora verlo en el trabajo - Jugué con mis dedos sin mirarla

Denisse- ¿Aun lo amas? - Alce mi mirada hacia D y la mire en blanco - contesta Dian

Dian- No lo sé - Por primera vez empecé a dudar  de mis sentimientos  hacia Lando - obvio que lo amo - Reí  tontamente-no se porque lo pensé

Denisse- ¿Será  porque tal vez ya empezaste a olvidarlo?

Dian- No, yo adoro a Lando, el es un buen tipo y siempre fue cariñoso  conmigo, creo  que simplemente todo esto me tiene fuera de base, Pero si lo quiero, un amor así no se olvida

Denisse-Si tu los dices - Alzó los hombros y finalizó  la conversación

A la mañana siguiente un fuerte sonido de la puerta me despertó de mi sueño, mire al pequeño carlitos aferrado a mi y no pude evitar sonreír, adormilada llegue hasta la puerta

Carlos- ¿te desperté? - dijo riendo

Dian- un poco - talle mi rostro

Carlos- no aguantaba el ver a mis pequeños - dijo muy sonriente lo que me hizo notar que fue muy bien la noche anterior

Dian- descuida, aún están dormidos

Carlos pasó y comenzó a acomodar a los niños en sus brazos aún dormidos

Carlos- paso más tarde por sus cosas

Dian- descuida

sonreí al ver a Carlos irse muy feliz con sus hijos, después volví a a cama por un rato más, cama sola ya que Denisse también se había ido con George en la madrugada por que lo extrañaba, me alegraba que mis amigas estuvieran felices pero un pequeño golpecito en mi pecho me regreso a mi realidad al recordar que yo estaba sola.


Hoy era día de prácticas, me aliste  rápidamente  porque me quedé dormida y salí como alma que se lleva el diablo. Estaba en la entrada al paddock  pero no encontraba mi credencial.

-no,no,no,noooo - buscaba enojada  entre las cosas de mi mochila la maldita credencial para ingresar

-¿necesitas ayuda? - Era la voz de una hombre pero en mi apuro  no reconocía  la voz

Dian- No gracias, estoy bien- respondí sin mirar - Maldita  credencial de mier....

-Pequeña, yo creo que debes buscar  en tu cuello - Alce mi mirada y me encontré con Max Verstappen

El tomo mi credencial que estaba en la parte de atrás de mi cuello y la paso hacia adelante

Dian- Emmm, yo. Que vergüenza - Mi cara ardia de lo colorada que estaba de la pura vergüenza

Max- No te preocupes- me sonrío- vamos - Tomo mi credencial y la pasó por el scanner, sonó y entre - Déjame te ayudo con esto - Tomo mis bolso donde llevaba un par de lentes para hoy

Las chicas del paddock Donde viven las historias. Descúbrelo ahora