19. Dos meses

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Louis llegó a su casa después del trabajo, tal y como lo había dicho, cenó junto a su madre. Estaba muy callado, apenas respondía con un "si o un no".

Su mamá le había dicho que el celular de Hanna seguía sin dar respuesta. Así que quedó de viajar hasta su casa en cualquier día de lo que restara la semana.

Necesitaba a su ama de llaves y no porque ocupara que hiciera la limpieza, la necesitaba porque Hanna había sido como su nana, desde que es un niño recuerda siempre estar a su lado.

Así que tiene más sentimientos que labores dosmeticos de por medio.

Los días siguientes se llenó de trabajo, así que fue hasta el fin de semana a la casa de su ama de llaves, pero tampoco tuvo respuestas positivas.

Pues donde vivía le dijeron que ella no se encontraba en casa, por lo tanto prometió volver.

El resto de los días sin Harry fueron aburridos, extrañaba la risa del ojiverde y sobre todo, extrañaba tenerlo junto a él.

Nisiquiera había querido embrigarse.

Harry lo pasaba de la misma manera. Ambos estaban queriendo meter sus sentimientos en alguna caja de cristal y dejarlos ahí pero eso era inútil.

Los días seguirían pasando y el amor seguiría intacto.

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¿Qué puede pasar en dos meses?

El día había comenzado y para Louis fue horrible despertar sabiendo que fecha era. Conoció a Harry hace exactamente tres meses y exactamente tiene dos meses de no verse ni hablarse.

Se ha preguntado como ha aguantado pero nisiquiera tiene respuesta para eso.

Durante esos dos meses lo ha pasado con su madre, ya que sigue sin tener noticias de su ama de llaves, ha ido más veces y siempre le dicen que ha salido o que no se encuentra en la ciudad. No sabe porqué Hanna lo está evitando sin darle una respuesta.

No ha tocado el tema de Harry porque nisiquiera sabe por donde empezar

Ha salido a bares a beber con sus dos mejores amigos y de vez en cuando con Sam, esperando encontrar un rostro conocido pero simplemente esos orbes verdes no están por ningún lado.

Por más que ha querido intentar siquiera tener una noche de sexo con Sam, no puede. El simple recuerdo de Harry lo atormenta a tal grado de creer que debe serle fiel aunque no estén juntos.

Y es que el tacto del americano no se siente igual a como es el tacto de Harry.

Por más que Sam bese su cuello, por más que Sam bese sus labios no siente nada. Así que, antes de que pueda siquiera intentar tocar la intimidad del otro, él detiene todo evitando llevarlo a la cama.

Nisiquiera ha podido intentarlo con otros desconocidos. Fue hacerse la estúpida prueba para mostrarle a Harry que estaba sano, pero se quedó con los resultados al darse cuenta que no tenía manera de hacérselo saber.

El rizado seguía trabajando en su empresa, él no tenía porque despedirlo sabiendo que hacía un buen trabajo, nisiquiera ha contado las veces en que sube al elevador y presiona el piso de la cafetería, quedándose ahí mismo sin atreverse a salir y volviendo al piso de las oficinas para encerrarse en su propia oficina.

No sabe la cantidad de veces que ha mandado a su secretaria por el almuerzo, no queriendo bajar y besar a Harry ahí mismo porque lo extraña y necesita de su boca para revivir del sufrimiento que lo ha tenido ahogado y odiando a todo el mundo.

Dos meses en los cuales se la han pasado pensando en que sería de su vida si el decidiera cambiar todo lo que conoce.

Empezando por aceptar que necesita a alguien a su lado para poder tener una vida plena y feliz y que ese alguien tiene nombre y apellido, junto a unos hermosos ojos verdes y hoyuelos encantadores.

LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora