Cap. II

0 0 0
                                    

Llego la noche en la que iba a saber si era el o no, no sé cómo voy a reaccionar en cualquier respuesta o como iba a contestar. Sé que cuando dos personas van unidas por el mismo hilo rojo siempre están unidas y se encontrarán en la época adecuada para seguir vivos toda la vida, eso me contó mi abuela antes de fallecer simplemente lo dijo porque con mi abuelo llevaron 54 años de casados, eso si es amor verdadero y eterno.
Ahí estaba esperando con otro traje elegante y su pelo moreno peinado hacíamos buena pareja yo con mi vestido largo azul ajustado y el con su traje negro, éramos la pareja perfecta.
–hola guapísima– me da dos besos
–hola, que guapo estás– le digo nerviosa
– ¿nos vamos? ¿O quieres seguir embobada mirándome?– me dice con su orgullo y no le quito la razón estaba embobada
–vamonos en la cena lo voy a seguir haciendo– le digo aún más orgullosa.
Cuando llegamos pensaba que no teníamos mesa pero me equivocaba por lo que se ve el ya había pedido mesa a su nombre para dos, nos sentamos  hasta que viniera el camarero.
–hola, ¿saben que van a pedir el señor y la señorita– nos dice el camarero amablemente y el chico le mira mal
–si, de beber vino blanco y para la señorita...– me mira y hablo
–una jarra de agua, porfavor– le digo amable
–perfecto, ahora os traigo la carta para cenar– nos dice con una sonrisa
–gracias– le digo con otra sonrisa, se va –¿que te ha hecho el camarero?– le digo porque desde que le digo señor le ha estado tratando mal
–¿señor?, que tengo 22 años porfavor– me dice mirándome a los ojos, una de mis debilidades a parte de su sonrisa perfecta es que me miren a los ojos.
–si, ¿no?... a claro como yo soy una "señorita" y tú un señor, Claro... ¿sabes como se llama eso?–mientras lo digo me mira y me acerco a su cara levantándome y estando enfrente suya– envidia– me vuelvo a sentar.
–el vino blanco para el señor y la garra de agua para la señorita–nos dice el camarero amablemente
–gracias–dice el, me había sorprendido y todo
–¿saben que van a cenar ustedes?– dice el camarero
–yo voy a querer salmón a la plancha– dice amablemente con su sonrisa perfecta
–y yo voy a querer ensalada de mandarina con queso de cabra– digo simpática
–perfecto, ¿algo más quieren los señores?– nos dice
–ahora mismo, solamente eso– dice con una sonrisa de oreja a oreja.
Pasaron 15 min y nos lo trajeron la cena, mientras la cena.
–¿de que querías hablar?– me dice cortando el salmón y mirándome a los ojos
–bueno en verdad quería saber de ti– le digo mirándole a los ojos también
–¿y que quiere saber la señorita de mi?– me dice de la misma forma que siempre pero esta vez con ojos de curiosidad
– por ejemplo... ¿como te llamas?– le dije sin pensármelo
–Diego rey– en cuanto lo dije me atraganté con la mandarina y empecé a toser a no poder más –¿estás bien, marina?– COMOOOO????? Como sabía que me llamaba marina, ¿lo sabía desde el principio que nos conocíamos? No puedo ser
– ¿como sabes mi nombre?– le dice aun flipando la situación en la que estoy
– desde el primer día que te vi después de 4 años supe que eras tú, la chica que le iba fatal en inglés y que al final acabo en Londres estudiando diseño– me dice con los ojos brillantes
–¿como sabes eso?– le dije curiosa
–¿te acuerdas de andrea?¿tu mejor amiga?– le digo si con la cabeza, aún seguimos siendo mejores amigas aunque en distintos trabajos– trabaja conmigo- si, ¿no? No me lo puedo creer – así que pregunte por ti y me lo dijo– termino de hablar yo estaba en shock sin saber que decir ni hacer
–supe que eras tú porque cuando me distes tu cara me sonaba y me acorde que siempre que decías "te lo prometo" lo cumples, y ahí empecé a intentar saber si eras tú, el porqué de esta cena es por eso– le digo inténtando que no me salga ninguna lágrima, era como mi crush del instituto y cuando me ayudo en inglés era como estar en un sueño y estar así ahora mismo ya vamos, se que no soy capaz de darle un beso ahora mismo o decirle que le quiero que quiero estar con él porque soy así desde que le conozco.
Sin darme cuenta el silencio incómodo cambio cuando se levanto y enfrente mia me beso, ese beso era como si los dos durante todos estos años nos necesitábamos y necesitáramos este beso. Cuando terminamos, me invito y nos fuimos cada uno por su cuenta con una despedida de beso, y cuando se separa de mi en mi oído escucho "te quiero, Marina" le miro sonriendo y nos vamos cada uno a por su coche.

FUCK LOVE- Lucia gonzalez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora