FUCK LOVE- Lucia gonzalez

Cap. V- diego rey

Me levante de la cama y al lado estaba el amor de mi vida seguía sin creer el hecho de que hubiera aceptado ser mi novia pensaba que estaba en un sueño y la noche de ayer fue maravillosa solo con su compañía al moverme la desperté.
– buenos días, princesa– la dije dándole un beso en la frente
–buenos días, señor rey– me dice con una sonrisa —¿tienes que trabajar, no?–
–si, puedes quedarte en el hotel todo el día si quieres, tienes desayuno gratis incluso masaje gratis también, tienes todo pagado.– la digo vistiéndome para irme a trabajar.
–no creo que me quede tengo que hacer cosas– me dice levantándose pero yo la paré y la empecé a empujar para que se sentara.
–relájate por un momento y disfrútalo por mi por favor luego me cuentas y ahí tienes dinero para el taxi— la digo con mis manos en sus hombros y ella sentada en la cama, así que ella acepta pero a la vez bufa, así que al terminar de vestirme la doy un beso rápido y me voy del hotel.
Cuando llego al trabajo, simplemente entrando en mi despacho ya tenia a la señorita garte detrás mía no me dio ni tiempo a sentarme.
–cuéntame todo. porfavor– me dice andrea dirigiéndose a la silla donde estaba sentado
–son las 8 de la mañana, entro y ya te tengo acosándome ¿enserio andrea?– la digo, cuando ella quería hablar la interrumpo –¿que te parece si se lo preguntas a ella? Sois mejores amigas así os lleváis más y quedáis y todo eso ¿que te parece?– la digo abriendo el portátil para trabajar
–me parece genial y por tu parte un poquito de que se te ha subido el ego de que bua eres el jefe y tienes a tu chica perfecta, ¿pero sabes que? Que mejor que me lo cuente marina, es mejor que tú mil veces–me dijo y se fui sin poder decir nada simplemente que son las 8 de la mañana y estoy cansado de ayer y no significa que no fuera la mejor noche de mi vida porque lo fue pero no son horas de contarlo y sé que marina es mejor que yo obviamente es perfecta para un chico imperfecto, sé que marina no estaba haciendo nada a no ser que estuviera desayunando o dormida, incluso que la estuvieran haciendo un masaje no lo sé, simplemente que ella no está ocupada y yo si.
"lo siento, andrea, sabes que te quiero y eres la mejor pero no era momento"
Cuando termine de trabajar escribí a marina para ir a su apartamento para verla ya que no estaba en el hotel, así que fui a casa comí algo rápido, me cambie y me fui en busca de mi princesa, eso a sonado muy cursi de mi parte. Llegue estaba en frente de su ventana como siempre pero esta vez en cuanto grite su nombre el portal se abrió, supongo que era para que entrara y así fue entre en su apartamento.
–hola, niño cansado– me dice abriendo la puerta y dándome un beso en el que siento que sus labios y los míos están en las medidas perfectas para encajar como en un puzzle.
–¿porque me dices eso?– la digo y la devuelvo el beso
–he estado hablando con andrea mientras que tú...– la doy otro beso sin dejarla de terminar de hablar
–no sigas por que se lo que vas a decir–
–hombreee, los tortolitos– dice Noelia viniendo hacia nosotros – ¿que hace aquí tu principe azul? Y nunca mejor dicho– me mira de arriba a abajo porque si, iba de azul
–a venido a verme, entra– me dice dejándome pasar
–¿que se va a quedar toda la tarde?– Noelia siendo Noelia nunca le gusta que esté con su compañera de habitación pero me da igual
–no, si he venido a verla y a decirla que si quiere cenar conmigo pero me tienes que dar primero tú el permiso de dejarla– la digo para irla cayendo mejor
–me lo pienso–dice Noelia mirando a marina que estaba con una sonrisa que no le cabía en esa carita bonita –venga vale, pero antes de las 12 en casa eh, como la cenicienta– la abraza marina y me dedica una sonrisa que nunca había visto, creo que ya la caigo mejor
–sobre las 8 estaré aquí ¿si te viene bien?– las digo y Marina acepta con la cabeza –¡perfecto! Pues a esa hora estaré– la doy un beso y me voy tengo que pensar en qué hacer para que sea inolvidable esta noche. Cuando llego a casa me pongo a mirar mi armario pero no encontraba nada para esta noche así que me tuve que ir al centro comercial más cercano y estuve tienda por tienda hasta que uno me gustara.