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(les recomiendo leer con la canción puesta)

1991

Era realmente un día lindo, soleado, algunas Personas en los parques disfrutando del tiempo en familia, otras simplemente trabajando, pero ahí mismo se encontraba un chico alto, y de cabello negro, piel pálida, unos hermosos ojos marrones, sentado en una banca del parqué.

Después de todo hoy tenía que ir al orfanato a visitar a los niños, le encantaba ir a verlos, jugar con ellos, y sobre todo contarles historias fantásticas sobre el universo.

Hoy no era la excepción, tomos sus cosas y pasos lentos se dirigió al lugar.

Después de no mucho ya estaba ahí, como cada semana los niños lo esperaban en la sala de juegos, para que "el gran Riki" como era llamado por ellos llegará.

Al entrar al lugar todos lo saludaron con una sonrisa y el de la misma forma los saludo. En ese lugar se encontraban muchos niños, diferentes razones, abandono, su familia murió, maltrato familiar, o simplemente llegaron ahí después de nacer.

Riki tomó una silla y como cada semana, se sento frente a los chicos.

- Díganme niños, ¿alguna vez escucharon la historia de amor entre Sol y Luna? - todos los presentes negaron - ¿nadie? Bien, se las contaré

MAYO 1983

Por el bello jardín de la casa de la Familia Kim corría un pequeño de tan solo 10 años, su nombre Kim Sunoo.

El primer y único hijo de la familia, un niño alegre, sano, con una bella sonrisa y esas pequeñas estrellas por todo su rostro, su cabello castaño oscuro, su piel pálida y suave, y sus bellos ojos color miel.
Aquel pequeño estaba realmente emocionado pues su madre le informó que llegaría al vecindario unos nuevos vecinos, eso realmente no era lo que le importaba si no que ellos tenían un hijo de la edad de Sunoo, eso era lo que realmente importaba.

Ahora tendría con quien jugar, ya que ninguno de los niños jugaban con el por todas esas manchitas de su cuerpo, pero vamos, no era su culpa, a veces su papá estaba enojado, y aunque su mami también tenía de esas manchitas que a veces dolían, él no pensaba que fueran la gran cosa.

Después de todo su mami de encargaba de limpiarlas y curarlas, Además que Sunoo sabía ocultarlas muy pero muy bien.

Unas horas después en la casa de a lado de encontraba un nuevo auto, de ahí bajó una bella mujer junto a un niño muy lindo y una niña más grande.

Al verlos Sunoo realmente se emocionó, esperaría un poco para acercarse no quería que se asustaran al verlo, después de todo tenía todo el tiempo libre ya que su papi hoy estaba en casa y no podía entrar hasta la noche, si no hacía caso a su papi nuevamente tendría Marcas en su cuerpecito y el no quería eso por nada del mundo, además su papi no era así todo el tiempo de hecho el era muy lindo, solo se ponía así cuando bebía de ese líquido que olía feo y además solo estaba en casa de vez en cuando.

Minutos después vi a su mami salir de casa, llevaba un gran tazón en sus manos, al verla sunoo se acercó a ella.

- Mami - habló el pequeño - ¿y eso? ¿Para quién es?

La mujer con una sonrisa se inclino hacia el

- mi pequeño sol, esto es para los vecinos, acaso ¿quieres acompañarme?

El pequeño con una gran sonrisa afirmó, y así ambos caminaron a la casa vecina...

Al llegar les abrío una bella mujer, se veía realmente joven, a su lado estaba un pequeño con unos ojos realmente muy lindos.

Mi Pequeño, Gran Sol ☀️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora