Habían decidido salir por la chimenea de Andrómeda directo al Callejón Diagon, ya que era el lugar más concurrido; en esa ocasión solo Draco y él saldrían por si alguien reaccionaba de alguna manera demaciado agresiva así ni Narcissa, Andrómeda y sobretodo Teddy saldrían heridos.
Harry estaba sentado en el sillón de la sala bebiendo café, esperando a Draco que aún estaba eligiendo que ponerse; ya se había cambiado de túnica tres veces, argumentando que era "jodidamente incómodo y hacía demaciado calor para una capa".
Eso le dió tiempo a él de pensar en como enfrentarían la situación de salir al mundo mágico, habían pasado ya 8 años desde la guerra y 6 desde que Draco decidió irse al mundo muggle, pero dudaba que alguien se hubiera olvidado de él completamente; los malfoy eran demasiado reconocibles y aunque a Harry no le hiciera gracia, Draco era bastante parecido físicamente a su padre, sin el rostro tan duro y con el porte menos cruel, pero era obvio que lo reconocerían; aunque ese era él punto de la situación no dejaba de preocuparse por el rubio, sabía que la gente podría atacarle y que el se defendiera podría ser contraproducente, por suerte habían hablado un poco sobre eso, Draco tenía bastante autocontrol gracias a su tiempo de mesero donde tuvo que lidiar con todo tipo de gente y Harry se encargaría de protejerlo sin duda, así que dejo que los nervios poco a poco abandonaran su mente y comenzo a tranquilizarse.
Pronto escucho pasos bajando por las escaleras, Harry volteo para encontrarse con un rubio vestido con una sudadera blanca ligera, unos jeans y botas negras.
— ¿Desde cuando la ropa de mago es tan asfixiante? — pregunto desesperado llendo hacía Harry y reconstando su cabeza en el regazo del moreno.
— Desde que pasaste 6 años vistiendo ropa muggle — respondió divertido — ¿entiendes porque siempre voy vestido así?
Draco hizo un sonido fastidiado no queriendo darle la razón, algunas veces había cuestionado a Harry el porque seguía con ropa muggle en el mundo mágico y que si el tuviera la oportunidad de volver ahí usaría de nuevo sus mejores capas llenas de detalles y hechos a la medida, Harry le había argumentado que la ropa muggle era mucho más comoda y práctica, Draco no lo había tomado muy enserio pero ahora podía saberlo por su propia cuenta.
— Es que es demaciado — dijo — no se necesitan tantas capas de ropa, no puedo dejar de pensar en cuantas cosas se pueden atorar en la capa, y ¿porque se siguen llevando olanes? ¡olanes Harry olanes!
— Solo lleva ropa muggle — dijo Harry poniendo su café en la mesita — te ves genial.
Draco se enderezo sobre el sillon quedando arrodillado al lado de Harry.
— Siempre me veo genial — respondio — es solo que espere tanto para volver a usar esa ropa, para sentirme de nuevo yo y me siento frustrado al no sentirme comodo.
Harry suspiro y volteo a ver al rubio, cruzo sus piernas en flor de loto sobre el sillon y miro a Draco directamente.
— Draco, eres tú, siempre seguiras siendo tú, solo has cambiado; te siguen gustando muchas cosas de siempre, como el café sin azúcar o ser dramatico en ocaciones, algunas cosas te dejaron de gustar como la ropa del mundo mágico o aparecerte con mucha frecuencia porque te mareas y otras cosas te empezaron a gustar, como la satisfacción al quitarle la plaga a una de tus plantas o comprar esas bolitas de gel que crecen en el agua.
Empezo a explicar Harry despacio mientras Draco escuchaba sin desvíar la mirada.
— Nada se queda como siempre, pero sigues siendo tú, solo que has madurado, así que no importa como salgas al callejón Diagon hoy, seguiras siendo Draco Malfoy y seguiras teniendo esa cara de culo que intimida a cualquiera.
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Flores, bodas y acuerdos
Fiksi PenggemarHarry estaba cansado del mundo mágico, así que decido salir a explorar fuera de el, encontrando un espacio seguro en el mundo muggle, con quien menos esperaba. El mundo mágico esta ansioso por saber quien es esa persona misteriosa poniendo en peligr...