Destino

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El tiempo pasó y el destino hizo su trabajo.

Luego del concierto de Kousei y la operación exitosa de Kaori, los cuatro chicos nos reunimos pasada ya una semana de la correcta intervención de los doctores.

Sinceramente, no me sorprende ver la interacción tan fluida que los músicos tienen, era de esperarse sabiendo que el plan inicial siempre fue ese, más no pensé que este plan me acarrearía consecuencias sentimentales graves.

Recuerdo haber escuchado un comentario de Watari diciéndoles al chico de lentes y a la chica rubia que serían una pareja envidiable. El golpe mental fue tan grave que sentí repercusiones en el pecho, causando una serie de tosidos que culminaron en un bombardeo de incógnitas por parte de los tres presentes en la sala. Apenas me calmé, respondí de modo forzado a sus preguntas, haciéndoles ver que me encontraba bien y que sería mejor que me retirara.

Caminé, por primera vez, sin apreciar las estrellas nocturnas. Mi mente se encontraba perdida, repitiendo constantemente la plática que tuve en la playa con mi mejor amigo.

"Que extraño... Si se cruzan nuestras miradas, mi corazón se altera" Se llama amor, chica estúpida, pudiste aceptarlo antes y no te verías envuelta en esta situación.

"Ahora brillan tus ojos" Como aquella vez que mis ojos brillaron por ti, cuando los tuyos seguían grises y me esforzaba inconscientemente para que se tornaran de color cada que tu vista se clavaba en mí.

"Eres un pianista capaz de transmitir cosas, Kosei" Mismas cosas que escondía sin saberlo, solo porque siempre me viste con ojos de amigo, sin saber que dentro de mí tenía más que ofrecerte.

"Tsubaki... Iré a una preparatoria con departamento de música" ¿Pensaste alguna vez en mí? Sabías que no podía alejarme de ti, eras mi soporte emocional y decidiste seguir tus sueños sin mí. Soy la chica más egoísta del mundo ¿No es así? Solo pensaba en mí y en la vida que soñé junto a ti.

Al saber que se alejaba de mí, corrí del modo más cobarde que cualquier mente pueda imaginar, solamente por no querer aceptar mis sentimientos hacia él. Si tan solo hubiera realizado mi jugada esa noche estrellada a la orilla del mar, o incluso peor, si hubiera correspondido a mis propios sentimientos cuando comenzaron a florecer, estaría tocando para mí, y no para la que ahora llena de color sus ojos.

Los días pasan ¿Cuántos se han ido? ¿10? ¿15? Mi noción del tiempo está roto desde que se fue de mi lado.

Watari me recriminó por faltar a la despedida que tuvieron en la estación del tren antes de que la ahora pareja de músicos clásicos emprendiera su camino hacia la preparatoria con departamento de música que tanto anhelaban. Sabía que mi pecho no aguantaría, mucho menos preparado estaba mi corazón para ver a mi amor imposible alejarse con su nuevo amor. Antes de cometer una estupidez o de sufrir otro golpe sentimental, decidí no ir con ellos por el bien de los 4.

En la soledad de mi cuarto solo he podido escuchar música clásica para sentirte cerca de mí, pero cada vez que la lista de reproducción arroja una pieza que contenga violín y piano como principales, no puedo evitar ver mi techo de modo borroso a causa de las gotas que salen con fluidez.

En mi fría soledad decidí por fin sacar todas las palabras que nunca pude soltar hacia Arima cuando tuve la oportunidad de amarlo.

"He encontrado paz contigo,
Cómo si de un tesoro se tratase,
Espero que no esté equivocado,
Porque contigo quiero quedarme.

He encontrado calma contigo,
Desde que escuché tu cálida voz,
Cuando vi esos bellos labios,
Armonizando sin eco.

Encontré todo lo que busco,
Eres todo lo que quiero,
Me he decidido prontamente,
Que eres lo que necesito."

No deseo nada en este momento, solo le pido al destino que algún día, aquel pianista al que le dedico mis lágrimas llene este escrito de melodía. La noche llega, la oscuridad se apodera de mis ojos y la tristeza de mi alma, es otra noche más que no podré dormir por culpa de la proyección diaria de recuerdos en los que Kousei y yo fuimos felices.

Los tres años que no te quise amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora