Decadencia

353 33 14
                                    

No sé cuánto tiempo ha pasado. De nueva cuenta falté a la despedida de la pareja en la estación de trenes, Ryota me volvió a cuestionar, esta vez no pude mentir, me sentí destruida al leer la carta de Kaori, no he leído el escrito de Kousei por miedo a hundirme más en mi miseria.

Hay días que ni siquiera puedo levantarme cuando me despierto, solo miro el techo y pienso qué fue lo que hice mal para que te alejaras. La comida me ha dejado de interesar, el aseo me ha dejado de importar. El tiempo corre para todos y yo sigo estancada en ese último año escolar, daría lo que fuera por regresar el tiempo y hacer las cosas bien.

Mientras hacía el burdo intento de limpiar mi bastante dañada habitación, encontré algo que acabó de destruir la poca inspiración que me restaba, se trataba de la carta de Arima.

Leí cada palabra con detenimiento, estoy segura de que podía percibir el aroma del pianista en el aire, sílaba por sílaba, mi corazón saltaba. Párrafo a párrafo, sentía su presencia junto a mí, hasta su mensaje final.

"Gracias por todo Tsubaki, siempre serás mi mejor amiga."

Las lágrimas comenzaron a caer y me impidieron seguir limpiando el resto de mi corazón roto, en este punto me encontraba desolada, destruida, desmoronada. Todo lo que podía hacer era descansar y esperar a que el dolor físico y psicológico se detuviese.

Mientras preparaba una mezcla rara de alimentos a la que cobardemente llamo "cena" giré mi cabeza por impulso y mis ojos enfocaron uno de nuestros múltiples recuerdos plasmados en una imagen.

Recuerdo este día como si hubiera sido ayer; fuimos a comer una hamburguesa a uno de tus lugares favoritos, aquel restaurante estaba alejado del centro de la ciudad, así que no había muchas personas, era un lugar relajado.

Siempre atesoré ese momento como uno más con mi amigo, nunca pensé que regresaría a mí con sentimientos encontrados. Con pesadez en mis párpados y humo en la cocina giré esa fotografía y me dispuse a arreglar el error que mi errada atención me había hecho provocar para después sentarme de modo solitario en mi sillón y buscar distraer mi mente mientras hacía el fútil intento de ingerir el alimento que anteriormente había preparado.

Como es costumbre, intenté liberar mi sentir a través de la palabra, esta vez enfocada en lo que tengo atorado en el pecho y no lo que arrastra mi corazón.

"Todo está bien.

Sí, puede que últimamente he llorado hasta dormir,
Y me siento débil, decaída y sin ganas de seguir.
Quizá lo último que necesite sea un mal de amor
Aunque siempre que voltee vea tu rostro en una flor.

Y si, también he tenido pensamientos suicidas,
A lo mejor me he refugiado en el dolor de mis heridas.
Pero nada de eso es o será relevante
Tú estás bien, para mí eso es lo importante.

Tranquilo, he buscado modos de sentirme mejor,
Lo último que traté fue esconderme en mi dolor.
Pero solo me estoy haciendo más daño
No he podido salir de mi espiral de llanto.

Pero hey, al menos tú estás sonriendo ¿Verdad?
Eres feliz, triste, no te he visto en ningún momento.
Me alegra que seas lo que yo estoy buscando ser
Así que no te preocupes, todo está bien."

Me pregunto si algún día podré decir de frente todo lo que he querido desde hace años, tuve la oportunidad, pero ella estaba presente. Lo último que deseo es causar un conflicto entre los músicos, eso supondría borrar la sonrisa del chico de ojos azules. A pesar de yo poder recuperar a mi torpe e inocente amigo, no quiero arruinar la felicidad que ahora tiene, incluso si es a costa de la mía. 

El sol se esconde, la luna hace su entrada. Un día más, dentro de mi peor etapa, ha llegado a su fin. Hoy no dormí, simplemente me desmayé, quizá a causa de la falta de alimentos. Oscuridad, nada más solitario que la oscuridad de mi habitación.

Los tres años que no te quise amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora