Hooola, creo que voy a tratar de terminar esta historia lo mejor que pueda, porque como les dije anteriormente, escritora no soy. Dicho esto, ¿alguien me puede decir por qué el capítulo hot tiene más vistas que los anteriores? Que fuerte, hermanas, busquen a Dios. Yo ya lo busqué después de escribir semejante cosa y le pedí perdón de antemano porque lo volveré a hacer JAJAJAJAJA. Okey, basta, disfruten de la lectura y ruego me digan sus opiniones.
***
No lo podía creer. Pero, ¿en qué mundo estaba viviendo que las mujeres no se apoyaban entre sí, sino que, al contrario, hacían todo para complicárselo a la otra? Cuando se reunió con su antigua amiga, quien era la encargada del hospital y ésta se negó a ayudarla para abastecer la cafetería de dicho establecimiento de salud no lo podía creer. Hace muy poco tiempo habían estado conviviendo juntas, almorzando, yendo al club, tomando el té y ahora simplemente le daba la espalda.
Su celular sonó.
— ¿Fer? Sí, voy saliendo del hospital —se apresuró a tomar un taxi—. Me negaron trabajar aquí, Fer —le informó a su mejor amiga.
—¿Qué? Natalia, ¿por qué? Si yo había hablado con Hector, él me dijo que sí, que te citara.
—Pues quien me atendió fue Helena y me negó la entrada —se sentó dentro del vehículo y trató de respirar profundo.
—Amiga lo siento tanto, voy a hablar de nuevo con Hector.
—No, no, Fer, está bien. De todos modos, no quiero tener nada que ver con ellos.
—Dios, estoy por llegar a ver a un paciente a domicilio, siento no haber estado ahí contigo para poner a esa mujer en su sitio.
—Tranquila, Fer, que ya la puse yo -sonrió orgullosa de sí misma al recordar lo que le había dicho-. Gracias, amiga, por todo.
—Nat, sabes que puedes contar conmigo siempre. Me tengo que ir, ¿voy a tu casa más tarde?
—Sí, está bien. Que te vaya bien, Fer.
Al colgar cerró los ojos y respiró profundo repetidas veces para calmarse. ¿Ahora qué iba a hacer?
Le parecía insólito que siguiese pagando por los errores que había cometido su esposo Adrián, porque seguía casada con él, aunque fuese en papel. No era justo que Elena le hubiese cerrado las puertas del hospital para abastecer la cafetería con sus postres porque su esposo tenía negocios con Adrián y también había resultado estafado. ¿Tenía la culpa ella de eso? A los ojos del mundo superficial en el que vivió tantos años así era. Y eso hacía que le hirviera la sangre.
Se tenía que calmar, cosas peores le había pasado y había podido solucionarlas y seguir adelante, esta no iba a ser la excepción, se dijo a sí misma durante todo el camino al colegio de Benjamín. En ese momento se iba a ocupar de averiguar qué le estaba pasando al niño. Sus actitudes, a veces, no concordaban como era generalmente y estaba dispuesta a descubrir qué le afectaba.
El niño al verla corrió hacia ella para abrazarla. La miró anonadado, desde que su mamá había muerto, solo iban a la escuela Pepe Pepe y Juan Gabriel, los hermanos de Vicente y éste último mencionado a recogerlo. Extrañaba una figura materna que fuese por él y lo abrazara con tanto cariño como lo hacía Natalia.
—¿Cómo te fue, precioso? —le preguntó Natalia agachada a la altura de Benjamín. El niño solo levantó sus pulgares arriba y sonrió—. Muy bien, ¿te parece si vamos al mercado por unas cosas para el almuerzo y luego nos vamos a la casa? —Benjamín asintió entusiasmado—. Bien, vámonos entonces —se enderezó, ofreciéndole su mano al niño y él la tomó encantado de pasar tiempo con Natalia.
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Mi Destino Es Amarte | Vinalia
FanfictionNatalia y Vicente emprenderán la aventura de unir sus vidas tras comprender que está en su destino amarse.