𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 ┇「 𝐂𝐇𝐔𝐔𝐕𝐄𝐒 」

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Jiwoo se quejó en voz baja, abrió lentamente sus ojos y estuvo a punto de mandar a la mierda a la persona que había osado hacer tremendo ruido innecesario para levantarla, pero en cuanto abrió los ojos, casi escupió un órgano al ver a Sooyoung -quien por alguna extraña razón lucía enojada- a unos metros de ella junto a la chica de risa escandalosa con la que siempre andaba. Se sonrojó incorporándose en su asiento y tomando distancia decente con Beomgyu.

Le preocupaba más el hecho de que Sooyoung la haya visto durmiendo que la razón por la cual tenía cara de querer matar a su compañero. Agradeció a los cielos que sólo ellos cuatro se encontraran en el salón.

—¿Qué? —preguntó por fin Choi confundido, mirando a la mayor de todos con curiosidad. Jiwoo parpadeó tratando de entender lo que estaba sucediendo a su alrededor.

Jungeun, al ser ignorada, salió cautelosamente del aula. Ella ya no pintaba nada allí.

—Que sueltes a mi amiga. —Sooyoung habló fuerte y claro, acercándose cada vez más a la mesa que los menores compartían.

Mi amiga.

—Sooyoung... —Trató de decir la menor, pero su compañero se le adelantó.

—Tambien es mi amiga. —Reclamó Beomgyu frunciendo el ceño.

La mayor se frustró, no podía ir en contra de eso, debió usar algo como "Mi Jiwoo". Quería echarse a hacer un berrinche como si se tratara de una niña.

—P-pero...

Bufó sin poder completar la frase.

A la mierda todo..

Terminó por tomar a Beomgyu del brazo con rudeza, sorprendiendo a la  gordita, quien no supo qué rayos hacer. Vio como su compañero trataba de deshacerse del agarre de la mayor, pero le era imposible, Sooyoung arrastró a Beomgyu hasta sacarlo del aula. Antes de que el pobre chico pudiera decir algo, le cerró la puerta en la cara. Sooyoung colocó el seguro y luego giró sobre sus talones.

Adiós popó.

Se río internamente por su chiste.

—¿P-por qué? —preguntó Jiwoo, asustada. Se levantó de la silla, retrocediendo torpemente y tropezando con varias mesas.

Sentía como su estómago se encogía por el miedo. Sooyoung comenzó a avanzar hacía Jiwoo, sin entender por qué de repente huía de ella.

—Jiwoo...

—¿Me vas a golpear? —preguntó la menor con la voz quebrada. Sooyoung no supo cómo responder a eso, la tomó por sorpresa— Entiendo si no te caí muy bien, pero por favor n-no lo hagas, me mantendré alejada de ti lo más que pu-pueda.

Seguía retrocediendo y tropezándose con más mesas.

—¡N-no! —exclamó alterada— ¡Jamás haría algo como eso! —Trató de acercarse a la gordita, pero esta se encontraba tan asustada como un gatito en una noche de tormenta.

Jiwoo chocó contra una pared, conteniendo el aire en sus pulmones cuando ya no tuvo más escapatoria. Sooyoung no espero mucho y aprovechó la vulnerabilidad de Jiwoo, ahí pegada a una fría pared, mirándola con aquellos ojos enormes y con el rostro completamente rojo. Apoyó ambas manos a los costados de la cabeza de la menor.

Suspiró, le costaba controlarse. Bajó un poco su cabeza, haciendo que su rostro quedara a sólo centímetros del contrario. Su corazón latía como si quisiera salir de su pecho, era mucho como para soportarlo. La gordita sentía morirse, tan cerca y sin poder hacer algún movimiento. Sooyoung acortó un poco más la distancia, creando un tortuoso roce de labios.

—Me gustas, Jiwoo, me gustas mucho.