Estábamos en los rezos funerarios de Toya, todos vestían de negro, se inundaba el lugar por el olor a incienso y estaba tan silencioso, vi la cara de Enji-san tan pálido y ojeroso, también la de Rei-san carente de emociones y esquelética como si hubieran envejecido 10 años en 3 días.
Luego las de los tres Todoroki que tenían los ojos tan hinchados, después del rezo se hizo una comida, arroz blanco.
Sabía que la comida preferida de Toya era el Yakisoba sin pescado, también recordé cuando quemó mi único vestido en una travesura y cuando prendió las velas de mi pastel, mi labio tembló pero aguante mis lágrimas, los que tenían derecho a llorar era su familia, comí con desesperación antes de que el nudo en mi garganta se hiciera más fuerte.
Pase a darle mis respetos a el altar donde se encontraba su foto, mi cuerpo temblaba pero no me permitía hacer ningún ruido.
"Tus flamas fueron las más increíbles, ¿Verdad Toya?...debí ir a verte, debí ir a detenerte, perdóname, perdóname, perdóname, porfavor perdóname"
Di una reverencia antes de retirarme esa noche, el peso de la pérdida no me dejaba respirar, sentía como se me apretujaba el pecho.—Atsuchi.—Llamó Enji-san y volté con cansancio.
Antes de decir algo el se agacho hasta mi altura.—Puedes llorar.—me palmeo, yo en ninguno de estos días había visto que el hombre pelirrojo lo hiciera, no había justificación para que una externa como yo lo hiciera.
—E-Enji-san...no voy a hacerlo, me niego a hacerlo hasta que supere a All Might, ese era el sueño de Toya y voy a cumplirlo.—
...
Y poco tiempo después, ocurrió otra tragedia...
Cuidaba de Shoto junto a su abuela, ahora se encontraba vendado y durmiendo, veía su pequeño y redondo rostro descansando, acaricie su pelo llena de tristeza.
Shoto no merecía nada de esto, no sé porqué su mamá hizo lo que hizo.—¿Quieres comer Atsuchi-chan?—preguntó Fuyumi-chan, a lo que negué, había estado internado un mes en el hospital por su quemadura, lo había extrañado mucho como para separarme.—No has comido bien desde que se llevaron a mamá y a Shoto.—
—No quiero Fuyumi.—quería volver a ver los ojos bicolores de Shoto, quería verlo jugar y sacar buenas notas en la escuela.
Se que no era la familia perfecta pero ahora estaba rompiéndose más y más.
—¿Atsu?—murmuró el niño.
—¡Shoto! ¿Cómo te sientes?—pregunté, sirviendo un vaso de agua.
—Todavía me duele un poco.—me sentí terrible, no podía hacer más que quedarme viendo, ahora mi amigo tendría una marca de por vida mucho más allá que la de su rostro, pronto empezó a sollozar haciendo que estuviera alerta.—¿P-porqué...mi mamá—me abrace a su cuerpo, odiaba ver sus ojos tristes.
...
Estaba buscando a Shoto por toda la casa, habíamos regresado de la escuela y la abuela había preparado soba frío, su favorito.—¿Shoto?—
Camine a su habitación.—¿Shoto? ¿Dónde estás?—
Pase por el cuarto de entrenamiento, que estaba entreabierto.—todo es tú culpa...Hiciste que mamá me hiriera—me quedé sorprendida, Shoto nunca le había hablado así a Enji-san, escuche pasos del héroe y temí que golpeara a mi amigo por lo que entré, viendo como Shoto golpeaba la pierna de Enji-san.
—¿Q-Qué haces...¡Shoto que haces!—lo jale del brazo pero el siguió intentando hacerle daño a Enji-san, tenía miedo que el adulto nos aventara de una patada, así que empuje a Shoto contra el suelo.—¡¿Qué haces?! ¡Deja de pelear!—trataba de agarrar sus brazos pero forcejeaba hasta que me quito de encima.
—¡Tú eres igual!—Lloro señalandome.—¡Los odio, todo fue su culpa!—
Creí que en algún momento nos arreglariamos, que volveríamos a ser amigos, pero el tiempo pasó...
...
Quería crecer rápido, cada que veía las noticias All might estaba ahí, lo había estudiado miles de veces y seguía sin encontrarle alguna falla, empezaba a obsesionarme el hecho de que ese hombre parecía perfecto.
Debía lograrlo, debía ser mucho más, llegar más lejos, lágrimas de desesperación salieron, mi cuerpo había llegado al fallo, mi kosei no estaba dominado y cada vez parecía más atrasada.
Limpie mis lágrimas, arranque unas flores del jardín y me puse frente al altar de Toya, todos mis sentimientos estaban a flor de piel.—¿Qué debo hacer?...¿esto es lo que sentiste? ¿te sentiste tan insuficiente como yo?—dos lágrimas salieron de mis ojos, quería que la foto de Toya se moviera, que me hablará...
Algo se movió de la ventana, era el pelo blanco de Natsuo, limpie mi rostro rápido.–¡Y-yo nunca estuve aquí! ¡¿Me oíste Natsuo?!—salí rápido, no quería que recordaran que Toya estaba muerto, había pasado el tiempo y todos estaban colgados de un fino hilo que a la mínima destrozada la poca familia que quedaba.
Entonces lo recordé, Toya la última vez había controlado su kosei, debía empezar por eso...
Corrí al cuarto de entrenamiento y respiré.
Había abierto de nuevo la puerta al Tártaro.
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Tiempo.[𝑺𝒉𝒐𝒕𝒐 𝑻𝒐𝒅𝒐𝒓𝒐𝒌𝒊].
Fanfiction𝑫𝒆 𝒂𝒍𝒈𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒃𝒂 𝒔𝒆𝒈𝒖𝒓𝒂, 𝒍𝒐𝒔 𝑻𝒐𝒅𝒐𝒓𝒐𝒌𝒊 𝒕𝒆𝒏í𝒂𝒏 𝒍𝒂 𝒉𝒂𝒃𝒊𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒅𝒆 𝒒𝒖𝒆𝒎𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒅𝒆𝒔𝒅𝒆 𝒅𝒆𝒏𝒕𝒓𝒐 𝒐 𝒆𝒏 𝒆𝒍 𝒑𝒂𝒓𝒕𝒊𝒄𝒖𝒍𝒂𝒓 𝒄𝒂𝒔𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒄𝒂𝒔𝒕𝒂ñ𝒂... 𝒅𝒆 𝒄𝒐𝒏𝒈𝒆𝒍𝒂𝒓𝒍𝒂.