Límite

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Cuando Lois murió, Bruce supo que fue una estupidez ofrecerse como el consuelo del Kriptoniano. Ninguno de los dos puso un límite.

Pronto, Batman se vio debajo del gran cuerpo del extraterrestre, gimiendo y jadeando su nombre, pidiendo por más.

Y Superman se volvió dependiente del Omega. No existía día que no lo buscará o exigiera su presencia en su alcoba. Ambos se había hecho adictos al otro.

—¡Mgh! —Bruce arqueo su espalda al sentir como el pene de Kal-El sobresalía de su estómago.

Las manos del Alpha apresaban las suyas arriba de su cabeza impidiendo que escapara (aunque no lo tuviera planeado) mientras que su pelvis se mantenía en un ritmo constante y duro.

Bruce sentía su cuerpo arder, su cabeza hecha papilla y sus muslos mojados seguramente por el semen expulsado. Todo mientras los dientes de Clark buscaban deshacerse del collar que los separaba de una posible marca y unión.

—No... ¡AH! ¡CLARK! —Bruce gruñó cuando llego a un orgasmo seco.

Todo su ser tembló.

—Hueles tan bien. —El Alpha enterró su nariz en el cuello del Omega. Su pene empezaba a hincharse.

Ninguno de los dos le dio importancia. Solo querían más placer.

...

—¿Luthor estuvo contigo?

Bruce levando una ceja al escuchar como Clark cambiaba bruscamente de tema.

—¿Qué?

El hombre con gafas carraspeo sintiéndose más pequeño en su lugar.

—Olvídalo, por favor. —Kent sonrió nervioso—. Sigamos con la entrevista.

—Vino a verme. —Contestó sin más el Omega—. Dijo que quería crear lazos con las empresas Wayne y aumentar el número de sus ventas.

Clark tenso la mandíbula— ¿Estuvo muy cerca?

—¿A qué te refieres? —Cuestionó Bruce.

—Traes su asqueroso aroma encima. —Gruñó Clark al mismo tiempo que se levantaba e iba hacia el empresario.

—¿Clark? —Bruce de inmediato se puso a la defensiva. Kal-El se veía apunto de atacar.

Grande fue su sorpresa cuando el Alpha lo jalo hasta su pecho y comenzó a besarlo. Desordenado, salvaje y posesivo.

—Déjame follarte, Bruce... —Susurro en sus labios un muy entusiasmado Clark.

Bruce dejó que su oficina fuera testigo de cómo el hombre de acero se perdía entre sus piernas.

...

Bruce poco tiempo después se dio cuenta de que  su pequeño trato de consuelo se había convertido en algo más.

Algo más sólido, con forma, con una finalidad.

Superman se estaba enamorando... Y él igual.

—Es momento de que pare todo esto. —Bruce se quito la mascara para después caer cansado al sofá. Nunca se le había hecho pesado una noche de patrulaje, sin embargo hoy su cuerpo se sentía fatigado.

—Amo Bruce. —Alfred le ofreció una taza de té—. Tiene una cita mañana.

—¿Cita?

—Con el médico. —Fue lo único que dijo el mayordomo.

...

Bruce había planeado terminar con todo antes de que el límite se sobrepasará; pero como era de esperar, Clark y él no podían actuar prudente estando juntos.

Superman llegó levitando sobre Bruce.

Una gran sonrisa adornaba su rostro; podía escuchar un latido más.

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