Superman

6.6K 854 36
                                    

Aumento la velocidad de sus pasos luciendo desesperado ante los ojos de su siempre fiel mayordomo. Para los demás, Bruce Wayne seguía siendo el mismo temple de hielo.

—Amo, Bruce. —Alfred se puso a la par del hombre y lo tomó suavemente del hombro—. Le hará daño. —Dijo mientras su mirada se dirigía a su vientre.

El Omega ignoro las advertencias de su acompañante y siguió su camino. Cojeaba ligeramente de la pierna izquierda.

—¿Señor Wayne? —Uno de los agentes lo interceptó— ¿Qué es lo que hace aquí?

Bruce no contestó. Le dedico una larga y feroz mirada, antes de pasar de él.

—Bruce. —Jim ahora fue el que detuvo al millonario—. No puedes verlo.

—Tengo que verlo. —Wayne hizo el ademán de pasar, pero Gordon lo agarro del saco.

—Bruce, nadie tiene permitido verlo, incluido tú.

—Comisario Gordon, le pido que suelte al amo Bruce. —Alfred, detrás de ellos, se mantenía atento a cualquier movimiento.

Bruce quiso dar un paso, pero el agarre del Beta se intensificó.

—Voy a verlo. —Dictaminó Wayne.

—Lo siento, Bruce. —Gordon lo miró con pesar—. Esta vez no puedo ayudarte.

Ambos comenzaron a forcejear.

—¡Maldición! ¡Dejame pasar!

—¡Bruce!

—¡Joder!

—¡Bruce, calmate!

—¡NO PUEDEN PROHIBIRME VER AL PAPÁ DE MI CACHORRO!

Gordon soltó el saco del Omega como si este quemara y lo miró con ojos sorprendidos.

—¿Estás...? —Por instinto, su mirada se dirigió al vientre de Bruce.

Este lo cubrió celoso. No quería dar explicaciones, ni mucho menos ser el centro de atención, lo único que quería era ver a su Alfa.

—Déjame verlo. —Bruce respiro cansado—. Tengo que verlo.

Jim se alejo tratando de procesar lo ocurrido. Miró a los agentes para después soltar un suspiro.

—Está bien. —Gordon se acercó al Omega—. Sólo ganaré 20 minutos para ti. No más.

Bruce lo miró por algunos segundos antes de voltear hacía Alfred. Este asintió.

Sin más, Bruce entró a la sala de interrogación.

Su mirada se encontró con la del Alfa. Superman sonrio al verlo.

Wayne no lo hizo.

—Bruce. —El hombre de acero se levantó de su lugar con las manos esposadas. El Omega lo paro con un gesto.

Con pasos decididos, Bruce camino hasta la silla enfrente del Alfa. Clark en ningún momento le quito la mirada de encima.

—¿Estas herido? —Kal-El apretó fuerte sus puños asustando momentáneamente al Omega.

—Estoy bien. —Con el rostro neutro, Batman tomó la mano de Clark sobre la mesa—. No tiene importancia.

Pero Superman no estaba contento con esa explicación. Miró de nuevo la pierna del millonario y uso su vista de rayos x. Apretó la mesa con fuerza al encontrar la fractura.

—Superman. —Wayne lo llamó con firmeza.

—Voy a matarlo...

—Casi lo logras. —Bruce se dejó caer en la silla. Suspiro mostrando su cansancio—. Te desconocí por un momento.

Clark, por el contrario de lo que Wayne se imaginaba, no se mostraba arrepentido. Más bien parecía insatisfecho.

—Promete que no lo volverás hacer. —Bruce espero impaciente la respuesta de Superman—. ¡Kal-El!

—Tienes que ir al doctor. —Clark evitó la pregunta levantándose de su lugar. Las esposas parecían ser agua entre sus muñecas porque en un suave movimiento estas fueron destrozadas—. Puedo escuchar su corazón, pero aún así me preocupa.

—Superman. —Bruce se levantó y miró molesto al kriptoniano—. No hagas algo de lo que te puedas arrepentir.

Clark le sonrió dulce. Tomó la barbilla del millonario y lo beso lento, buscando saborear su boca, que Bruce saboreara la suya.

—No me voy arrepentir, amor.

La mano de Superman tocó el vientre del Omega como despedida. Por ahora.

Esa misma noche el guasón fue asesinado.

Superbat. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora