Dialéctica de un Constructo Adquirido

Introducción

Introducción

Y he aquí que el presente escrito lleva por nombre "Dialéctica de un Constructo Adquirido".
Y si te preguntas ¿por qué lleva ese nombre?

Te diré que ni yo mismo lo sé.

Que es lo primero que se me ha venido a la mente al empezar.

Que simplemente,
en el constructo,
se dejarán fluir las palabras.
Palabras cargadas de dogmatismo personal, de ideología nacida para el "yo" pensante, el "yo" ausente, el qué fue, es y que será.
Que van cargadas de ideas inmaculadas sin el amaneramiento o influencia de una moral adquirida externa; que es una moral creada a partir del pensamiento principal de que "todo superhombre tiene como principio el no ser uno más del vulgo común".

"Vulgaris est mea Moralis" - Del vulgo no es mi moral.

Que las opiniones y palabras aquí plasmadas llevan desprecio, llevan amargura en forma de verdades paulatinas y pusilánimes.

Que las masas actuales son juzgadas y las de antaño, igual.

Que habrá comparaciones irreprochables, desmenuzadas en justa medida, para cada interrogante que aquí nazca.

Ante ello, también el título de este escrito podría ser "Paradoja de la Inmuno-eficiencia Adquirida".

Que sí,
que el libro pretende inyectar vitaminas que nutran los ideales de todo aquel que lee, que la única diferencia que tenemos de los demás es un significativo grado de poder ser autónomos en pensamiento, en ser y métodos de vida.

¿Qué contendrá?

Tendrá texto de índole psicológica, personal, científica y religiosa.

Que en estos aspectos, no es óptimo tener una inclinación definida hacia una postura, que en este tipo de temas debe uno objetar desde las posibilidades ilimitadas que tu mente y nivel de captación te permita.

Desde un punto de vista filosófico, religioso, moral, ético, escéptico, etc.

Si harás opinión, no lo hagas con las influencias que te han dado las prácticas cotidianas y las formas moralistas inculcadas.

Ya que; si vamos a discutir el machismo; el ideal del "hombre" arcaico al medieval, renacentista y el hombre "actual" difieren y varían de época a época.

Y si hablaríamos de decir "quién es mejor que quién".

Tu hombre, por ser hombre en primicia "deberías de dejar de pensar como tal" y ver el mundo como "una mujer lo percibe".

Que de ello, la expresión de "cada cabeza es un mundo".

Y a este respecto, puedo decir que es equivocado.

Si bien, las ideas de Ser a Ser son distintas. Hoy Siglo XXI es equivocado, ya que si bien "pueden pensar distintos" las masas actuales tienen un chip implantado que día a día parece degradar y degenerar su capacidad "autónoma".

Adoptan posturas que los hacen iguales en niveles sociales de una asquerosa moralidad; iguales en habla, pensar y medios de vida.

Es como la risa; hay de las que te hacen parte de un determinado grupo de personas.
Risa de imbéciles.

“Que la risa debe ser inocente y nacer del vientre, como la risilla tonta de los enamorados después del amor o la risa que provocan los feriantes por las calles; risa mala es la que proviene del cerebro, risa que te hace sentir por encima de los demás, y solo asoma para que nos sintamos seguros, bien alejados de su estupidez” — Expresaba T. Moure en uno de sus libros.

De esa es la que hablo...

¿Tú no notas que hay risas que te hacen formar parte de un grupo?

**Ríes y miras a otro y construyes más puentes de los que tiene Rotterdam... Bueno, en ese ejemplo os coloco la idea moral del XXI.**

Personas que dicen "tener un mundo propio" pero que son tan iguales a sus congéneres que se les reconoce simplemente con verles.

Se les reconocen a mil metros de distancia con tan solo sus posturas, sus ademanes y su risa estúpida.

Cargados de estereotipos sacados del fondo de no sé dónde.

Tan transparentes, como un vidrio. Mancillado por la "corriente histórica" degradada, degenerada y repugnante que hoy día han adoptado.

Que son como gérmenes.

No... que las unidades celulares de los gérmenes, son más civilizadas en cuanto a patrones de conducta.

Incluso, me atrevo a afirmar que las cucarachas tienen mayor consciencia moral de lo que estas nuevas masas pueden tener.

Dejando a un lado mis claros comentarios despectivos hacia la sociedad actual, que sí, que desde un principio he dicho que las palabras van a fluir sin ocultar nada y que no serán modificadas ni llevarán carga alguna de amaneramiento socio-moral.

Iniciemos finalmente con el tratado.