nordisk kjærlighet

†orgullo†

Unos meses habían pasado desde aquella gran boda, dando por comenzado el invierno, vege por su parte estaba feliz. Dentro de él llevaba vida y rubius no podía de la felicidad, al fin iba a ser padre podría dejar descendencia y criar a un pequeño como un guerrero increíble.

Las cosas en el reino iban bien, a pesar de ser invierno no habían grandes problemas y rubius sobre protegía a vege.

Ese día estaba nevando, ambos aún estaban en la gran cama, el noruego tenía su cabeza apoyada en la pancita del omega, tenía 5 meses, nacería en invierno lo cual alegraba a ambos debido a que en primavera, el alfa estaría ausente la mayor parte por problemas con otro reino, estaría en guerra y eso... Ponía de nervios al azabache.

Le había agarrado cariño, convivir con el le demostraba que no era tan malo como se veía hacia lo justo por su gente y a él, a pesar de ser griego lo trataba como un noruego. - si es una niña quiero ponerle lagertha o freydis y si es un niño quiero que se llame como el gran bjor o...

- o podemos ponerle un nombre único - vege le sonrío y le acarició los cabellos con delicadeza, recientemente los había cortado - que cuando digan su nombre, tiemblen, que sea tan conocido como su padre.

- ¿y si es omega? - vege alzó una ceja.

- puede ser el mejor escudero toda Noruega - lo tomo de las mejillas y se acercó lentamente al rostro contrario, logrando que se despegara de su abdomen - que te parece... Jorgün

El alfa sonrío - como la serpiente.

- así es amor mío - rozaron sus labios y vege se separó un poco - tengo sed Rub.

El alfa asintió y se levantó para buscar algo de tomar, vege se acomodo en su lugar y se sentó de mejor manera, Auron estaba con luzu en una pequeña misión, tenían que buscar un oso que había robado algunas provisiones.

Auron había prometido que cuando naciera el niño, le enseñaría todo sobre ser un escudero y eso le ponía feliz, en Grecia sus hermanos y su madre jamás le permitieron pelear aunque el lo deseara más que cualquier cosa.

Rub volvió con un cuerno lleno de hidromiel, se lo dio y vege feliz tomó de él - no puedo esperar a ver a mi hijo.

- fui con el adivino.

El castaño lo miró sorprendido, el azabache le sonrío - dijo que mi destino estaba entrelazado con el tuyo, que te traería mucha felicidad.

- ya lo haces - le tomó una mano, donde estaba el anillo y beso en dorso de esta - ¿Qué mas te dijo?

- que tendría muchos hijos conocidos - le guiño un ojo - y que mi muerte estaba marcada con sangre, al lado de la tuya.

Rub comprendió un poco - parece amor, que tu y yo tenemos mucho por vivir.

Sam sonrío y siguió bebiendo, esa vida le gustaba, al menos tenía compañía todo el tiempo.

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Para sorpresa de todos los presentes, no era un solo niño, eran dos. Ambos eran niños y eran perfectos, vege estaba cansado pero dejaba que su esposo viera sus hijos, solo pudo recostarse y tratar de descansar un poco. 

En el gran salón estaba Luzu, Auron, Willy y Fargan, un alfa de confianza de rubius, un gran guerrero al igual que Willy pero que su reputación estaba algo manchada por un asesinato que cometió sin querer. Cuando al fin rubius salió con ambos bebes todos se acercaron, sobre todo el omega, se acerco y al mirar a los niños su corazon se derritió -¡Luzu, quiero uno así!

Todos rieron al ver al alfa sonrojado - Consíguete el tuyo Auron, estos son míos - Se separo un poco de ellos - Ellos son Bjor y Jorgün, mis hijos.

- Son hermosos - Fargan se acerco, lo miro y luego sonrió, Willy se mantuvo al margen, no le gustaba mucho eso, ya había superado al omega o eso pensaba el, Aun lo vigilaba y a veces tenia discusiones con rubius por eso pero ahora estaba mas centrado en buscar otro omega y olvidar al que ahora reinaba con rubius.