Capítulo 5: Rumores

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Advertencia:
Capítulo largo. 😔



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Era un lunes por la mañana, podría decirse que era un día relativamente normal, al menos eso aparentaba para nuestro pelinegro, quien caminaba por los pasillos de la secundaria con total serenidad.

Recordaba el viernes pasado; había subido un escalón en su rumbo por alcanzar una amistad con el rubio, y eso era algo bueno. Como siempre le decían los pastores de su iglesia "pasos pequeños, lentos y seguros para metas grandes", y estaba totalmente decidido a salvar el alma de ese chico rubio, costase lo que costase.

El fin de semana se la pasó pensando en cómo avanzar con su "oveja negra", pero no se le ocurrió mucho a decir verdad, tal vez lo volvería a invitar a salir otro día. No le importaba si irían a la misma cafetería a decir verdad.

Escuchó algunos murmullos de los alumnos en los pasillos y sintió las miradas sobre él.

Qué extraño.

Observó cómo algunas chicas colocaban algunos carteles en las paredes, pero ni siquiera se dio el tiempo de mirar qué eran. Total eso no tenía importancia...

¿Verdad?...

Seguramente era su imaginación el sentir que todos lo miraban y hablaban de él... o se reían por lo bajo.

Cuando entró a su salón de clases, iba a ir a saludar a Tweek, pero se dio cuenta de que literalmente estaba rodeado de chicas, ¡incluso Eric Cartman estaba ahí!

Okay, el día pasó de estar normal a ser extraño.

Una vez las personas que rodeaban a Tweek notaron la presencia del pelinegro, murmuraron entre ellas y se dirigieron a sus respectivos lugares.

Craig podía jurar que Cartman le dio un suave golpe a Tweek en el hombro. Por su parte, al parecer el rubio estaba con el rostro pegado a su pupitre. Craig pensó que de seguro todos ellos lo estaban hostigando.

Soltó un suspiro, iba a darle espacio por ahora. Se sentó en su lugar, esperando a que las clases iniciaran.

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La hora del almuerzo al fin comenzó.

Craig llevaba una bandeja con comida entre sus manos, caminando hacia la mesa en donde estaba nuestro querido rubio.

Pero esta vez habían tres chicas con facciones asiáticas sentadas en la misma mesa. Craig sonrió internamente, pensando que al fin podría ver al rubio socializando con más personas.

Así que tomó asiento frente a él, aprovechando que el lugar estaba vacío.

ㅡHola, Tweek.

El mencionado, quien estaba al parecer concentrado en intentar ensartar el tenedor en un trozo de comida -porque sus manos temblaban a más no poder- rápidamente se sobresaltó al escuchar su nombre.

¡¡GAAAH!! ¡Oh Dios, oh Dios!

ㅡTweek, tranquilo, soy yo, no hay nada de qué preocuparse ㅡIntentó sonar suave, porque el rubio estaba más pálido que un muerto, como si hubiera visto algo totalmente aterrador, incluso sus pupilas habían disminuido su tamaño.

Pero el rubio había perdido la capacidad del habla, y al parecer el control sobre sus manos, ¿qué estaba pasando?

ㅡTweek, ¿estás bien? ㅡPreguntó el pastor juvenil al no recibir respuesta, podía sentir la mirada de las asiáticas sobre él y eso le hizo sentir incómodo, pero su prioridad en este momento era el rubioㅡ. Si no te calmas, vas a manchar tu rop- oh, demasiado tarde.

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