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𝟎𝟎𝟏. el oro ─────────────
Leah
Habíamos raspado el tronco del árbol en el jardín de atrás, JJ había escrito el nombre de mi hermano, su fecha de nacimiento hasta la actual y P4L. Pogues para siempre.
—Por John B— dijo JJ mientras levantaba una petaca.
—Y por Sarah— continuó Kie.
Yo estaba sin habla, no podía asimilarlo, la persona con la que llevaba compartiendo prácticamente toda mi vida se acababa de ir, y todo por algo que jamás hizo. Pero yo pienso encontrar a Ward, pienso devolverle la misma jugada. Enterramos una caja con cosas de Sarah y John B justo en frente del árbol.
•••
Estábamos en el muro que nos separaba de la casa de los Cameron. Kie y yo estábamos con un spray de graffiti color rojo, pintando en este asesinos.
—No estoy seguro pero diría que nos ven— comentó Pope bastante nervioso. El único que no había venido con nosotros fue JJ.
—¿Y qué?— cuestioné. —Deberíamos prenderle fuego a la casa— contesté, enfadada.
—Esta bien— dijo, sin querer entrar en una discusión. —Pero... ¿os queréis dar prisa?— inquirió, asustado.
—¿A ti no te cabrea? ¿Ni aunque sea un poco?— preguntó Kie, molesta. Termino de darle un retoque a la palabra.
—Claro que me cabrea, pero intento canalizar mi rabia por otras vías— contestó Pope.
—No está mal— dije cuando terminamos el graffiti.
—Creo que hay alguien ahí— aclaró Pope, se asomó por el bordillo del muro y su expresión se volvió más asustadiza. —Mierda, es Rafe— decretó.
—¡Os tenemos calados!— grité, harta. —¡Asesinos!— dije al mismo tiempo que Kie se unía.
—No es el momento— dijo Pope apartándonos del muro. Salimos del allí y regresamos al barco. —Rafe es un psicópata, podría venir a por nosotros— aclaró.
—Qué lo intente— dijo Kie mientras me extendía un porro. Yo lo acepté con gusto, era lo único que me mantenía últimamente.
—Tengo las mismas ganas de que le pillen que vosotras, pero...— intentó hablar Pope, pero fue interrumpido.
—Pues quien lo diría— dijo Kie, molesta. —¿Y tú te haces llamar pogue?— cuestionó, llegando hacia su lado.
—No puedo ir por ahí haciendo gilipolleces— replicó Pope. —Mañana tenemos clase, no queremos llamar más la atención— definió.
—¿Quieres que nos liemos?— preguntó Kie. No quería formar parte de esto así que me di la vuelta, dándoles la espalda y miré hacia el mar.
