El cumpleaños de mi padre

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SARA

Me desperté sobresaltada. Estaba sudando. Había tenido una pesadilla. Hacía semanas que diariamente tenía pesadillas y ya me había acostumbrado a ellas. Pero ninguna como la que había acabado de tener. Todo se sentía real y vivo. Incluso me atrevería a decir que demasiado. Tenía que calmarme. Todas mis emociones se estaban desbordando (si es que no lo habían hecho ya). Miré la hora en el reloj, las 3 a.m. Justo la hora en la que nació mi padre. ¿Casualidad?

Tras calmarme todo lo que mi ansiedad me lo permitió, me levanté a la cocina a por un vaso de agua y de paso, calmarme un poco más. Seguía muy alterada. Al ir a la cocina escuché unos ruidos roncos. Parece que le estaba costando dormir, eso equivale a que mañana mi padre estaría de mal humor. Suspiré y volví por donde había venido.

Ahora que lo pienso, podría haberle traído un vaso de agua, eso habría cambiado mi vida.

Pero, no. Ese no era el futuro que la vida tenía pensado para mí.

---------------------8:30 h----------------------------

Salí de la cama y apagué el despertador.

Hoy era uno de esos días importantes en los que no tienes ganas de nada. Pero tienes que forzarte a tenerlas.

Hoy era el 65 cumpleaños de mi padre.

Mi padre me tuvo a los 47 años y nos mudamos a esta casa cuando yo tenía apenas 1 año, ya que mi padre quedó devastado tras la inesperada muerte de mi madre. Él nunca me dijo cómo murió. Desde que nos mudamos, no ha vuelto a tener pareja y se le ve bastante deprimido, ese es el mayor motivo por el cual no le pregunto sobre mi madre y mucho menos acerca de su muerte.

Me levanté de la cama y me vestí mientras miraba a la nada por la ventana y pensaba en como felicitar a mi padre. Era un día muy lluvioso. A lo lejos, ví a mi nuevo vecino. Se había mudado apenas unos días atrás. Ni siquiera se presentó a la comida de bienvenida que le prepararon mis vecinos. Supongo que eso no le iba mucho y que era más bien callado. Aún así, era de mala educación no avisar. Ella y yo siempre lo llamábamos "Ben" porque según ella, ese era nombre del chico guapo de las series americanas. Cada vez que la recuerdo, se me sale una lágrima, ella no lo merecía. Supongo que otro tema tabú en mi casa... pero esta vez evito por mi.

Soy una persona que siente la fuerte necesidad de tenerlo todo pensado. Supongo que de ahí viene mi ansiedad. Mis amigos siempre me dicen que no hace falta ser así, y que es mejor dejar que todo que fluya y que salga como tenga que salir. Pero ellos no lo entienden... ni nadie. Por lo menos ella lo hacía.

Salí de mi habitación y saludé a Chufi, mi perrita. Como cada día, estaba rascando mi puerta. Cuando la ví, me vino el vago recuerdo de cómo decidimos ponerle ese original nombre.

Hará apenas unos años. Estábamos haciendo la compra. Entonces, ví una marca llamada Horchata de Chufa-Chufi, ese nombre me pareció increíble, nunca lo había escuchado antes. Le dije a mi padre que si alguna vez teníamos una mascota, le llamaría Chufi. El simplemente se rió y se encogió de hombros, un gesto que yo entendí perfectamente. Días después, teníamos a Chufi en casa.

Cuando llegé al cuarto de mi padre, me di cuenta de que no se había despertado todavía. A juzgar por el silencio.

Decidí preparar su desayuno favorito.

Preparé crepes y café con leche. Fácil y sencillo, como mi padre.

Me quedé revisando el móvil mientras esperaba a mi padre. No tenía ninguna notificación. Yo no era muy sociable, que digamos. Tenía mas bien pocos amigos, pero entre ellos estaba ella, la persona más especial que tenía. Y... uno de los motivos por los cuales sigo aquí. Supongo que tienes que tener cuidado con lo que prometes...

Sumida en mis recuerdos, escuché un gemido, similar a uno de dolor. Subí las escaleras lo más rápido que mis piernas me lo permitieron. Crucé el pasillo. Ahí me di cuenta de que no estaba en buena forma física aunque no me sorprendió, ya que nunca lo había estado y no ayudaba el hecho de que mi casa era ridículamente grande. Pero lo peor es que se sentía todavía más vacía dicen que somos lo que comemos, yo opino que somos nuestro ambiente, y eso es exactamente como estoy; vacía. El hueco que mi madre dejó dudo que lo recupere algún día. Dicen que a cada uno le toca una maldición, esa es la mía.
Aparté los pensamientos que recorrían mente y cuerpo entero y me centré en el sonido proveniente del cuarto de mi padre.

Rápidamente llegué al pomo de la puerta y lo giré. Abrí la puerta de par en par y me asomé. Me quedé petrificada. No podía articular ni una sola palabra. Esto no era lo que debía de haber pasado.

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¡Holii! Estoy súper feliz de haber escrito este primer capítulo. Sí me costó un poco hahaha...

Este ha sido un poco corto, para que conozcan a los personajes y su historia. En el próximo sucederán más cositas y será más largo.

Gracias por haberlo leído.

Spoiler: el siguiente cap viene potenteee

~¿Qué escena se habrá encontrado Sara?~

~¿Cómo habrá muerto la madre de Sara?~

Besitos fantasma,

Lucia -a las 2 a.m. escribiendo- Rodríguez

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