El Brillo De Sus Ojos/Inazuma Eleven Y Tu

Especial 13

Cristal y Nelly:

Narra Cristal

Dejo el libro en mi mesilla de noche y me tumbo en cama observando el techo. Me gustaría tanto tener una historia como la de los libros. Después de todo, sabes que por muchas desgracias que te pasen, siempre tendrás un final feliz esperándote. No... Mi historia no es una historia de libro. Ni siquiera sé si algún día tendré un final feliz. No sé si algún día conseguiré llegar a casa y sentirme satisfecha con mi vida. Demasiadas preguntas. Demasiadas dudas. Y pocas respuestas. La puerta de mi habitacion se abre levemente, y yo no necesito girarme para saber quien es. Llega tarde. Eso es raro en ella

-... Perdón por el retraso... He pillado un atasco-sonrio divertida por lo dudosa que suena su voz y me siento sobre la cama. Se que me ha mentido, pero no pienso culparla. Ya me dirá la verdad

-Estaba empezando a pensar que tendría que irme al entrenamiento yo sola-la chica pelirroja suspira cansada ante mi respuesta y camina hacia la cama dispuesta a sentarse junto a mi

-¿De verdad tenemos que ir a entrenar? Ya fuimos ayer... -suelto una pequeña carcajada ante la cara de disgusto de Nelly. Esta muy graciosa cuando pone esas caras...

-¿Y que quieres hacer?-la pelirroja se gira hacia mi sorprendida y coloca una de sus manos en mi frente

-¿Te encuentras bien? ¿Quieres que llame a un médico?-sonrio levemente y sujeto su muñeca con intenciones de apartarla

-Estoy bien, Nelly. Es solo que tienes razón, ayer fuimos a entrenar, así que hoy haremos lo que tú quieras-separó la mano de mi acompañante de mi frente sin mucho esfuerzo observando la cara de perpleja de Nelly. Me gustaría saber que se le pasa por la cabeza

-¿Lo... Lo que yo quiera?-las mejillas de Nelly adoptan un color rojo que le hace juego con el pelo y que me hace sonreír de lado. Me gusta verla sonrojada

-Si, claro. Lo que tu quieras... Bueno, te recuerdo que mis tíos y mis primos están en casa, así que cuidado con lo que quieres hacer-a pesar de que se que me he sonrojado y tengo ganas de cubrirme la cara, mis ganas de seguir metiéndome con la pelirroja son mayores. Digamos que es como una pequeña venganza por hacerme lo mismo delante de su padre...

-¡Eres una tonta, Cristal!-antes de que pueda evitarlo, un cojin impacta contra mi cara repetidas veces. Es un poco más duro de lo que me gustaría, pero eso no evita que la risa se me escape de entre los labios-¡Ya te pedí perdón por lo de mi padre!

-Vale, vale. Ya paro-abro mis ojos lentamente observando como la chica sujeta el cojin en el aire y me observa con desconfianza-¿puedes bajar el cojin, por favor?

-... Está bien. Aunque a merecido la pena-esta vez soy yo quien la observa con desconfianza. ¿Qué ha merecido la pena?-... Ya te lo dije, Cristal. Haré todo lo posible para que tus ojos vuelvan a recuperar su brillo. Y ahora mismo están relucientes

-... Para eso no necesitas golpearme con un cojin-agacho la cabeza tratando de disimular la sorpresa. Nelly sigue insistiendo en eso. Debería saber que mis ojos se iluminan solo con verla

-Puede ser, pero así es más divertido-la pelirroja sonrie divertida, pero enseguida se pone sería.

Mi compañera se levanta de la cama y camina hacia la chaqueta que ha dejado tirada en medio del suelo y comienza a rebuscar entre sus bolsillos. ¿Qué hace? Inclinó mi cabeza confusa y me arrimo al borde de la cama tratando de averiguar qué está buscando. ¿Su móvil? No creo, siempre lo guarda en el bolsillo de la falda. ¿Su cartera? No. No suele llevarla encima. Siempre paga con el móvil. ¿El collar de luna que le regale hace un mes? No. Lo tiene puesto. Puedo ver el enganche del collar pegado a su cuello. ¿Entonces que es? Por suerte no tengo que esperar mucho para averiguarlo. Nelly no tarda mucho en encontrar aquello que estaba buscando y regresa a la cama con una sonrisa bailandole en los labios