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T/N's pov
Estabas con Jonathan, solo haciendo recados. Era un día de verano del Medio Oeste increíblemente caluroso y, aunque tu mente estaba en ir a la piscina para refrescarte, tu novio había decidido que hoy era el día en el que necesitaba comprar una nueva película para su cámara.
Hiciste pucheros y te quejaste, pero él te miró con esa mirada y ese pequeño apretón en la parte superior de tu muslo mientras conducía que te decía que más tarde compensaría tu decepción, así que no te quejaste. Sin embargo, estabas listo para arrancarle la cabeza por dejar el auto estacionado al sol, sin el aire acondicionado funcionando y las ventanas apenas rotas. Estuvo en la tienda solo unos minutos, pero te sentiste como si te estuvieras ahogando en la humedad y con un gemido molesto sacaste un par de dólares de tu bolso y abriste la puerta del lado del pasajero, saliendo.
Tus largas piernas deslumbraban al sol, el sudor se pegaba a tu piel bronceada. Te habías vestido para la piscina, sin esperar que te dijeran que no, y no habías pensado en traer refuerzos, dejándote con tu diminuta parte de arriba de biquini verde y un par de desteñidos zapatos duques de margaritas azules. Mirando a ambos lados, cruzaste rápidamente la calle, sin darte cuenta del grupo de chicos parados afuera de una de las tiendas hasta que fue demasiado tarde.
"Maldita sea, la chica de Byers está buena". Escuchaste a uno de ellos decir, se parecía a uno de los amigos de Steve, así que simplemente pones los ojos en blanco y abres la puerta de la heladería, saliendo al aire fresco.
El tipo detrás del mostrador te mira con los ojos muy abiertos, a lo que solo respondes con una sonrisa encantadora.
"Hola cariño", dices, apoyándote contra el mostrador de vidrio, mordiéndote el labio. "¿Puedo pedir dos cucharadas? ¿Fresa y menta con chispas de chocolate?" Preguntas, casi burlándote de él con tu pequeña sonrisa inocente. Ves su rostro sonrojarse, antes de que haga un ruido estrangulado, mirando detrás de ti.
Te das la vuelta, sorprendido de ver a Jonathan, con su bolsa de la tienda de películas colgando entre sus dedos.
"Hola cielo", dice, viniendo a tu lado, su boca forma una línea firme. No estabas seguro de si había escuchado la forma en que estabas coqueteando con el chico, o si simplemente estaba enojado porque te miraba fijamente. "Pensé que estabas esperando en el auto." Deslizó su brazo detrás de tu espalda, metiendo su mano en el bolsillo de tus shorts, apretando fuerte tu trasero.
