steve harrinton

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Resumen: Steve se ve adorable con su traje de marinero.



















































¿Esto? ¿En serio? ¿Crees que me veo lindo en esto?" Asentiste, riendo, y él se burló. "Esto parece algo con lo que tu mamá te vistió para las fotos cuando tenías dos años". Ante su arrebato detallado, te moriste de risa. "No es gracioso, t/n. De verdad, no lo es"

Reprimiste la risa y asentiste, aunque tu diversión aún se reflejaba en tus ojos. "Te odio." te reíste y te inclinaste para besarlo, amando la forma en que inmediatamente se derritió con tu toque a pesar de que estaba molesto con tus burlas.

"Tú me amas y yo te amo ... y este atuendo. Déjame demostrarte cuánto me gusta", le guiñaste un ojo y se quedó sin aliento. Él era demasiado fácil. Lo empujaste de vuelta al armario de almacenamiento, que era sorprendentemente espacioso, y te dejaste caer de rodillas. "Voy a hacer que te sientas realmente bien, ¿de acuerdo?"

Él asintió, las mejillas ya se sonrojaban un poco. Empujaste su camisa sobre su estómago, exigiendo que la sostuviera para que no se ensuciara. Él obedeció, el ritmo cardíaco se aceleró mientras te movías para bajarle los calzoncillos y los bóxers.

Su polla saltó, ya dura y febril y sonreíste, mirándolo a través de tus pestañas mientras lo metías en tu boca. Dejó escapar un grito ahogado y se sobresaltó cuando sintió que su punta golpeaba la parte posterior de su garganta. Estabas atragantado por su longitud, pero estaba claro que no te molestaba. Tenías una intención y era ver qué tan rápido podías hacer que se corriera.

Sus dedos se curvaron y arrugaron la parte delantera de su uniforme, luchando por ponerse de pie para que lo empujaras contra la pared. Gimió y se hundió contra él, sintiendo tu murmullo de aprobación por todo su cuerpo. Lo estabas chupando como si tu vida dependiera de ello.

Apenas estaba de pie, avergonzado por lo rápido que lograbas llevarlo allí. Los dedos de sus pies se doblaban en sus zapatos, las rodillas luchaban por no doblarse, el labio sangraba por lo fuerte que lo mordía tratando de no hacer demasiado ruido.

"Oh Dios, oh mierda... T/n, ¡vas a hacer que me corra!" Volviste a tararear y le apretaste el muslo, dándole que siguiera adelante justo cuando se soltaba por tu garganta. Te tragaste su sabor, continuaste chupándolo hasta que se quejó de sobreestimulación y estuviste seguro de que lo habías ordeñado hasta dejarlo seco.

Aceptaste su mano temblorosa mientras te ponías de pie, lamiendo tus labios húmedos e hinchados. "¿Me crees ahora, Harrington?"

𝗼𝗻𝗲 𝘀𝗵𝗼𝘁𝘀; stranger things  ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora