Veintiuno.

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El olor a desinfectante seguido del mareo con náuseas fue lo primero que me aterrizó a la realidad, mis ojos tardaron un poco en acostumbrarse a la potente luz blanca que lastimó mis pupilas y sin más volteo un poco mi rostro a los costados para ubicar un poco mis sentidos y notar a mi derecha un aparato que constantemente media los latidos de mi corazón, una bolsa de suero estaba en lo más alto del mencionado y aquello hizo que por instinto mis ojos viajaran a mi mano en la cual una intravenosa pasaba a mi cuerpo ese líquido transparente. Aquello no me paralizó, lo único que ocasionó fue que una maldición se escapara de mis labios, la garganta me dolía, sentía que en cualquier momento se podría desgarrar por dentro. La sed que tengo me aterró y entonces aparte de mis latidos un segundo pitido se escucha en esa habitación.
Cuando mi rostro gira, solo puedo acallar la mitad de ese jadeo lleno de dolor e impotencia. Lo observo a él, conectado a respiración artificial, con una intravenosa en su muñeca izquierda, en la cual el líquido que corre por esa manguera transparente es un color café espeso, muy similar a la textura de la gasolina, aunque claro lo que pasaba de la bolsa diminuta a su vena no eran más que medicamentos para mantenerlo con vida y otra en el brazo derecho, en donde el líquido rojo y espeso me anunció que Jimin había perdido más sangre de la debida y debía recuperarla.

Nada más que pánico y un dolor enorme en el pecho me hizo compañía en aquella habitación en la que mis latidos de corazón se mezclaban con los suyos. Hice el esfuerzo por levantarme y sin embargo antes de lograr siquiera sacar un pie de la cama las manos de alguien más se aferran a mis piernas y entonces veo a Namjoon al pie de mi cama.

- No. Jungkook esta vez no lo harás, debes ser paciente y esperar a que él este mejor para entonces así poder hablar. No tienes idea de todo lo que Jimin tuvo que resistir para así poder llegar hasta ti y ahora que están aquí, compartiendo habitación no voy a permitir que existan más palabras que las mías y menos si aquellas los van a hundir o unir aún más.

- ¿Que nos pasó?

- A Jimin de todo... A ti, casi nada físicamente hablando, pero emocionalmente estas aún más jodido que Jimin. Solo estarás aquí un par de horas, después te darán el alta y entonces así podremos ir a mi departamento, te ducharás y descansarás hasta que él este mejor. ¿Entendido?

- Lamento romper tu fantástico y estructurado plan Namjoon, pero no. De mi Jimin nadie me aleja.

- ¿Y si él lo pidiera?

- Ni así me alejaría Namjoon, ya lo perdí una vez. No lo haré una segunda.

- De verdad que a veces me desesperas.

Y entonces una media sonrisa nos hace compañia.

- Hyung ¿me ayudarías por favor? Quiero verlo más cerca.

- Mocoso desobediente. -Y a pesar de ello se acerca a mi lado y me ayuda para dar unos cuantos pasos y permanecer frente a él-, te dejaré a solas con él, solo cinco minutos Jeon, solo porque debo orinar.

- Gracias Namjoon.

- Sigo siendo hyung para ti, mocoso irrespetuoso. -y sin más sale de la habitación dejándome a solas con Jimin.

- Ay mi amor. Mira como estás... -Observo detenidamente sus facciones, me es imposible no pensar en todo el daño que el que creía mi mejor amigo le hizo al amor de mi vida. Está notoriamente más delgado, tiene enormes ojeras adornando sus ojitos e inclusive ha perdido ese hermoso rubor en sus mejillas. Está en caída libre. Está apagandose y me odio por no hacerle compañia. Sin más me quiebro a su lado y me permito llorar hasta secarme, me permito maldecirme por no estar a su lado, me permito pedirle, rogarle su perdón y arrodillarme a su lado sosteniendo su mano.- Te prometo mejorar, odio verte así, mi mundo se apaga si tu no estas conmigo. No quiero perderte... Por favor amor, no me dejes... N-no te vallas.

No siento más que el suelo haciéndome compañia y la oscuridad haciéndome cerrar los ojos.

(💜)

Él aún no abre los ojos, tal parece que cada vez el latir de su corazón se hace más intenso y me duele. Me acaban los segundos convirtiéndose en minutos dentro de esas cuatro paredes que lo mantienen aferrado a esa cama.
Físicamente me siento agotado, he perdido peso porque me es imposible comer, no puedo dormir bien y las ojeras ya comienzan a ser notorias, solo velo por Jimin, porque vuelva a la vida y recupere toda su energía, velo porque él se recupere pronto y pueda volver a casa, si es conmigo o sin mi, ya da lo mismo. Lo único que deseo es que él este bien.

He intentado localizar a Yoongi y mis intentos han sido en vano, hace días que no asisto a la empresa, sin embargo mis padres están enterados de que es lo que hago y aún más importante a lado de quien estoy. A pesar de las heridas que Jimin ha ocasionado, nos mantiene a todos pendientes de lo que le suceda. Incluso a mis padres, quienes lo dejaron de considerar parte de la familia desde el minuto uno en el que me dejó.
Hace unos pocos días visité a la familia de Jimin, sin embargo la casa permanece sin una sola presencia desde hace poco más de dos meses. Les deje recados en la puerta inclusive con algunos vecinos con la esperanza de que respondan y si bien me va, aún tengan algún recuerdo de mi.

(💜)

Jimin.

No escucho más que un tormentoso sonido, un pitido que segundo tras segundo se repite, y no me deja descansar. La agonía de mi cuerpo no es más dolorosa que la que vive mi corazón.
Puedo escuchar su voz y en mi mente se graban cada una de las palabras que lo he escuchado decirme. Sus lágrimas parecen impregnarse a cada rincón de mi piel en el que han caído y las súplicas y el perdón que me ha rogado son mi mayor tormento.
Quiero responderle, pero soy incapaz de mencionar palabra alguna, quiero abrazarlo, pero no puedo levantar ni un solo dedo, quiero perdonarlo y decirle que todo estará bien, pero no soy capaz de verlo a la cara y mucho menos de mentirle de tal forma. ¿Quien soy yo, para perdonar a un Ángel que no me ha hecho daño alguno?

Los segundos se convierten en minutos, los minutos en horas y no sé si las horas ya se han vuelto días, meses o años. El tiempo así parece transcurrir con mayor rápidez y no estoy siendo consciente de nada de lo que ocurre a mi exterior.

De pronto un dolor insoportable, un líquido espeso llega a mi paladar, es una sensación de amargura y náuseas, mis sentidos se ponen alertas y mis ojos de ver oscuridad se encuentran con la luz más blanca y brillante que he visto en mi vida. Parpadeo un par de veces para acostumbrarme a la fuerte luz de lámpara y me encuentro con una silueta de pie a un costado mio. En lo más profundo de mi corazón ruego porque sea Jungkook. Lo que no entiendo es porque sigue sosteniendo la manguera que me inyecta suero y porque tiene esa aguja dentro de ella.

- ¡Deja de hacer eso! ¡Me duele! ¡Me estás matando! ¡Jungkook, por favor!

- ¿Jungkook? Cariño, ¿tan rápido te olvidaste de mi?

Mis ojos se cierran por el pánico repentino que comienzo a sentir y grito en desesperación esperando a que la risa sádica que de pronto Yoongi ha comenzado, sea de menor importancia que mis gritos de auxilio.

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