Mi bailarín GoGo ||YOONMIN||③

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La música retumbaba en el enorme establecimiento, junto con la compañía de gritos que la gente lanzaba en señal de diversión. Las luces de colores mejoraban el ambiente, volviéndolo más divertido.

– ¡Bienvenidos sean todos hoy! – grito una voz de hombre por el micrófono, haciendo que retumba en los altavoces, – Me complace anunciarles que hoy, por primera vez, tenemos como numero principal un grupo de bailarines GoGo... Me gustaría decir que ellos bailan demasiado bien y no olvidemos que jodidamente sexys que son – hablo, encendiendo la curiosidad de los presentes.

– Muy bien... Iremos presentando uno por uno a cada uno de los integrantes que conforman este increíble y sexy grupo – hablo esta vez una voz de mujer, escuchándose el ruido de las personas emocionadas.

– Muy bien, no quitaremos más tiempo y empecemos a nombrarlos – la gruesa voz se escuchaba emocionada, – Presentando al primer integrante... Su nombre es... ¡Happy virus! – grito el hombre.

En la tarima mediana que se encontraba en el centro de la pista, se dejo ver un muchacho que por lo que se veía no pasaba de los veinticinco años. Los reflectores de inmediato lo cantaron.

Estaba con el pecho al descubierto llevando puesto un arnés que acompañaba a un short a la medida de los muslos y junto a ellos unas botas de cuero hasta las pantorrillas.

Movía sus caderas al compás de la música tena alegre y a la vez tan sensual.

El sonido de la música dejo de escucharse un poco y la voz de la mujer hizo acto de presencia.

– Eso fue muy divertido amigos, de verdad que nos llenó de su virus feliz – bromeó un poco, – Ahora es momento de presentar al siguiente integrante... Con ustedes... ¡TY! – grito con un lento inglés.

El reflector lo enfoco, con un crop top blanco de mangas largas y una pequeña falda del mismo color, el chico cargaba unas medias rosa pastel con un listón en la parte de sus muslos que se ajustaba. A juego unos zapatos de plataformas rosas.

Su falda se movía demasiado por el constante movimiento de sus caderas por el ritmo de la música. Muchos minutos pasaron, la gente algo emocionada de ver bailar a tan bonitos muchachos.

Nuevamente todo quedo en silencio total y ahora solo la voz del hombre se escuchaba.

– Eso fue demasiado sexy... Pero sigamos en el maravilloso show... Delante de ustedes tenemos a... ¡Fairy prince! – todos volvieron a gritar emocionados.

El reflector a punto a una esquina de la pequeña tarima y se pudo apreciar a tan hermoso chico.

Con su pantalón de cuero ajustado y su arnés en el pecho, hacia gritar a las mujeres y uno que otro chico.

Sus zapatos de plataforma y el movimiento que realizaba con su pelvis, tenían a todos hipnotizados. Largos minutos pasaron hasta que se detuvo la música de nuevo.

– Ya chicos, cuiden su garganta que esto todavía no termina – la voz del hombre seguía escuchándose, – Bueno seguimos observen bien porque tenemos a... ¡Dance machine! – los gritos no se hicieron esperar.

Apuntando con el reflector a la otra esquina, se pudo visualizar mejor al chico con su musculatura bien marcada.

Su pantalón que al igual que él de Prince, se amoldaba perfecto a sus marcados muslos y su pecho estaba libre el no cargaba arnés, solo una bonita boina que combinaba con sus bonitos zapatos de piso de un color rojo, no tan llamativos.