Mi bailarín GoGo ||YOONMIN||③

06

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Jimin estaba realmente satisfecho de ver a sus niños hacer sus dibujos de una manera pacífica y ordenada. Hoy era de esos días en los que los niños cooperaban con todo.

Alzo la mirada para asegurarse de que todo estuviera en orden y a lo lejos pudo ver a un niño solito en las mesas del fondo del salón.

No gustándole eso, se levanto de su lugar y camino hasta llegar con él. Se trataba de su alumno más pequeño, el pequeño Jungkookie.

– Hola cariño, ¿Por qué tan solito? – preguntó al infante.

– H-hola, profeshor Mochi. Lo que pasha que mi amigo Tae no vino hoy y me dejo sholito – sacó a relucir su puchero mientras coloreaba a su dinosaurio azul.

Jimin río por su forma de hablar, era el único de sus niños que no podía pronunciar correctamente las palabras con "S", le causaba ternura.

– Oh, entiendo. Tae no pudo venir el día de hoy porque está enfermito de su barriguita – frotó se estómago.

El niño lo miro con su semblante de preocupación y miró su dinosaurio a medio terminar.

– Profeshor Mochi, me puede dar otro dibujo para colorear y una hoja para dibujar, por fish – pidió con voz chiquita.

– Claro que sí, Kookie – se alejó a su escritorio por un par de hojas y un nuevo dibujo.

Con una sonrisa suave se acercó de nuevo y le entregó las hojas al niño. Este las acepto y un poco torpe le agradeció con una reverencia.

Estaba algo curioso de porque siempre agradecía con pequeñas reverencias, algo torpes para su tamaño, pero muy adorables.

Ahora que se daba cuenta, su pequeño Kookie era el único que tenía personalidad de adulto. Siempre agradecía con pequeñas reverencias, a la hora de los juegos no participaba, porque le parecían aburridas y prefería mirar su libro de silabas para poder aprender a leer.

A la mayoría de sus alumnos no le tomaban importancia a la lectura, pero Jungkook siempre le pedía que le enseñara a leer. La hora de la siesta era la el único niño que sostenía un cuento he intenta leer solito.

– Miré profeshor Mochi, este dibujo she lo daré a mi amigo Tae y este otro dibujo lo hice yo – le mostró la hoja con el dibujo de dos niños en un bonito jardín, – Eshte shomos él y yo, she los voy a regalar cuando venga.

– Está muy bonito Jungkook, estoy seguro que le encantará. Ahora termina tu dinosaurio, mientras yo guardo el regalo de Tae para que no se ensucie, ¿Está bien?

El infante asintió y siguió con su tarea de pintar a su dinosaurio de azul, a su papi le iba a gustar tanto que lo pondría con sus otros dibujos, en la puerta del refrigerador, que estaba seguro que ya no entraría de tantos que tiene.

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A la hora de la salida corrió hasta la puerta para formarse y ser de los primeros en salir, estaba emocionado, quería enseñarle cuanto antes su dibujo a su papa.

Jimin formó a todos sus alumno y les dio la indicación de agarrarse de los hombros, como un trenecito. Todos haciendo sonidos de trenes.

Los condujo con cuidado de que nadie se quedará atrás y se soltará. Su alumno Jungkook se veía mas emocionado que de costumbre.

Una vez todos llegaron al portón, los empezó a nombrar a uno por uno, siendo Jungkook el tercero.

– ¡Min Jungkook! – nombró.

Pero nadie contestó, lo nombró unas dos veces más, pero nadie contestó.

– Lo siento pequeño, pero tendrás que esperar otro turno más.

Con un tierno puchero sostuvo la mano de su profesor. Jimin siguió nombrando a todos sus alumnos, hasta terminar con ellos, volviendo a nombrar a Jungkook, pero nadie apareció.

Una hora transcurrió y nadie llegó por Jungkook.

A Jimin se le achicaba el corazón al ver el semblante decaído de su alumno más pequeño.

– Jungkookie, cariño. Ven buscaremos la dirección del trabajo de tu papi para llevarte con él, ¿Está bien? – le habló, recibiendo un asentimiento pequeño.

Jimin pidió la dirección del trabajo de su alumno y con niño en mano, camino hasta su automóvil, y así poder llevar a su alumno al encuentro con su padre.

Jungkook estaba triste, pensaba que su papi le había abandonado como su mami, o como él le decía la fea bruja.

Él había sido un buen niño, hacia sus tareas y hasta estaba aprendiendo a leer para poder ayudar a su padre con su "tarea" y así no se durmiera tan tarde. Y en los días que no iba a la escuela pudiera ayudarle también, para que jugará con él y no hiciera tanta "tarea".

Tenía miedo de estar solito otra vez y que llegarán los feos monstruos otra vez.

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MINSAHORI☆

Actualización de está historia que tenía olvidada,

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