Mi bailarín GoGo ||YOONMIN||③

02

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El hombre se sentía decepcionado, no sabía como era posible que Yoona fuera capaz de dejar botado a su hijo en la puerta de su empresa.

Alzando la vista pudo ver dormitar a su hijo, a su pequeño Kookie.

Cuando llego en la mañana a su empresa se encontró con la sorpresa que su hijo se encontraba en su oficina, su secretaria le había dicho que cuando ella llego, lo encontró en la puerta del edificio con sus maletas llenas de ropa y con su dinosaurio de peluche en sus manos.

En la pequeña mochilita que el pequeño cargaba en su espalda venía con un biberón y una mantita, en vuelta en la manta se encontraba un sobre, que a su parecer era una carta y varios documentos.

En sus manos el sobre ya estaba roto y la carta no se atrevía a leerla. Soltando otro suspiro agarro valor para poder leer lo que contenía la dichosa carta.

"Hola Yoongi...

Si estás leyendo esto es porque ya Jungkook está contigo. No se como vas a tomar esto, pero lo he estado pensando mucho y la verdad me es complicado cuidar a un niño.

Se que es estúpido lo que estoy diciendo, ya que yo fui la que gano la custodia de Jungkook cuando nos divorciamos, pero ya no lo soporto.

No puedo encontrar pareja por culpa de Jungkook, nadie quiere de pareja a una mujer con un hijo. Y estoy cansada de eso.

Por eso tome la decisión de dejarlo contigo, si buscas en la mochila que él carga te vas a dar cuenta que están todos sus papeles y también un documento en donde estoy renunciando a su custodia y cediéndotela a ti.

Espero que, lo cuides mejor que yo.

Esto lo hago más como mujer que como madre, la verdad no soy una buena madre. Y yo se que tú si vas a hacer un buen padre, lo vi cuando estuve embarazada y cuando tuve a tu hijo.

Bueno es todo de mi parte.

No me busques porque me iré con mi nueva pareja a Hong Kong.

Hasta nunca, Yoona..."

No podía creerlo, Yoona había decidido entre, tener a su hijo con ella a no tener pareja.

Eso para él era una estupidez.

Cuidaría de su hijo muy bien, su pequeño Jungkookie, tan solo tenía cuatro años y ya estaba pasando por esto a su corta vida.

– Jungkook – le hablo, viendo al pequeño mirarlo ya despierto, – ¿Te gustaría ir a vivir conmigo?

– ¡Shi! – grito con felicidad, – Ya no voy a vivir con esha bruja, ¿Verdad? – pregunto con un brillo de esperanza en su mirada.

– ¿Cómo qué bruja? – interrogo, – Ven para acá – lo llamó.

Jungkook avergonzado camino a tropezones con sus cortos piecitos hasta Yoongi, este lo cargo en sus brazos y lo sentó en sus piernas.

– Ahora sí, dime, ¿Por qué bruja? – le pidió con voz suave.

– Esh que, esh una bruja... Porque no me daba de comer, me tenía encerrado dentro de un cuarto feo y no me dejaba shalir a jugar con mish amigosh vecinosh – relato con un marcado puchero.

Yoongi arrugo su ceño, como era posible que Yoona le hiciera eso a su propio hijo. Solo atinó a rodear con sus brazos a su hijo y apretarlo a él con fuerza, pero manteniendo cuidado.

Jungkook soltó pequeñas carcajadas por la acción y Yoongi se regocijaba de amor de tenerlo en sus brazos.

Ya hace unas horas atrás mandó a sus empleados a que llevaran las cosas de su pequeño hijo hasta su casa. Ahora estando con él su pequeño hijo, nada le faltaría, lo llenaría de cariño, dulzura y sobre todo de amor.

Todo lo que un niño de su edad debería de recibir.

Llamo a su secretaría por el interceptor, ya estando ella ahí. Le empezó a explicar las cosas que necesitaría. Como, por ejemplo.

Una escuela para su pequeño, ropa adecuada a su edad, zapatos, sus cosas de baño, útiles para su escuela y sobre todo que una de las habitaciones de su departamento fuera acondicionado para tener a su hijo dentro.

Su secretaría anoto todo en su tableta digital, poniendo como último un recordatorio para la hora del almuerzo donde Yoongi llevaría a comer a su hijo.

Al cabo de una horas, la hora del almuerzo llego y a petición de Jungkook, fueron a un McDonald's. Ya que este repetía que quería una cajita feliz en donde adentro siempre le regalaban algún juguete.

Algo enternecido por el pequeño Kookie y sus pucheros adorables accedió y tomaron camino hacía el establecimiento más cercano, poniendo durante todo el transcurso, música infantil por primera vez.

Le parecía tierno escuchar a su hijo cantar feliz las canciones, no diciendo bien algunas palabras, pero feliz de poder cantarlas.

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1/?

MINSAHORI☆

Hola...

No olviden dejar su voto, me estarían ayudando mucho...

Hasta luego...