(14) LÍMITE

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Querida:

He llegado a mi límite.

Ahora ya volví a estar en casa después del accidente, pero ¿qué ha cambiado? Nada.

Sigue sin estar.

No llego aquí y no te veo como cantas canciones de "Vicente Fernandez" a todo pulmón mientras barrías, o regabas las plantas.

Tampoco puedo ver la cocina sin pensar en aquellas veces que me enseñaste a cocinar comida de tu país, como me enseñaste a hacer tortillas hechas a mano a pesar de que yo no comía tortillas. No podré volver a verte cocinar esas deliciosas gorditas con salsa verde suficientemente picante para no hacerme llorar.

No podré ir a la habitación sin recordar como al llegar de las juntas de ONU, llegabas a dormir directamente mientras roncabas, que belleza era verde en esos momentos.

No podré verte darle chanclazo a Michoacán y a Veracruz por juntarse para hacer travesuras.

No podré verte nunca más...

Sólo en mi mente, cuando cierre los ojos.

Sólo en mis sueños, los que más deseo que sean verdad.

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