México:
He regresado a mi país.
Aquí todo es tan frío... tan sin vida, he visto a la gente, la mayoría sintieron empatía y se sorprendieron al verme al aeropuerto.
Ya puedo ver las noticias del país.
Diciendo lo demacrado que me veo.
Cuando fui allá, mostré una sonrisa de oreja a oreja, mi rostro con brillo, y robusto como a ti te gustaba que estuviera.
Ya no estoy así, desde ese día no sonrío, tengo lágrimas secas por mi rostro, mis ojos no tienen su brillo, de hecho, el color violeta de estos que tanto te gustaban, ha desaparecido, ahora son grises. No he ido al gym, y mi tono de piel ha palidecido por no salir al sol.
De hecho, apenas salí al exterior, los rayos del sol me lastimaron los ojos, me he vuelto loco por odiar al Sol y verse tan alegre.
Gracias a este hecho y al no comer adecuadamente, he perdido esa figura, ahora estoy demasiado delgado y la comida me da asco o me recuerda mucho a ti.
Me estoy volviendo loco.
—Rusia.
