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El tiempo es fugaz, algunas veces ni siquiera estamos consientes de lo rápido que pasa el tiempo, los bellos momentos que había creado en este lapso eran únicos, parecía que toda su vida había sido llena de felicidad, estaba con sus padres, tenía muy buenos amigos y tenía una familia propia quien pudiera pensar que hace unos meses habían sucedido tantas cosas unas incluso atentaron contra su felicidad, pero había llegado hasta aquí superando cada uno de los obstáculos 

el tiempo fue tan fugaz que se había llegado el día del cumpleaños de su bebé 

Zel- no es algo exagerado

Mel- pensé que algo entre amigos y familia seria suficiente -observa el enorme patio decorado de rosa con un castillo inflable con niños dentro y personas desconocidas, pero aparentemente eran amigos de los padres de ambos

Zel- no me gusta el rosa

Mel- independientemente del color que elija Melisa como su favorito cuando sea ya más grande si es rosa te hará vestir un vestido rosa no reniegues 

Zel- porque un vestido

Mel- uno nunca sabe -lo toma de la mano- anda vamos 

Pero a pesar de los desconocidos, todos sus amigos estaban ahí al reunirse con ellos Gowther tomo a la pequeña en brazos 

Mel- si vas a robarme a mi hija cada vez que esta cerca mejor ten una propia

Gowther- quizá pronto

Mel- ¿de qué hablas?

Gowther- es un secreto 

Mel- oye no, ya dime siempre te cuento todo 

Gowther- no es verdad

Mel- claro que si -se cruzó de brazos

Gowther- aja, así como me contaste que tú y Zeldris comenzaron a salir después de todo

Mel- bueno era obvio que pasaría

Gowther- ahora debes esperar igual que los demás

Estarossa- ¿esperar qué? De que están hablando ustedes dos

Gowther- obsequios para tu sobrina 

Estarossa- el obsequio será único

Zel- qué demonios fuiste a comprar

Estarossa- solo el mejor regalo del mundo 

Ban- humillando a los pobres como siempre

Mel- ¿pobres de donde?

Todos siguieron con la amena plática llena de bromas y unas cuantas fotos hasta que llego el momento de las actividades, la comida, el pastel, todos reían tranquilos y felices, menos el azabache quien se veía un tanto intranquilo y Meliodas lo había notado

Mel- que sucede, ¿te sientes bien?

Zel- claro, mejor que nunca 

Mel- no mientas

Zel- no estoy mintiendo 

Mel- eres pésimo mintiendo

Zel-  claro que no 

Mel- ves si me estás mintiendo, habla 

Zel- no es nada te lo juro - Justo cuando el rubio iba a decir algo, un joven peli rosa quien era parte de seguridad se acercó

- disculpe joven Zeldris lo están buscando 

Zel- Voy, ya vuelvo -este se va rápidamente 

Mel- ¿quién lo buscará? -decidió no darle tantas vueltas al asunto e ir con su padre, quien tenía a la bebé  

*

Zel- bien, ¿todo listo?

-Si joven Zeldris 

-Espera iré por mi cámara, debo filmar este momento 

*

Zel- su atención por favor -todos los presentes vieron al frente donde se encontraba el azabache, todos lo miraban con atención y el pequeño rubio con confusión recordaba que aún faltaba para agradecer la asistencia de los invitados-  primero que nada agradezco a cada uno de ustedes por asistir y estar con nosotros  en el primer cumpleaños de nuestra hija, ya que estan aquí presentes quiero que sean espectadores de un momento muy importante en mi vida, Meliodas puedes venir por favor -Meliodas estaba confundido al parecer otras personas habían entendido la situación porque juntaban sus manos y sonreían, pero él no, así que se acercó junto con la bebé colocándose al lado de Zeldris - quizá sea inoportuno, pero no creo que pueda seguir así por mucho tiempo más no soportaría que te alejaras de mi de nuevo quiero que estés aquí conmigo donde pueda protegerte y hacerte feliz porque a pesar de todo hemos podido sobrellevar las dificultades y tu me diste otra oportunidad y no pienso perderla por eso quiero preguntarte -ok el rubio comenzaba a entender la situación y más aún cuando Zeldris se arrodilló frente a él abriendo una pequeña caja de terciopelo viéndolo directamente a los ojos 

Zel- ¿quieres casarte conmigo? Puedes pensarlo si quieres 


Pensarlo porque debería de pensarlo Meliodas no quería pensarlo durante este tiempo había demostrado todo aquello que no conocía de él y aquellos sentimientos que quería eliminar de su ser habían sido recobrados y hacían su corazón latir con más fuerza que nunca, como podría decirle que no si tenía una hermosa familia a su lado a pesar de todo él no tenía por qué pensarlo

Mel- si, si quiero casarme contigo - lo dijo con la sonrisa más sincera y llena de amor, el azabache se levantó para abrazarlo, el mayor lo admitía, era el momento más feliz de su vida, y la bebé sonrió al ser cuidadosamente apachadita por sus padres 




~𝙼𝚢 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊~ (𝚉𝚎𝚕𝚒𝚘𝚍𝚊𝚜)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora