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— ¿No te había dicho lo mucho que odiaba sentirme ignorado? Mírame cuando te hablo — La voz demandante de Jay por un momento lo hace caer de nuevo y hacer caso a su pedimento pero ¿Por qué debería hacerlo? Era la tercera vez que iba a esa casa y se iba con las manos vacías porque su alumno era un irresponsable que se deshacía de sus obligaciones cuando se sentía de mal humor.


Jungwon no sabía que Jay le estaba haciendo un favor al no dejarle ver a Sunghoon en ese estado, no había peor cáncer que ver a Sunghoon malhumorado.


— ¿Por qué tengo que mirarte? Ya es la tercera vez que vengo aquí y tengo que irme porque tu hermano no quiere tomar las clases y mi tiempo también es importante, ahora podría estar estudiando para un examen pero aquí estoy siguiéndole los pasos a un bebé.


— ¿Qué? Primero que nada no me tutees porque no somos iguales y segundo ¿De donde sacaste tantas agallas para hablarme de esa forma? Sigues siendo un empleado.


Jungwon se sintió irritado y humillado ante las palabras que Jay le había dicho y no había nada peor que tener que quedarte callado porque el dinero era necesario, al menos esperaba que tantas vueltas haya valido la pena y la paga fuera decente.


De nuevo hubo un silencio incómodo del cual Jungwon deseaba escapar ¿Por qué debía someterse a ese tipo de situaciones? Era preferible tener que soportar los berrinches de un adolescente a sentir la mirada de Jay sobre el, parecía no percatarse de la incomodidad que le generaba el simple hecho de respirar el mismo aire que el.


— Sunghoon viene en un ratito — Cortó el silencio el mayor aún sin apartar su mirada de Jungwon, internamente se debatía si debía hacer lo siguiente.


Era ridículo el tener tanta consideración cuando se trataba de un empleado más con necesidad económica, esos resultaban ser los más divertidos porque aguantaban cualquier tipo de humillación con tal de llevarse dinero extra a casa.


Jungwon solo asintió con la cabeza al percatarse de que esperaba una respuesta.


Entonces el rubio actúo.


— Tengo sed ¿Por qué no vas a la cocina y me traes un vaso de agua? 


Sus miradas tuvieron el primer encuentro en el día, Jungwon estaba esperando recibir la grandiosa noticia de que se trataba de una broma porque habían dos cosas totalmente erróneas en su pedido, el primero era que contaba con dos pies que podía usar para movilizarse por si mismo e ir por el agua y el segundo era que el no estaba allí para servirle bebidas sino para dar clases.


Era un debate mutuo donde no se necesitaron tantas palabras para decirle al otro que debía hacer lo que se le pedía.


— Que lo hagas es independiente a las clases que des, te voy a recompensar por ello así que hazlo.


Escuchar la palabra dinero era un endulzante a los oídos así que dejándose llevar por ello salió de la habitación para dirigirse a la cocina, si bien su cuerpo actuaba de cierta forma la realidad era que su mente estaba comiéndoselo vivo al juzgarlo por acotar las ordenes de un chico que apenas le llevaba dos años.

We could have had it all ( Jaywon )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora