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" Ven hoy, te voy a pagar horas extras "


Se supone que los fines de semana los aprovecharía para disfrutar de la compañía de mis padres, dormir la siesta en la tarde y simplemente me deleitaría viendo el atardecer en compañía de mamá que me prepararía alguna bebida caliente debido al frío pero allí estaba cayendo ante el dinero y viajando hacía la casa de Jay.


— ¿Tarea un sábado? Sabes que hoy tengo un compromiso y tú papá no puede quedarse solo — Pregunto su madre mientras lavaba los platos dándole la espalda.


— Es un trabajo largo y grupal que se entrega el lunes, no tengo muchas opciones.


Y mamá sin rechistar no me detuvo así que ahora estaba frente a la puerta de mi peor pesadilla que me recibió con una malévola sonrisa, debía ser algo realmente urgente como para que incluso fuera el quién me abriera la puerta.


— El dinero hace que te muevas demasiado rápido — Jungwon no pudo verlo pero Jay volvió a invadir su espacio tras recorrerle por completo con la mirada.


— Sin tantos rodeos ¿Que hago aquí?


— Necesito que seas mi acompañante en una reunión.


— ¿Reunión?


Debí escuchar mi corazonada, nada realmente podría salir bien de una reunión donde estaría rodeado de gente igual a la familia de Jay.


— Mamá se la paso todas estas semanas organizando una estúpida fiesta para darle la bienvenida a una de mis tías y como quiero arruinarle la vida entonces pensé en invitarte a ti.


— ¿Por qué exactamente yo debo ser quien le arruine la vida?


— Eres todo lo que ella detesta.


— ¿Es un halago? — Pregunté totalmente confundido recibiendo un asentamiento de su parte.


Suspiré a sabiendas que discutir era un caso perdido y de todas formas no habría mucho que decir ya que de todas formas terminaría acompañándolo, ya pague un pasaje y tener que pagar otro más sería una exageración sin contar con el suficiente dinero.


— Toma esto.


Jay coloco sobre mis manos abiertas una botella algo alargada de loción con una etiqueta marrón que parecía demasiado antigua para mí gusto, la curiosidad comenzó a hacer cosquillas lo cual me llevo a acercar mi nariz hasta la tapa siendo un deleite para mis fosas nasales, definitivamente olía a una loción lo suficientemente cara como para poder pagar mi primer año de universidad.


— ¿Quieres que la sostenga para ti?


— No, quiero que te la coloques.


Tras algunos minutos de estar en la habitación pude percatarme de que ambos estábamos frente al espejo que había observado la primera vez que llegué a su casa, era un detalle irrelevante hasta que caí en cuenta de que había observado a Jay más de la cuenta mientras esté se colocaba un saco negro, fue repugnante el sentir mi nariz picar a sabiendas de que eso significaba que me gustaba como lucía.

We could have had it all ( Jaywon )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora