❝ - ¿Te doy un consejo? - Jungwon quien no podía tener suficiente contacto con Jay, se acercó de forma sigilosa siendo cuidadoso de que los guardias no lo escucharán - Procura matarme en las próximas dos semanas porque si llego a salir de aquí, no v...
Observa como me voy, con cada pedazo de ti, dejándote sin respiración, como lo hicieron aquellas cicatrices de tu amor.
Ahora, no puedo evitar sentir que pudimos haberlo sido todo. "
Algunas personas se llenan la boca diciendo que la venganza no es buena, que termina consumiéndote y al final del día te das cuenta de que nada conseguiste, porque el dolor jamás será removido y eso que alguna vez te fue arrebatado, no volverá.
Pero, ¿Cuándo hablarán de la satisfacción que te provocaría ver a tu victimario sufrir?
Jungwon sonrió después de tanto tiempo con sinceridad cuando observó esa sonrisa arrogante de Jay desaparecer y pronto su cuerpo comenzar a temblar del miedo, tus acciones podían decir algo pero tu mirada siempre te delataría.
Jungwon supo que Jay estaba aterrado, tan aterrado como estuvo el cuando fue encerrado durante tanto tiempo, tan aterrado como cuando observó el cuerpo de su madre sin vida o su único hogar ser consumido por las llamas.
— Es seguro que yo ya tuve lo mío pero tu y tu familia también tendrán lo suyo. — Susurró el menor procurando no capturar la atención del resto de personas que habitaban en la sala, Jay le sonrió pero ambos sabían que tenía miedo.
Era un miedo lleno de adrenalina.
¿Hasta que punto podía llegar un adolescente con sed de venganza?
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