7 Dias para besarte

Miércoles

Krel

Me había pasado la noche viendo el número de Mary ahora escrito en mi teléfono, pensando en si debía escribirle o no, y es qué ¿por qué habría de escribirle? No es como si ahora fuéramos amigos.

—Estás como en otro planeta ¿en qué estás pensando? —Aja habló ofendida mientras me rodeaba para tomar el jugo de naranja.

Probablemente me lo había pedido, pero al no obtener respuesta decidió buscarlo por su cuenta.

—Estaba pensando en Mary. —le di un mordisco a mi tostada sin poner mucha atención en mis palabras.

—¿En Mary? —Aja preguntó mientras volvía a su lugar.

—Si, es raro, ustedes se conocen como hace dos meses y en todo ese tiempo ella y yo no cruzamos ni siquiera una mirada...

—¿Y?

—¿Y? ¿no estás poniendo atención? Es raro, ¿por qué crees que de repente quiere acercarse a mi?

—No lo sé, quizá le agradas o... ¿Por qué no le preguntas a ella? ¿Yo cómo voy a saber? ¡yo no sé nada! —habló de manera rápida y nerviosa mientras tomaba su mochila saliendo apresurada.

Era obvio que sabía algo, no sabía disimular. Negué con la cabeza, rendido a no obtener respuesta y la seguí para ir a la escuela. Una vez allí mi intención era pasar directamente a mi casillero y luego al salón del Sr. Uhl, pero en cuestión de segundos me vi rodeado por un grupo de personas.

Me escabullí mientras todos se saludaban y hablaban entre ellos, estaba casi fuera del círculo cuándo alguien levantó la voz para hablarme.

—¿Qué dices Krel, vienes?

Maldije en silencio y lentamente giré sobre mis talones, las personas en el círculo eran los novios de las amigas de Aja, incluyendo a Steve y al enano de lentes que siempre estaba con él, y el que hablaba era el novio de Darci, Toby, si mal no recuerdo.

—¿Ir a dónde? —pregunté fingiendo interés.

—Al cine. ¡Será el estreno de la película más épica del mundo mundial! Y me pagaron mi mesada, así que yo invito.

—Paso. Estoy ocupado.

—¡Oh, vamos! Será divertido. —la vocecita de Mary se escuchó justo a mi lado, ¿cuanto tiempo llevaba parada junto a mi? ¿y por qué no lo había notado?

—Tienes que salir un poco hermanito, ya sabes, tomar aire, socializar. —Aja insistió.

—Socializar no es una actividad que disfrute, y si quiero tomar aire puedo abrir una ventana, así qué gracias, pero no gracias. —me alejé para que no siguieran insistiendo.

—¡Krel, espera! —Mary me alcanzó y tomó mi mano con fuerza haciendo que me girara para verla por puro reflejo.

Levanté mi mano con la de ella aún sujetándome, la mire mal y aclaré mi garganta. Inmediatamente me soltó y un color rojizo se instaló en sus mejillas.

—Lo siento, no quise... No lo volveré a hacer.

—¿Qué quieres Mary?

—¿Seguro que no quieres ir al cine? Yo estaré ahí. —sonrió de manera coqueta.

—Tu presencia no influye en mi decisión.

—Bueno, ayer la pasamos bien y... Si te diviertes con una persona una vez es muy probable que suceda una segunda ¿no? Es una ecuación simple. —me reí. Al parecer no dejaría de insistir hasta que aceptara.

—¿Cuanto tardaste en formular ese argumento?

—Como quince segundos, ¿aceptas?

—Supongamos que voy ¿y si no me gusta la película?