Una llamada entrante desde el celular de Wolf se hizo presente.
—¡Ay, este hombre no me deja trabajar! —exclamó Wolf aun pretendiendo ser Antón Leffé.
—¿Quién? —preguntó Raccoon con curiosidad.
—Ivan Voltcross —contestó Wolf dándole el celular a la robusta masajista para que le mostrara al mapache la foto de quien llamaba a Leffé.
En la foto, Raccoon pudo observar a un señor con una expresión dura, al igual que su mirada, y una gran cicatriz al lado derecho de su cara. Parecía un tipo con quien no querías tener problemas.
—¿Lo conoce? Es un gran derrochador y un gran coleccionista. Durante mucho tiempo, Voltcross ha estado buscando un artículo en particular. Un Capitán Sir Vertur Pelirrojo.
—¿En serio? —preguntó Raccoon sintiéndose el más suertudo del mundo. Dicha sensación se esfumó tras un golpe de su masajista—. ¡Ouch!
—Tengo una gran fila de compradores, pero los vendedores nunca aparecen.
—Suele pasar —dijo con dificultad.
El teléfono volvió a sonar.
—Y no para de llamarme —dijo Wolf—. No me gustaría decepcionar a alguien como Voltcross. Él es, como se dice, un hombre despiadado. Puede exagerar la gravedad...
Wolf se detuvo. La gran nariz se estaba derritiendo más y más. Estaba en problemas.
—La gravedad de... —nuevamente se detuvo. Cada vez que respiraba, la nariz se derretía más y más.
***
Desde la habitación, los demás veían lo que estaba ocurriendo.
—Uy, esa nariz se ve muy mal —comentó Piraña mientras comía su décima rebanada de pizza.
—Es que no calculamos la cantidad de velas que habría en la habitación —dijo la tarántula preocupada.
—Wolf, será mejor que te retires —comunicó Serpiente.
***
De vuelta al cuarto de spa...
—La gravedad de...
—Sr. Leffé, ¿se encuentra bien? —preguntó Raccoon tratando de ver a quien tenía a lado, pero su masajista se lo impedía.
—Ah... sí, sí. Estoy bien —contestó Wolf tratando de ocultar sus nervios.
—No lo estás —le dijo Redes por el comunicador.
—Ah... solo son mis alergias —Wolf cogió toda la nariz con su pata para ocultarla de Raccoon—. Ya sabe. Cambio de clima.
***
—Oh, oh —dijo Redes viendo por las cámaras.
—¿Qué pasa? —preguntó Serpiente.
Redes le mostró en pantalla de su laptop. El auténtico Antón Leffé que había salido de su habitación que se encontraba en el segundo piso. Wolf necesitaba salir por su nariz derretida. Pero si el verdadera Leffé se topaba con él, el plan estaría arruinado. Si Wolf no salía, el plan también quedaría arruinado.
—Está por bajar por el elevador. Piraña y yo lo vamos a distraer. Wolf no va a tener más tiempo —dijo Serpiente poniéndose un pequeño auricular en la oreja, para luego marcharse con Piraña.
«Al menos el idiota de Patrick sigue en su habitación», pensó Redes.
***
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La gran estafa
FanfictionEl Sr. Raccoon es un mapache astuto que se la vive estafando a víctimas inocentes. Pero esta vez se ha metido con las personas equivocadas. Los ex tipos malos se juntan nuevamente para recuperar su honor y el cromo de beisbol de 3.5 millones que Rac...