0 || Pierro
El día que la grandísima Tsaritsa le ofreció su más preciado regalo, aparte de la oportunidad de culminar un plan contra los cielos que le arrebataron su nación. Fue uno de los pocos días placenteros de su longeva y trágica vida.
"Pierro, hijo mío..." Sus palabras aunque fueran cariñosas no podían dejar de sonar gélidas y cruentas "...como buen servidor, te entrego esta reliquia, para que te acompañe durante nuestra escabrosa misión"
Una joven, hermosa que parecía irradiar pureza y santidad, hermoso ojos que brillaban con la luz del palacio.
El hombre desconocía la razón de su rápida obsesión, será debido a ser un regalo directo de la arconte del amor? porque formas parte de una fracción de su ser? O por el simple hecho carnal de cómo tus esponjosas y sedosas paredes lo atrapan con vicio, queriendo ordeñar su néctar para pintar tus interiores de su blanca semilla.
Sea lo que sea, desde el momento en el que Pierro, la mano derecha de la arconte, te tuvo bajo él, supo que te a tesorería de por vida.
1 || Il Capitano
Al inicio del todo Capitano te trato con alto respeto, respeto digno para la misma arconte de la nación de hielo, tal vez en apariencia difieran mucho tú de la gran Tsaritsa, pero era obvia y similar el estatus que ambas tenían, la misma aura irradiaba de ti, mientras que la todopoderosa Tsaritsa era las bruscas ventisca del gélido invierno, tu eras como la dulce caída de los copos de nieve sobre los vastos terrenos de Snezhnaya.
Cómo te adora, daría lo que fuera por ti, mataría por ti, y que sorpresa se llevó cuando amablemente le mostraste cariño, pidiendo con esa dulce y melódica voz tuya, que se retirase su casco que deseabas verlo bien. Podía haberse quedado horas ahí, embalsamado por tus orbes, pero los tiernos besos que dejabas sobre las cicatrices que recorrían su rostro, luego sus brazos, y la grata calidez que tu deleitable tacto tenía sobre su piel.
Y cuando sintió como tu cuerpo lo rodeaba y lo mantenía protegido del frío del mundo, era adictivo, no solo la sensación de investir tu pobre intimidad con su gran tamaño, los armoniosos sonidos que tu boca dejan salir, es adictivo. La única forma en la que él puede demostrarte que era enteramente tuyo, besando el cuello uterino con su esponjosa punta, que amenazaba con entrar a los lugares más profundos de tu ser.
Lo podía enunciar sin pena alguna y con orgullo, que te amaba con tanto fervor.
2 || Il Dottore
Desde el instante en el que sus orbes carmesí cayeron en tu ser, fascinación lo inundó.
Pero que ser tan curioso e interesante, algo que valdrá la pena observar, ver como reaccionas, como te sientes. El simple hecho de que estés hecha de hielo y energía cryo pura de arconte, y aun así, poseas calidez, calidez en cuerpo y tu corazón. Oh y el corazón, un ser como, tu con la habilidad de expresar tales palabras con ojos sinceros. Realmente una creación divina del amor puro. Amor puro que le dabas.
Amor que el te regresa con su versión oscura y retorcida, en su cabeza, esas pruebas sobre tu cuerpo, queriendo conocer tus límites, cuantas veces puedes llegar a tener orgasmos, cuantas cargas puedes recibir de el, a cuantas copias de si mismo podías tener dentro de tu pequeño cuerpo...
Toda la clase de pruebas a las que te sometía, desde simple trabajo de investigación de tu tejido celular, hasta lascivas sesiones de horas y horas para conocer tu aguante. Son pruebas de su amor por ti.
Dottore siempre termina dentro de ti, le encanta observar tu pobre entrada llena de su semen, que escurre hasta caer sobre la orilla de la mesa del laboratorio, donde siempre te ataba y te probaba. La idea de engendrar una criatura contigo. Era algo que lo fascina aún más, y está determinado a hacer lo posible por sacar el mejor resultado de ese experimento.
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𝓒𝓸𝓶𝓮𝓭𝓲𝓪 𝓭𝓮𝓵 𝓪𝓻𝓽𝓮 [11 Heraldos X Lectora]
Fiksi PenggemarCuando el joven Ajax ascendió a uno de los heraldos, transformándose en Tartaglia durante el proceso, reconocia que con tal título más responsabilidades venían. Pero eso no le molestaba en absoluto, pues las ventajas eran mayores. Tenía la opción de...