Capitulo 7: Los miedos que consumen

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La doctora Nezumi dejo salir un suspiro mientras releía los últimos apuntes en su libreta de la ultima sesión que habia tenido con el menor de los Todoroki. Realmente el chico se estaba esforzando en muchos aspectos de su vida, y no podia mentir, ella estaba bastante orgullosa al respecto.

Desde el echo de que sus horarios ya no eran tan estrictos, hasta que ya lograba poder ir solo a la universidad, a la biblioteca o a algún minimarket cercano a su departamento, que había logrado hacer un par de amigos por su cuenta y que mantenía una relación bastante estable con su subordinado Bakugo, eran cosas que no espero que un dia veria al menor realizar claro que deseaba que fuera así, que pudiese llevar una vida lo mas normal posible pero había crecido privado de todo el mundo.

De por si el chico podía ser poco empítico o le costaba reconocer emociones ajenas, el crecer ajeno al mundo empeoro la situación, aunque ahora iba mejor.

Solo esperaba que esas dudas que había planteado no trajeran demadiados percances a su vida, después de todo había tenido unos buenos meses, sin crisis graves que eran bien controladas por su pareja. La mujer se levanto de su silla acercándose a la mesa y viendo por el ventanal al chico que esperaba a que Bakugo saliera y poder irse con el a casa.

—Estaras bien Todoroki — la mujer volvió a su escritorio para ponerse a trabajar en un par de cosad mas.










•••








Todoroki se encontraba descansando sobre un manta con un cojín suave debajo de el a la sombra de un bonito árbol mientras mantenía una libreta en sus manos y golpeteaba con la pluma las hojas del mismo mientras su gesto nulo y frío se mantenía

Levanto la mirada cuando las risas de una pareja se escucharon cerca suyo, su mirada bicolor viajo hasta ellos entrecerrando ligeramente sus ojos.

Eran un chico y una chica, de otra facultad de la universidsd pensaba ya que no los reconocía de alguna de sus clases o alguna cercana a la suya. Ladeó su cabeza observándolos, la pareja se abrazaba, el chico mantenía sus manos en la cadera de la contraria mientras esta reía y acariciaba su rostro inclinandose hasta plantar un beso, que continuaron repitiéndose entre abrazos, caricias y risas por parte de ambos

El bicolor fruncio ligeramente el ceño sin apartar la mirada.

¿Ese era el tipo de afecto que las parejas se daban? ¿asi debía actuar?¿Katsuki queria eso?

—Hey Todoroki-kun ¿estas bien?— la chica pelinegra llevaba un rato allí y no se había atrevido a hablar hasta ese momento.

—Parece que nuestro Todoroki esta siendo chismoso hoy— Inasa revolvió el cabello bicolor ajeno, aun aveces olvidaba que ese tipo de contacto no era tolerable para el chico que desvío su mirada y apretó la libreta en sus manos con un gesto de disgusto claro en su rostro

—Inasa-san ya sabe que no debe tocar a Todoroki-kun así por que si— le regaño la pelinegra mientras el otro soltaba muchisimas disculpas sin parar

—No importa...— musitó el bicolor que comenzó a guardar sus cosas, eso era lo normal ¿no? Entre amigos y pareja, era normal tener contacto físico

Pero el no entraba en los estandares de "normal", sus amigos debían tener cuidado de no gritar, tocarlo y muchas mas cosas, incluso las amistades de Katsuki se habían tenido que adaptar a el por que no encajaba en los estandares para una relación "normal".

El par de chicos se miraron entre si con cierta preocupación, no quisieron decir nada pero en cuanto el bicolor se fue le siguieron y Yaoyorozu no tardo en teclear en su celular a Uraraka, la cual habían conocido no hace mucho por Todoroki.

Dulce Amor [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora