After the Rain. | 𝗦𝗵𝗶𝘀𝘂𝗻𝗮𝗿𝘂 |

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Anko estaba acompañando a Naruto a su primer día como estudiante de segundo año en la academia. Después de escuchar lo que había sucedido, había estado extasiada antes de volverse previsiblemente celosa. Al final, se decidió por la aceptación y afirmó que todo fue gracias a sus increíbles habilidades como sensei que a Naruto se le permitió saltarse un año.

De mala gana, Naruto dejó que Anko mantuviera esa opinión. Era más fácil lidiar con eso de esa manera.

Naruto estaba muy emocionada de comenzar, pero aún se sentía nerviosa por cómo resultaría. "¡Les patearás el trasero, Naru! Te he estado instruyendo y digo que también te divertirás mucho con el segundo año. Siempre y cuando puedas abstenerte de hacerle bromas al sensei, por supuesto". explicó Anko.

Para alguien que era tan problemático en casa, Anko era sorprendentemente estricta cuando se trataba de cualquier cosa relacionada con las artes ninja. Ella era muy buena tanto como Genin como cuando era estudiante de la academia. La niña mayor solo dejaba salir su lado salvaje cuando estaba en el orfanato.

"¡Por supuesto que lo haré, dattebayo!" Naruto exclamó más por costumbre ahora.

Anko se rió al ver las emociones de la chica. "Será mejor que te patee el trasero si no lo haces".

La Academia estaba repleta de niños que caminaban hacia sus clases. La rubia vio a algunos de sus antiguos compañeros de clase charlando alegremente entre ellos. Algunos la saludaron con la mano, por lo que Naruto les devolvió el saludo pero no los siguió. Después de todo, ya no se uniría a ellos.

Anko se volvió hacia Naruto justo cuando llegaban a las puertas de los terrenos de la academia y sonrió brillantemente. "Nos vemos en casa, mocosa." Naruto le devolvió la sonrisa antes de que ella le hiciera señas a la niña mayor y se dirigiera al edificio 4. Era donde se encontraba su nuevo salón de clases.

Naruto miró ansiosamente a su alrededor, preguntándose si reconocería a alguien en su nueva clase. Al entrar en el nuevo salón de clases, algunas personas se dieron la vuelta con curiosidad. Ninguno la reconoció, y rápidamente la descartó como una callejera en su camino a clase. Todos se sorprendieron cuando ella caminó más adentro de la habitación y se acercó al sensei. "Hola, soy Naruto y me han permitido transferir de grado". Dijo con incertidumbre y le dio a su nuevo sensei los documentos que apretaba con fuerza en sus manos.

El hombre sonrió fugazmente y tomó los documentos. "Ah, sí. Me hablaron de esto, bienvenido a la clase 2B, Naruto-chan. Por favor, toma asiento. Hay uno disponible en la fila tres". Explicó mientras seguía mirando los documentos. Señaló distraídamente a Naruto en la dirección de su asiento.

Mientras caminaba de regreso por la isla, la mayoría de los estudiantes habían encontrado su asiento y la miraban cuestionables. Algunos susurrando y algunas chicas riéndose. Probablemente en su atuendo de orfanato.

Cuando encontró su asiento y esperó a que comenzara la clase, Naruto se entretuvo tratando de reconocer a los niños. Mirando con curiosidad a su alrededor mientras ignoraba a los que le devolvían la mirada.

Hasta ahora esta clase no tenía a nadie sobresaliendo. Eso fue hasta que notó al chico en la primera fila en el extremo izquierdo. La rubia se perturbó cuando reconoció a una jovencísimo Mizuki sentado en primera fila.

Era diminuto y su corto cabello blanco caía pegado a su cabeza debido a un pañuelo verde.

Ese fue el hombre que se convirtió en su sensei de la academia antes de intentar tenderle una trampa y matarla. Naruto se giró deliberadamente en una dirección diferente para evitar mirarlo.

Se dio cuenta de algunas personas que tenían que pertenecer a algunos de los clanes. Había un Nara y Aburame sentados uno al lado del otro, ambos tenían el emblema de su clan cosido en su ropa y el rubio los reconoció de inmediato. También notó a una niña gordita que podría pertenecer al clan Akimichi. Tenía esas marcas arremolinadas en sus mejillas y estaba comiendo galletas antes de que la clase comenzara oficialmente.