II.

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La lluvia parecía no parar. Felix se encontraba cuidando las flores de la tienda como siempre, hoy seguramente nadie vendría a visitarlo como era común asi que se tomo el tiempo de revisar todas sus plantas y ver si estaban en las condiciones adecuadas o necesitaban algún trato especial.

A Felix le gustaba estar a solas, aunque no lo parezca porque siempre vivia rodeado de gente, pero en muchas ocasiones amaba la soledad y esta era una. Le gustaban los días lluviosos ya que tenia un tiempo para el, poca gente venia haciendo todo más tranquilo.

Con un spray rociaba un 'remedio' para plantas en las hojas de unas rosas que se veían un poco mal, era un momento de paz acompañado con la suave melodía de video games de fondo que fue interrumpido por el fuerte sonido de la campanilla de la puerta siendo abierta de forma brusca, Felix paró con su tarea para ver quien era la persona que entraba con tanta a prisa a su local.

— ¡Perdón! ¡perdón!, es que fue lo único que vi abierto, solo me quedo hasta que la lluvia pare y me voy. — Decía de una forma agitada el chico peli naranja. Felix lo miro, se notaba que no era del pueblo pues nunca lo había visto.

— Tranquilo esta bien, siéntese en aquel banco te traeré un té ¿bien? — El extraño asintió agradeciéndole haciendo lo que el pelinegro le dijo.

Luego de cinco minutos el Felix volvió con dos tazas de té, se sentó junto a aquel extraño dejando la bandeja con la bebida en la mesita ratona que tenia enfrente.

— ¿Cómo te llamas? — Preguntó Felix dándole un sorbo a su té. El contrario imitó su acción para luego responder. — Minho, me llamo Lee Minho. —

Felix sonrió. — Lindo nombre. Yo me llamo Lee Felix, es un gusto Minho. — Volvió a beber de su té, el silencio reino en el local, a pesar de que eran dos completos extraños, no fue para nada incomodo.

Minho miraba al chico que tenia a su lado, tenia una facciones lindas y muy envidiables, pero sacando que estaba un poco impresionado por la belleza de este también estaba algo intrigado.

¿Por qué era tan amable con alguien quien a penas conocía? era un completo extraño para el chico, literalmente.

— ¿Sucede algo? me estas mirando mucho — La voz del contrario lo saco de sus pensamientos, sus orejas ahora de seguro estaban rojas se había quedado mirando demasiado y fue descubierto, sentía mucha vergüenza.

— No, no, perdón. — Félix rio nuevamente. ¿este chico no deja de reírse?, pensó Minho.

— No te disculpes, tranquilo. — Minho asintió y dio vuelta su cara. Enfocó la vista en el local, había muchas flores que al entrar no le había prestado atención, miro nuevamente al chico a su lado.

¿Por qué está con tanta paz con un completo extraño a su lado?

La lluvia parecía no querer parar, Minho volteo hacia Felix, tomaba su té de a pequeños sorbos.

Se le va a enfriar si no lo toma rápido.

— Felix. — El nombrado lo miro. — ¿si? —

— ¿Por qué eres tan amable conmigo? soy un completo extraño ¿lo sabes no? que tal que soy un loquito y te mato aquí mismo para luego vender tus órganos en algún mercado negro o peor mira si... — Las risas de Felix lo detuvieron.

— Oh dios mío, hace rato no reía así. Eres una persona extraña Minho. — Cuando su risa se calmo dejo la taza de té sobre la mesa. El peli naranja lo miraba fijamente como tratando de analizarlo, ahora creía que el loquito podría ser aquel chico.

— Te trate amablemente porque se ve que necesitabas ayuda, no podía echarte a la calle y menos con esta lluvia. —

— Pero me hablaste como si me conocieras de siempre eres demasiado confiado, la gente se puede aprovechar de vos.—

— Y de vos también. Me dices a mi confiado cuando me aceptaste un té ¿Qué tal que el loquito vende órganos era yo? ¿eh? — Rio esta vez contagiando a Minho.

— Esta bien, tienes razón, gracias por el té de paso que no te lo dije. —

Felix asintió mientras señalaba con sus manos que no era nada. Inclino su cuerpo un poco para ver mejor hacia fuera, la lluvia parecia aumentar.

— Minho ¿Cómo te llevas con las plantas? — El contrario lo miro alzando una ceja mientras bebía lo último de su té.

el chico de las flores ; minlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora