IV.

231 32 2
                                    


Ya habia pasado una semana desde que aquel chico estuvo en su tienda. Felix anotaba en su libreta los datos de una flor nueva que vio y que queria traer a su tienda.

El sonido de la campanilla lo desconcentra haciendo que levante su vista hacia la puerta.

Era él.

Era el chico de la otra vez.

— Pensé que te habias ido del pueblo — Dijo mientras se apoyaba en el mostrador con una mano en su mejilla.

— Primero que nada, buen día ¿no? — Felix rió.

— Buen día. Pensé que te habias ido del pueblo. —

Minho volteo sus ojos divertido.

— Pues no, no me fui. — Dijo mientras se apoyaba en el mostrador también con sus brazos cruzados.

— ¿Y que haces aqui? ¿Quieres alguna flor? —

— Pues la verdad si. Quiero flores y necesito tu ayuda. — Felix alzo una ceja sorprendido.

— ¿Para qué o quien son las flores? —

— Son para alguien. Es muy especial para mí asi que necesito unas flores que demuestren mucho ¿me explico? —

Felix lo miro atento. Aunque para muchos, quien lo viera de afuera claro esta, se veía como un pedido común y corriente, pero para felix no era asi. Los ojos de Minho se lo decían, no era un simple pedido de un ramo con flores lindas, era un ramo que debía portar un mensaje.

— Esta bien, entiendo. ¿Que quieres demostrar exactamente a esa persona? —

Un silencio reino. Minho tenia un debate interno con sus pensamientos, era obvio que tenia que aclarar lo que queria transmitir pero ¿estaba bien decirlo?. Miro a felix, quien paciente esperaba respuesta de él. Dió un suspiro y habló.

— Quiero decirle: que extraño su compañía, que lo amo y también agradecerle. — Felix esbozo una sonrisa.

— Y yo que te veía cara de malo, al final sos una masita con cara de asesino hizo una pausa –  un asesino de plantas. — Ese comentario realmente hizo reír a Minho.

Era la primera vez después de toda esa semana que reía un poco.

el chico de las flores ; minlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora