Una serie de errores los llevó al desamor...
Ahora, una serie de casualidades los guiará a encontrar el verdadero amor.
¿Las casualidades no existen? Oh, claro que existen.
¿Las cosas espontáneas son las mejores? Sin duda lo son.
(Créditos de imagen...
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Últimamente ____ notaba a Levi algo distraído y distante, actitudes para nada comunes en él. Considero que se debía a la agitada semana de trabajo que tenía, la cual, desde hace días, le había comentado estaba siendo más pesada.
—Buenos días, mocosa —su novio la saludo al entrar en el departamento apresurado
—Buenos días —devolvió el saludo sonriendo
Llegaron a la cocina donde ella continuó preparando un complejo desayuno, cereal con leche.
—¿No viste el par de guantes que me regalaste? No los encuentro en mi departamento —cuestionó Levi desde la sala, moviendo los cojines del sillón
____ lo observó buscar por varios lugares mientras degustaba su desayuno de pie tras la barra de granito.
—¿Me estás diciendo que perdiste el regalo que te di? —dijo fingiendo estar ofendida
—¿Sabes qué? Olvídalo, creo que ya se donde están
Levi intentó desviar la atención y escapar de la situación yendo al baño. Al poco tiempo volvió cargando los guantes de cuero negro que su novia le dio para cubrirse las manos del frío al conducir.
—Aquí están. Ayer que llegué los dejé en el lavabo cuando me lavé las manos —explicó dejando claro que no los perdió, simplemente no recordaba donde estaban
____ reafirmó su percepción acerca de lo distraído que se encontraba. Después de hallar lo que buscaba se despidió de ella y salió dejando olvidado su teléfono y llaves en la barra.
—Esperó que se de cuenta antes de salir del edificio
Justo cuando planeaba dirigirse a su cuarto vio la pantalla del teléfono y escuchó los mensajes llegando uno tras otro. ____ no tenía intención de revisar las cosas de Levi, le parecía una invasión a su privacidad, pero no pudo evitar leer parte del mensaje cuando la pantalla permaneció encendida.
Está bien, cariño. Te veré el sábado ¿si? 7:10 a.m.
____ abrió los ojos en grande repentinamente sorprendida con lo que leyó. Luchó contra su mente evitando formarse ideas extrañas o conclusiones erróneas, si algo le molestaba era ser esa persona que escuchaba lo último de la conversación y sacaba una conclusión a partir de ello. Los golpes contra la puerta hicieron que reaccionara yendo a abrir, esperando que se tratara de Levi cargo consigo las llaves y el teléfono.
—¿Deje aquí mis..? —no terminó su pregunta al ver sus cosas reposando en las manos de ____—. Gracias
—Estas muy olvidadizo, ¿Estás bien? —cuestionó preocupada
