¿Qué es esto?

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Al llegar a mi casa sentí un profundo cansancio que me inundó, simplemente quería tirarme en mi cama e irme a dormir.
En ello recuerdo justo cuando me estaba cambiando, la nota del chico..
el chico me dejó su número, pero no sé si escribirle.

Deje el misterio tome mi celular y agregue al chico llamado “Sebastian”, ahora que lo agregue, un nervio se activó por mi espalda dejándome paralizada, solo por un corto lapso de tiempo. Vi mi celular que había dejado en la mesita de noche y decidí enviarle un mensaje al chico.

No recibí alguna respuesta de el, al no recibir un mensaje de vuelta entre en ansiedad..
Apague mi celular y me gire hacia el otro la de mi cama dando la espalda a la mesa de  noche. Dispuesta a tranquilizarme cerré mis ojos y entre en un sueño profundo.

Todo paso tan rápido, quería seguir durmiendo.
Me senté en mi cama rascando mis párpados para despertar, mi cabeza se dirigió a la mesita de noche donde se encontraba mi celular apagado.

Decidí no prenderlo, aunque moría de ganas por saber si al final me contestó aquel joven.

Me estaba alistando para salir hacia una tienda para comprar un libro que había esperado mucho por el, tome mis cosas y sali de mi casa.
Antes sin revisar mi celular… aquél chico me había contestado, entre en shock al ver su mensaje al prender mi celular. Me había emocionado mucho, pero ya no sabía que decirle.. ignore el mensaje y me fui a la tienda a comprar el libro. 

Estaba sentada en una cafetería leyendo el libro que compre, cuando siento una presencia que tapa el sol que me estaba pegando. La persona que estaba ahí tomo asiento en mi mesa, y me saludo de una manera muy amable.
Le devolví el saludo a la persona que me estaba mirando a los ojos.
-¿Por qué no contestaste mi mensaje?- dijo aquel sin más.
-¡Mi3rda!, debí contestar. ¿Estará enojado?- dije internamente con algo de culpa por ignorarle el mensaje
-Este, lo siento mucho- dije mirando la mesa y no su cara ya que estaba muerta de vergüenza-
-Esta bien- dijo el chico y soltó una sonrisa-
Se veía tan bonito sonriendo, se me vino ese pensamiento de solo verlo hacer esa mueca con sus labios.
-Bueno, ya que estás aquí ¿Vas a pedir algo?- dije para tratar de enmendar mi error de ignorarle el mensaje-
-Yo pago, no te preocupes- agregue. 
-Si es así, ¿Por qué no aprovechar?
-dijo mirando el menú de la cafetería- 

Se tardó como diez minutos en decidirse el chico esté, aunque no podía decir nada, todos los platos de aquí son tentadores.
-Entonces, ¿Eso quieres?- dije mirándolo fijamente-
-Eh, si- el chico cerro el menú y llamó a la camarera para hacer su orden-
No sé demoró mucho el pedido de aquel chico, tal vez unos 20 minutos.

La chica quién ya estaba aburrida del silencio incómodo entre los dos
-¿Tienes planes para más tarde?- dijo sin pensarlo muy bien-
-¿Eh?- dijo el chico quién se quedó confundido con su pregunta tan directa-
El chico quién miraba a la chica confundido vio como ella se ponía como un tomate mientras se tapaba la cara con sus dos manos. Le pareció algo tierno de parte de ella, el que seguía mirándola decidió apartar su mirada y mirar hacia afuera de la cafetería.
-Respondiendo tu pregunta, no- volviendo su mirada hacia la chica baja- 
-No tengo nada en especial que hacer en la tarde- agrego mientras tomaba su cuchara para terminar de comer-

Ella quien aún tenía un poco de sus mejillas sonrojadas subió su mirada  hacia el chico alto
y le hiso una sonrisa cálida, llena de alegria.

Se sonrojo al ver una bella y radiante sonrisa como la de aquella chica quien estaba delante suyo mirándolo.
-¿Que es esto?- se preguntó así mismo tocando su pecho-

La atracción. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora